Carlos III rompe moldes en la celebración oficial de su cumpleaños con curioso detalle

Luego de una espera casi eterna y de una coronación más bien austera, y en medio de muchos conflictos familiares, Carlos III ya está posicionado de forma oficial en el trono británico y lo que queda del año empezará a vivir sus “primeras veces” como actual rey en celebraciones tradicionales en las que su madre, la fallecida Isabel II, era la protagonista.

Después de la ceremonia de coronación que se dio el pasado 6 de mayo, el primer evento oficial magno que sigue para Carlos es la celebración de su cumpleaños, que por años se ha conocido como Trooping The Colour y en el que hay una muestra solamente de revistas y desfiles militares que terminan en una demostración aérea que adorna el tradicional balcón del Palacio de Buckingham, donde los reyes, ahora Carlos III y Camilla, saludan a sus “súbditos”.

Cabe recordar que Carlos nació el 14 de noviembre de 1948. Sin embargo, tres monarcas atrás a su reinado se decidió que en junio se haría una celebración especial y magna para aprovechar el verano inglés y sus buenas temperaturas, de manera de poder hacer demostraciones al aire libre y darle la oportunidad al pueblo británico de participar en el festejo, pues la mayor parte del año Londres y gran parte del territorio anglosajón es lluvioso y gris.

Hay una tradición en esta celebración y es que el monarca actual hace parte del desfile militar que se da en la primera jornada del evento, encabezando la milicia real y montando a caballo, actividad que Isabel realizó hasta 1986. Allí, uno de los regimientos de los Foot Guards desfila con su estandarte y recibe el saludo militar del monarca en vivo. Sin embargo, Isabel II luego lo hacía desde un carruaje.

Pero ahora el rey es Carlos y aparentemente no tienen ningún impedimento para retomar la tradición y sacar uno de los mejores ejemplares equinos que tiene la familia real para hacer su paseo por The Mall, desde el Palacio de Buckingham hasta Horse Guards Parade, rompiendo así el molde que su madre había ya establecido, cambiando una costumbre milenaria que viene de los tiempos en que la armada hacía este desfile antes de ir a la guerra.

Luego de que Carlos III haga esta demostración de un nuevo poder en el trono británico, se dirigirá al balcón de su palacio donde, junto a su reina consorte Camila y toda su familia, verán cómo jets de guerra hacen honor a la bandera británica dejando columnas de humo rojas, blancas y azules sobre todo el palacio, mientras millones de espectadores lo celebran desde los alrededores de la casa real.

Una de las grandes incógnitas es quién estará con Carlos en dicha celebración, pues en vida de Isabel II estaban todos sus hijos y sus respectivos nietos, haciendo énfasis en los primeros que están en la línea de sucesión al trono, sin embargo, ahora, sin la legendaria reina, el asunto familiar es diferente, pues existen varias enemistades latentes que harán cambiar la postal de este 2023.

Lo más seguro es que el príncipe Harry no viaje a Londres para esta celebración, ya que él ya no tiene el deber de cumplir con esta cita. Ahora, en caso de asistir, sería de la misma manera que lo hizo a la coronación del rey, en solitario, pues su esposa Meghan Markle y sus dos hijos, Archie y Lilibeth, se quedarían en Estados Unidos.

Otra de las incógnitas es si el príncipe Andrés hará presencia en la ceremonia, pues él fue despojado de la mayoría de sus títulos y sigue restringido en cuanto a apariciones públicas como miembro activo de la familia real, debido a lo salpicado que está con el caso de Jeffrey Epstein.