Más de diez mil personas bailaron currulao en el Petronio en la noche del viernes

Veinte agrupaciones de las categorías marimba, chirimia, violines caucanos y estilo libre se subieron a la tarima del Festival en la noche del viernes. Ni la lluvia fue impedimento para que los caleños se gozaran la fiesta. Homenaje a las Cantaoras y a Germán Patiño, este sábado.

La noche del viernes en la Unidad Deportiva Panamericana empezó bajo un cielo nublado que amenazaba con estropear la segunda noche de competencia del Festival Petronio Álvarez. El espectáculo no había empezado y ya habían más de dos mil personas listas para entonar bundes y currulaos. María Helena Quiñones, secretaria de Cultura de Cali, salió a tarima y dio inicio a la velada advirtiendo "que la lluvia no sea un impedimento para gozarnos el Petronio".Y ciertamente no lo fue, porque desde ese momento llovió por más de una hora, mientras en las Canchas Panamericanas la audiencia se hacía cada vez más multitudinaria y al ritmo de los violines, las marimbas y los cununos, arrancó la fiesta del Pacífico.El ensamble musical del Instituto Popular de Cultura 'prendió' a los mojados asistentes con 'Ronca Canalete' y 'La Vamo' a Tumbá', mientras más de 80 parejas de bailarines de trajes blancos, típicos del currulao, salieron del fondo de la tarima para desplegarse por todo su perímetro y danzar con la masa de personas que gritaban al únisono: "póngale cuidado a su hija, que ella ronca canalete".Veinte grupos se subieron al escenario del Festival en la noche del viernes. Más de diez mil personas bailaron currulao. Afrodescendientes, blancos, mestizos y extranjeros hicieron de la competencia una fiesta de integración cultural.Dejando Huellas de Puerto Tejada, Puma Blanca y Son Catalina de Buenos Aires, y Brisas de Mandiva de Santander de Quilichao, fueron la cuota en escena de la categoría Violines Caucanos.Sin duda el ánimo de los asistentes estuvo muy arriba con los grupos caucanos; sus contagiosos estribillos eran coreados por más de una mujer: "con ese muchacho me caso yo, que viva la madre que lo parió". Pero los pañuelos se agitaron al aire cuando Los Ángeles de Telembí, del municipio de Barbacoas, en Nariño, golpearon la marimba.Tras ellos Tamafrí y Raíces Africanas de Buenaventura; Amanecer Guapireño y Raíces Tradicionales de Guapi; Perlas del Pacífico y Changó de Tumaco y el grupo Pura Sangre de Cali, brindaron una descarga musical en la categoría Marimba."El Petronio es la mejor oportunidad para encontrarse con uno mismo y con sus seres queridos. El Festival cada vez se moderniza más, pero en el fondo la esencia, que es la música y el folclor, es la misma; el Petronio es una forma de hacer democracia y de hacer patria desde lo afro", dijo Guillermo Muñoz, trabajador social y gestor cultural, asistente del evento.Ensueños del Pacífico de Quibdó, Chocó, Chirimía Limones de Guapí y la Chirimía San José de Timbiquí, Cauca, fueron los competidores de la categoría Chirimia.Para cuando 'Rap Folklord' de Cali, grupo de la categoría Libre, salió a escena, la lluvia había cesado y todos estaban mojados, pero del sudor de tanto bailar. Una fusión de marimba, guitarras eléctricas, bombo y el rapeo de cuatro cantantes, le subió el volumen al Festival. Uno de los himnos del Petronio era cantado a gritos: "todo el mundo está bailando, kilele, yo también quiero bailar, kilele, como bailan los demás, kilele... y marimbí, marimbá"."Me lo he gozado completamente, el Petronio es una oportunidad para rescatar los valores de la cultura del pacífico norte, medio y sur con sus chirimias y sus currulaos; este Festival permite una integración de todo eso", explicó Carlos Andrés Guerrero Solis, marimbero de 20 años.Con Canoa Son de Tumaco, Nariño; Mezcolanza y Martina Pombo de Cali y Phonoclórica de Bogotá, la ronda de clasificaciones terminó en la noche del viernes. Los grupos mejor calificados por el jurado se presentarán en la gala final de la noche del domingo, día en el que los músicos del pacífico colombiano se despiden un año más del Petronio, pero por la puerta grande.