Drácula llega con sed de taquilla
Los detalles sobre el personaje histórico que inspiró la leyenda que ahora regresa al cine.
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19 de oct de 2014, 12:00 a. m.
Actualizado el 18 de abr de 2023, 04:32 a. m.
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Los detalles sobre el personaje histórico que inspiró la leyenda que ahora regresa al cine.
Es una historia no contada... aunque es una de las leyendas más universales y que tiene nombre propio: Drácula. El mito del hombre ávido de sangre humana revive con la cinta Drácula, la historia no contada, que este jueves ingresó a la cartelera de cine colombiana y que desde hace una semana empezó su periplo por salas del mundo.Este drácula moderno, fornido y muy sexy (muchas mujeres desearían ser mordidas por él), es encarnado por el actor Luke Evan, en una producción que ha logrado recaudar en taquillas del mundo US$29.547.405.Detrás de esta cinta, que es además el debut cinematográfico del realizador Gary Shore, están el productor Michael De Luca (el mismo de Capitán Phillips y Fifty Shades of Grey), el cinematógrafo John Schwartzman (The Amazing Spider-Man) y la oscarizada diseñadora de vestuario Ngila Dickson (El señor de los Anillos, el regreso del rey). Razones de peso para apuntar a que Drácula seguirá siendo un éxito en taquilla. Pero, ¿por qué desenterrar a Drácula e invertir unos US$70.000.000 para llevarlo al cine? Todo se debe a una inquietud personal del productor Michael De Luca quien de niño siempre quería saber quién había vuelto a Drácula vampiro. Me preguntaba: ¿Habrá sido el primero? ¿Hubo otros? Era una deliciosa pregunta sin respuesta, que ni siquera se respondía en la novela de Bram Stoker, reveló el productor. La inquietud tomó forma con el guion de Matt Sazama y Burk Sharpless. Me pareció ingenioso: la historia no contada de los orígenes de Drácula y un periodo desconocido de un personaje que todos conocemos.La película se sitúa en el año de 1462 en Transilvania, bajo el mandato de Vlad III, Príncipe de Valaquia. Pero cuando el Sultán Mehmet II exige que niños de Valaquia, incluyendo el hijo de Vlad, sean enlistados para la guerra Vlad debe tomar una decisión: darle su hijo al sultán o buscar la ayuda de un monstruo para derrotar a los turcos. Inclinado por esta última opción acepta un trato: recibe la fuerza de 100 hombres y la velocidad de una estrella fugaz para aplastar a sus enemigos; y a cambio padecer una sed insaciable de sangre humana. Al productor le pareció natural hacer la cinta con Universal Pictures al ser el primer estudio que adaptó el personaje a la pantalla grande en 1931: El estudio tiene pedigrí en películas de monstruos y Drácula, la historia jamás contada le hace homenaje a todas las populares y queridas películas anteriores. Sin embargo, la prensa del mundo no lo ha considerado así, pues en una escala de 1 a 10, como lo señala el portal imdb.com, la película ha logrado 6,1; y en publicaciones como el Telegraph ha logrado tres estrellas sobre cinco que en palabras equivale a Aceptable. Luca, su productor, asegura que la cinta tiene elementos humanos, algo que no esperarías de una historia sobre Drácula: la emoción lo guía. Puedes ver un ser humano emocional, un hombre que siente cariño, amor, y a la vez violencia y poder. Hay muchas cosas que lo están motivando y tiene que usarlas todas en igual medida.Entre tanto, su director Gary Shore dice que el plus es que el antihéroe es comprendido por el espectador. Si miras a Drácula como un personaje arquetípico, es un antihéroe con quien sientes empatía y cariño a través de la película. No obstante, la prensa cinéfila considera que el argumento no pasa la prueba. Scott Foundas, de Variety, explicó: Esta aburrida historia sobre el origen del vampiro más famoso de la historia sugiere que algunas leyendas es mejor que permanezcan sin ser contadas. Kyle Anderson, de Entertainment Weekly, manifestó: No funciona ni como historia épica ni como híbrido de acción y horror. Es apenas otra película sin alma, otra de esas que para seducir en los primeros minutos se valen del atractivo de un personaje. Y que luego se debilitan porque se confunde narración con mera exhibición extendida de efectos especiales, afirmó Javier Porta Fouz para el diario La Nación, de Argentina. De los ácidos comentarios tampoco se ha salvado el director. Gary Shore ha creado una cinta predecible, estéticamente ínfima, dramáticamente simplona, escribió Alonso Díaz de la Vega en www.excelsior.com.mx Otros han ido más allá y le han puesto reparo al título. Estas historias jamás contadas deberían entender que la misión del arte es la de proveer más misterio y no la de hacer cada vez más crasos los mitos, anotó Porta, de La Nación. De carne y hueso Aunque no fue vampiro como el mítico personaje que inspiró para el cine, la literatura y el cómic, el príncipe Vladislaus III de Valaquia, mejor conocido como Vlad III o Vlad Tepes el empalador, sí tuvo en común con el personaje literario de Drácula su gusto por la sangre. Autores como Matei Cazacu, han explorado su vida en libros como Vlad III Drácula: Vida y leyenda del Empalador, príncipe de Velaquia. Se cree que nació entre 1429 y 1430 en ciudad de Sighioara, Transilvania, en un tiempo y un mundo en que las pugnas generadas por las ambiciones desmedida de sus gobernantes avalaba la crueldad, la violencia extrema y la muerte como estrategia para conservar el poder. Una circunstancia que no dista mucho del presente.A los 13 años su padre Vlad Dracul, del Orden del Dragón, tras luchar infructuosamente contra el Imperio Otomano que conquistaba Los Balcanes, terminó entregándolo como rehén al sultán Murat II, quien se encargó de educarlo. Esto sembró en el corazón del príncipe adolescente una aversión visceral contra los turcos.En 1448 fue liberado, asumió el título de Rey de Velaquia, pero luego fue despojado de su título. Entonces consagró su vida a combatir a los turcos, pero también a la nobleza que lo había traicionado. Su odio estaba avivado además por la muerte de su padre y de su hermano.En 1456, Vlad III asumió definitivamente el trono, fue entonces cuando comenzó a sembrar el terror entre sus enemigos. Entre sus víctimas estuvieron lo Bayardos, nobles a cuyos ancianos, durante la noche de pascua en 1459, empaló.Vlad III comenzó a cultivar el legendario Bosque de los Empalados, el cual aún existe y en donde se dice que llegó a sacrificar entre los años 1454 y 1462 a más de 40.000 víctimas. Su venganza culminó ese año cuando fue capturado por los otomanos y retirado de su poder. Aunque no está claro cómo, en 1474 Vlad III consiguió ser liberado y en 1476, recuperó su trono.En circunstancias en que los historiadores aún no se ponen de acuerdo Vlad, quien tuvo dos hijos, murió en diciembre de ese año en una batalla contra los turcos. Fue decapitado y su cabeza expuesta como trofeo.Con el paso del tiempo su efigie se fusiona con el personaje literario de Drácula, creado por Bram Stoker. En Rumania, su país de origen su nombre es el gancho para atraer turistas, aunque en Bucarest un busto lo recuerda como el héroe que luchó por la independencia de su patria. El Monasterio de Snagov, Rumania, ubicado en una isla, conserva los restos de este hombre que según la leyenda sigue luchando contra sus enemigos. En la gran pantalla Enemigo del sol, amante de las tinieblas, seductor de mirada penetrante y dueño de un poder sin límites, así han visto varias generaciones la figura de Drácula, uno de los personajes con más versiones en la historia del cine y la televisión.Entre las grandes representaciones del personaje está Nosferatu, el clásico filme silente de 1922, estandarte del expresionismo alemán. La película fue dirigida por FW. Murnau, quien al no poder contar con los derechos para adaptar la novela de Bram Stoker, decidió hacer su propia versión, cambiando parte de la trama y los nombres a los personajes.Esta vez Drácula era el Conde Orlok, papel que estuvo a cargo del alemán Max Schreck, cuyo apellido significa terror.En 1931 se estrenó Drácula, dirigida por Tod Browning y protagonizada por Béla Lugosi, quien ingresó al filme tras la muerte del actor original Lon Chaney. Fue calificada como una precuela de la historia contada en la novela y es parte del archivo cinematográfico de los Estados Unidos. La actuación de Lugosi es una de las más recordadas por el público.Otra versión con el mismo nombre llegó a los cines en 1958, estelarizada por Christopher Lee, quien ha interpretado al personaje en diez ocasiones. La esposa del actor quedó tan impactada por su rol que, incluso, no quiso acostarse con él durante la noche del estreno.Con un productor de lujo contó Sangre para Drácula, de 1974. Nada menos que Andy Warhol. El filme incluye un cameo del director Roman Polanski. Dicha producción ítalo-inglesa tuvo a Udo Kier en el papel central, un enfermo Drácula que debe beber sangre de mujeres vírgenes para sobrevivir. Fue considerada sumamente sexual y violenta.Tras varias representaciones del personaje en la década se 1960, Christopher Lee prueba una vez más suerte en este rol en una coproducción entre Italia, España y el Reino Unido, dirigida por Jesús Franco, que prometía una adaptación fiel a la novela de Stoker, pero que no logró convencer a la crítica.El cineasta alemán Werner Herzog, también narró la historia del vampiro en una versión que retoma el clasico de 1922, dirigido por Murnau. Esta vez Nosferatu, fantasma de la noche de 1979, fue protagonizado por Klaus Kinski, actor fetiche de Herzog, una versión que dista de la novela de Stoker, pero que fue aplaudida por la crítica. En 1979, el director John Badham hizo una decorosa adaptación en Drácula. El actor Frank Langella intepreta una versión alejada de los estereotipos dejados por Lugosi y Lee y construye un Conde Drácula que en un comienzo se comporta como un aristócrata educado, pero que poco a poco va dejando ver sus poderes sobrenaturales.Los críticos destacaron el tono romántico de la cinta, alejada del estilo terrorífico de otras versiones.Incluso la actuación de Frank Lagella fue considerada como una de las más sexys que ha tenido el papel en su paso por la pantalla grande.Por su parte, Francis Ford Coppola realizó Drácula, de Bram Stoker, filme de 1992. Pocas versiones han dividido opiniones como esta. La película contó con un elenco integrado por actores como Keanu Reeves, Winona Ryder y Anthony Hopkins y con un maduro Gary Oldman en el magistral rol de Drácula. La película obtuvo cuatro nominaciones a los Óscar, llevándose tres de los galardones y recaudando más de US$ 215 millones.Pero como no todo puede ser terror, en 1995 el director Mel Brooks, recordado por películas cómicas como La loca historia del mundo y Superagente 86, rodó Drácula, un muerto muy contento y feliz, protagonizado por el comediante Leslie Nielsen. Como es de esperarse la versión se regodea burlándose tanto de la novela de Stoker como de sus versiones cinematográficas sobresalientes de directores como Browning, Coppola o Hammer y que logra conseguir momentos de hilaridad. Y la leyenda continuará.
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