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Museo de Antioquia crea sala 'Pedrito' para acercar a niños a obra de Fernando Botero

Durante su visita a Cali, la directora del Museo de Antioquia, Ana Piedad Jaramillo, le contó a GACETA una nueva razón para visitar este espacio artístico en Medellín: la Sala Pedrito, creada para que los niños interactúen con las obras del maestro Fernando Botero.

17 de noviembre de 2013 Por: Laura Ramírez, periodista de GACETA

Durante su visita a Cali, la directora del Museo de Antioquia, Ana Piedad Jaramillo, le contó a GACETA una nueva razón para visitar este espacio artístico en Medellín: la Sala Pedrito, creada para que los niños interactúen con las obras del maestro Fernando Botero.

¿De dónde nace la idea de crear la Sala Pedrito?Queríamos una sala pedagógica permanente de arte y decidimos empezar por Fernando Botero, que es uno de los artistas más representativos del país. Creemos que es bueno tener detrás de la obras de este artista un espacio para que lo niños entiendan mucho más las creaciones del maestro antioqueño. La idea es que tanto niños como adultos tengan la oportunidad de llevarse una experiencia sensorial luego de interactuar con todo lo que ofrece la Sala Pedrito.¿Porque el nombre de Pedrito?Pedro, más conocida como ‘Pedrito’, es una pintura del maestro Fernando Botero inspirada en su hijo fallecido. El nombre de la sala es un homenaje no solo a él sino a su hijo.¿Cuál es la intención de la sala?Teníamos el deseo de ofrecer una sala interactiva, en donde se rompa ese misterio de los museos y las obras: aquí se puede tocar, oír, además, por supuesto, de lo común, ver. Buscamos que los niños aprendan más sobre quién es el maestro Fernando Botero, cuáles son sus técnicas y cómo ha sido su historia artística nacional e internacional.¿Cuáles son los elementos que ofrece la sala, qué la hace única?El hecho de traer consigo diversas experiencias sensoriales que permiten conocer al maestro Botero. Tenemos una serie de espejos para que los niños puedan verse como uno de los personajes de las obras del maestro, un documental en animación que cuenta su vida, pantallas que recrean las obras y permiten que los niños interactúen con ellas, un baúl lleno de pinturas, pinceles y distintos materiales que en algún momento utilizó Botero en su vida artística. Con esto queremos que los más pequeños entiendan cuál es el sentido del volumen, enseñarles que Botero no pinta gordos como la gente comúnmente piensa, sino que su técnica es pintar volúmenes.¿Cuál es la participación del maestro en la sala?Este es un proyecto que nació del Museo de Antioquia; sin embargo, el maestro Botero ha estado presente a lo largo de todo el proceso de desarrollo de la sala. En el momento en que le hicimos la propuesta, de inmediato le gustó la idea y le encantó que la sala se llamara Pedrito. Él considera que si ha hecho una obra maestra en su vida es justamente ese cuadro.¿Cuál es el colectivo que hizo parte de la propuesta?El trabajo se llevó a cabo en conjunto con todas las áreas del museo, desde el área de educación y cultura hasta el área de relaciones corporativas. Pero, la museografía y la museología la hicieron Diego Robayo y Camilo Sánchez, de Bogotá. Ambos tienen mucha experiencia en el montaje de salas de tipo pedagógico en Colombia, por eso los consideramos como los más adecuados para asesorar el proyecto.¿Cuál es el público que esperan que asista a la sala?Queremos muchos niños y niñas de todos los estratos socioeconómicos. Estamos seguros de que el resultado será magnífico.¿Existe la posibilidad de que la sala Pedrito visite otras ciudades del país, como actualmente está hoy en Cali la exposición ‘Via Crucis’ del maestro Fernando Botero?Por ahora esperamos que la sala tome fuerza en Antioquia, pero no dejamos a un lado la idea de que en el futuro más niños de Colombia tengan esta experiencia pedagógica, es algo que ningún niño debería perderse.¿Cómo define usted en una frase este proyecto?Una inmersión en el mundo de Botero.¿Qué resultados se esperan con esta sala? Se espera sensibilizar a los niños a través del arte, permitirles que puedan experimentar a través del juego con Botero, sus obras y que logren entender porqué es importante para el arte colombiano. Yo creo que, una vez se conozca esto, la comunidad infantil se va a sentir motivada a conocer qué hay detrás de cada uno de nuestros artistas.

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