¿Cuándo nació Jesús de Nazaret? Las fuentes históricas y la historia detrás de la fecha de la Navidad

Cada 25 de diciembre, millones de personas en el mundo conmemoran la Navidad, una celebración central del cristianismo que recuerda el nacimiento de Jesús de Nazaret. Sin embargo, más allá de la tradición religiosa, las fuentes históricas y los estudios académicos coinciden en que no existe certeza sobre el día ni el año exacto en que ocurrió ese acontecimiento.

La tradición cristiana ubica el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre del año 1 d. C., en un pesebre de Belén. Ese relato, ampliamente difundido a través de los evangelios, describe la llegada del mesías en condiciones humildes, acompañado por pastores que acudieron al lugar tras ser guiados por una estrella.

Pese a las discusiones teológicas, los historiadores coinciden en un punto: la existencia histórica de Jesús de Nazaret no está en duda.

“Esta siempre ha sido una discusión candente, que no necesariamente busca refutar o confirmar la divinidad de Cristo, por lo que no debe ser un impedimento en la fe y la confesión espiritual de las personas. Si tenemos que Jesús y su legado fueron lo suficientemente importantes para que sus seguidores marcaran el curso de la historia, entonces conocer qué hay detrás de su figura divina siempre puede ser recibido y, de hecho, resulta realmente fascinante”, explica Luis Esteban Castro, doctor en Teología y especialista en Historia del Cristianismo, citado por El Tiempo.

Entre el 6 y el 4 antes de Cristo

En la Enciclopedia de la teología (2004), el teólogo alemán Karl Rahner señala que los evangelios no ofrecen información suficiente para fijar una fecha exacta. Aun así, aportan referencias generales: Jesús nació durante el gobierno del emperador romano Octavio Augusto y en los últimos años del reinado de Herodes el Grande, fallecido en el año 4 a. C.

A partir de esos datos, los expertos sitúan el nacimiento de Jesús entre los años 6 a. C. y 4 d. C.

Belén o Nazaret

El lugar del nacimiento también es objeto de discusión. La tradición señala a Belén, en Judea, como cumplimiento de la profecía que anunciaba que el mesías surgiría de la estirpe del rey David. No obstante, Jesús es conocido como ‘el nazareno’, lo que remite a Nazaret, en Galilea, donde habitaban María y José.

Para armonizar ambas versiones, los evangelios relatan un censo ordenado por Roma que habría obligado a la Sagrada Familia a viajar a Belén. Este punto es cuestionado por algunos historiadores, quienes consideran poco probable la realización de un censo romano en Judea antes de la muerte de Herodes, cuando el territorio aún no estaba plenamente integrado al sistema imperial.

La hipótesis de un nacimiento en Nazaret tampoco está exenta de dudas. Aunque hoy es una ciudad reconocida, no aparece mencionada por historiadores del siglo I, como Flavio Josefo, quien sí enumeró decenas de poblaciones de Galilea.

¿Por qué no en diciembre?

“Pero la verdad es que en un 25 no nació. O no lo sabemos. Y es muy poco probable que haya sido en diciembre”, afirma Castro. Los evangelios no indican ni el día ni la estación del año, y algunos elementos del relato —como pastores cuidando rebaños al aire libre durante la noche— resultan poco compatibles con el invierno en esa región.

La elección del 25 de diciembre responde más a decisiones tomadas siglos después. Diversas celebraciones paganas del Imperio romano coincidían con el solsticio de invierno, entre ellas las Saturnales y la fiesta del Sol Invicto, celebrada precisamente ese día.

Registros que asocian el nacimiento de Jesús con la fecha conocida aparecen en textos del siglo III, como los atribuidos a Hipólito de Roma. La festividad comenzó a consolidarse durante el gobierno del emperador Constantino y fue oficializada posteriormente bajo Teodosio I, cuando el cristianismo ya se había convertido en religión del Imperio.

“Establecer la Navidad el 25 de diciembre era muy efectivo en la evangelización. Y, como historiador creyente, estoy convencido de que todas estas evidencias, o la falta de ellas en torno a la Navidad no deben afectar para nada la creencia”, concluye Castro.