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Una película sobre ese terrible deporte nacional llamado corrupción. | Foto: Foto: Especial para El País

ENTRETENIMIENTO

Corrupción, el tema de la nueva película de Harold Trompetero

La apuesta de Harold Trompetero para este 25 de diciembre, en las salas de cine, es ‘Nadie sabe para quién trabaja’, protagonizada por Róbinson Díaz.

20 de diciembre de 2017 Por: Por Isabel Peláez - redactora de El País

Lo han tildado de loco por estrenar su película ‘Nadie sabe para quién trabaja’, el 25 de diciembre, el mismo día en que Dago García presentará ‘El paseo de Teresa’, pero a Harold Trompetero eso no le preocupa. Dice que la suya es una película de humor negro para adultos, mientras que la de su colega es familiar con un tono más romántico.

El director, productor y guionista bogotano está de preestreno nacional hoy con una película que el describe como “de humor con limón, ácida hasta más no poder”.

Añade: “Me hace muchísimo más feliz decir que he hecho millones de espectadores en Colombia que decir que he logrado ventas internacionales. El cine es el principal creador de imaginarios de una sociedad”.

¿Si no hubiera sido director de cine qué habría sido?
Estaría viviendo en una selva en medio de indígenas. No me considero un cineasta, soy un creativo que hace películas, escribo libros, ayudo en campañas de publicidad...

¿Cómo llegó a ser director de cine?
Tengo un problema grandísimo, soy disléxico y mi ortografía es muy mala y me di cuenta que podía evadir escribir ensayos haciendo cosas con cámaras. Nunca mi interés fue ser cineasta, pero un día un productor me dijo que quería hacer una película conmigo. A mí me interesa es el contacto con el ser humano, no imitar ninguna cinematografía. Me voy a los barrios, a hablar con la gente, a investigar, y encuentro la película.

¿De niño qué quería ser?
Me encerraba en el baño y me imaginaba que inventaba cosas que hacían reír a todo el planeta y que a veces los hacía llorar. No sé si he hecho llorar a todo el planeta, pero por lo menos sí a todo el país.

¿De dónde surge su manera particular de reír?
Shakespeare decía que comedia es todo lo que le pasa al otro y tragedia es todo lo que me pasa a mí. Yo me río para no mostrar mi tragedia.

¿Por qué hacer una película sobre la corrupción?
A partir del ‘boom’ de corrupción que hay en el país, estudiamos este flagelo y vimos que la corrupción está en el día a día del ciudadano, es parte de nuestra idiosincrasia, no es exclusiva de las altas esferas políticas, nace en las esquinas, en los barrios. Decidimos contar la historia de un abogado, interpretado por
Róbinson Díaz, y de una contadora (Jessica Cediel), que resuelven cualquier problema legal sin importar los medios, solo los fines.

¿Desde el comienzo pensó en Róbinson Díaz y Jessica Cediel?
Siempre dijimos ‘El protagonista tiene que ser Róbinson Díaz’, porque este gran actor ha representado al colombiano promedio en papeles de mucha recordación. No lo conocía, escribimos el guion con él en la cabeza y al terminar lo hablamos y le fascinó.

Yo había trabajado con Jessica Cediel en ‘Todas para uno’ y a mí me encantó como actriz, le vi mucho potencial. Nos dijo que le daba muchísimo susto trabajar con Róbinson Díaz. Cuando le comenté a él, me preguntó: “¿Y esta vieja sí es buena?”, y le dije: “Confíe en mí, hermano, créame que sí”. Y logró hacer un papel maravilloso.

Robinson le dio toda la ayuda, es la única mujer en un universo de hombres y es la representación de lo duro que le toca a la mujer colombiana, a nivel laboral, sexual, es el papel dramático de la película que genera situaciones de comedia. Jessica va a llegar más lejos que Sofía Vergara en Hollywood.

¿Y cómo fue trabajar con Róbinson?
Es el actor más exigente con el que yo he trabajado en mi vida. Es una persona que lo confronta a uno, es un apasionado por lo que hace y quiere llevar eso a unos límites de perfección. Tiene una conexión con lo popular brutal. No es gratis que personajes emblemáticos como El Cabo, El Mago Kandú o que haya hecho películas como ‘La pena máxima’, ‘La gente de la Universal’ o ‘La estrategia del caracol’.

Él es un universo cultural propio, para mí Róbinson Díaz es el García Márquez de la actuación. Es muy generoso. No te imaginas, el guion lo había rayado, tenía miles de notas y propuestas. Estar a la altura de este tipo es muy difícil, pero es muy rico porque hace que los productos se vuelvan grandiosos.

¿Por qué enfrentarse al rey de la comedia, Dago García, estrenando el 25 de diciembre, cuando él también presenta ‘El paseo de Teresa’?
No lo veo como una competencia. El 25 de diciembre es el día donde más va a cine la gente en Colombia, es la mejor fecha del año para lanzar un película. No quiero competir con Dago. ‘Nadie sabe para quién trabaja’ es una comedia negra, fuerte, es un humor para adultos. Hemos hablado con Dago y no hemos visto problema. Cada una tiene su público.

¿Qué proyectos tiene con Netflix?
Netflix acaba de adquirir la película que lancé año pasado, ‘Los oriyinales’. Y ‘Nadie sabe para quién trabaja’ ha tenido tan buena receptividad en la crítica que haremos una secuela.

El año entrante venimos con la comedia ‘La fiesta’, que habla de cómo en Colombia todo se vuelve una rumba y con un drama sobre un niño autista que construye el mundo a través de su imaginación.

¿A qué otros actores convocó para la película?
Está Primo Rojas con un humor muy sarcástico, que le da un trasfondo ácido a la película. Y están los comediantes Diego Mateus y Diego
Camargo, pero desde una perspectiva más actoral que humorística, y grandes actores como Francisco Bolívar que se hace un papelazo en esta película, Germán Quintero, Hernán Méndez, Claudio Cataño.

Estamos haciendo una comedia muy popular, con un trasfondo muy profundo y para eso requeríamos de unos actores con gran formación y un tono de humor más editorial, fino, negro.

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