Educación
Viajemos sin ver, seis maravillosos cuentos para leer en braille, hechos por estudiantes caleñas
Estudiantes de Diseño de la Comunicación Gráfica de la Universidad Autónoma de Occidente, UAO, crearon y diseñaron el libro ‘Viajemos sin ver’, que permite que niños con baja visión o con discapacidad visual y ceguera puedan leerlos haciendo uso de su sentido del tacto.
Por: Fernando José Bejarano Zorrilla, especial para El País
Inspiradas en la idea de co-crear con la comunidad y aportar al bienestar social en Cali, Sara María Gómez y María José Paredes, dos jóvenes caleñas estudiantes de Diseño de la Comunicación Gráfica de la Universidad Autónoma de Occidente, UAO, desarrollaron su proyecto de grado con el Instituto para Niños Ciegos y Sordos del Valle del Cauca.
Las universitarias crearon y diseñaron el libro ‘Viajemos sin ver’, un material editorial que contiene seis cuentos en tres tomos, cada uno con doce páginas, que cumplen con los criterios perceptuales hápticos (modo de acceder a la información exclusivamente con el uso activo de las manos y dedos), para que los niños con baja visión o con discapacidad visual y ceguera puedan leerlos de manera correcta, haciendo uso de su sentido del tacto.
El libro ‘Viajemos sin ver’, que hace parte del proyecto de grado ‘Diseño de material editorial didáctico y perceptual para niños con diferentes discapacidades’, cuenta con la representación de símbolos alfabéticos y numéricos en braille, tipografía grande, macro tipografía, imágenes en relieve y diferentes texturas que les permiten a los niños entender los cuentos de una manera más sencilla y dinámica.
El proyecto empezó con el objetivo de entregarles a los niños ciegos del instituto un material editorial que cumpliera con todas las características táctiles, porque actualmente en la biblioteca de la entidad y en otras bibliotecas de Cali, como la Departamental o la Sala Consentidos de Comfandi, no se encuentran libros que cumplan en su totalidad con esos requisitos o criterios que debería tener un libro para una persona ciega o con baja visión.
“Nosotras empezamos el anteproyecto con el propósito de hacer algo inclusivo, que tuviera que ver con la educación, luego lo fuimos acotando con la pasantía comunitaria que hicimos con el instituto, que fue un proyecto editorial en el que se hicieron unos cuentos con los estudiantes de segundo grado que tenían diferentes discapacidades visuales y como resultado de los talleres que hicimos, quedaron unos cuentos y tres tomos de los cuentos de los niños”, asegura Sara Gómez.
Origen de los cuentos
La iniciativa surgió porque María José siempre había querido culminar su carrera universitaria con un proyecto social, mientras que Sara, su compañera, deseó enfocar su proyecto de grado haciendo algo educativo, tomando como inspiración a su madre, que es profesora escolar.
El anteproyecto lo empezaron a realizar en el año 2021, cuando tuvieron que tomar dos semestres de la asignatura Investigación y ahí ellas decidieron que querían hacer su proyecto de grado a través de una pasantía comunitaria, que es una de las modalidades que tiene la Universidad Autónoma de Occidente para el trabajo de grado.
Cuentan las estudiantes que cuando matricularon trabajo de grado hace un año, quedaron de entregar el proyecto a finales del segundo semestre del 2022, sin embargo, no alcanzaron, así que pidieron una postergación y lo pudieran entregar el 9 de marzo del presente año.
Para la formulación del proyecto, Sara y María José identificaron diversas falencias, pero todas tenían en común que no lograban ser totalmente inclusivas con los diferentes niveles de visión; además, de que no estimulaban el sentido táctil y no ayudaban al reconocimiento de formas básicas (por medio de relieves, troqueles y texturas) lo que es muy importante en esa etapa de aprendizaje, no solo la de lecto-escritura sino en la formación completa del estudiante.
Comunidades de niños beneficiados
En la actualidad el Instituto para Niños Ciegos y Sordos no es el único centro educativo que trata niños con diferentes niveles de discapacidad visual en la ciudad de Cali, ya que la ley de inclusión (Ley Estatutaria 1618 de 2013) exige que los colegios públicos deben aceptar niños que tienen diferentes capacidades visuales. Por lo tanto, las universitarias Gómez y Paredes aclaran que la mayor parte de los colegios en la región todavía no disponen del material en las bibliotecas para poder realizar una educación inclusiva con estos niños.
El principal objetivo de los libros es que funcionen para niños con discapacidad visual, de baja visión e invidentes que se encuentran en cualquier colegio de Cali. No obstante, también los pueden leer cualquier niño, porque a pesar de que la palabra inclusión hace referencia a los menores con discapacidad, uno sin discapacidad o solamente con discapacidad auditiva, también puede leerlos, porque no solamente abarcan la parte tangible y de sentidos sensoriales, sino que también la parte visual y gráfica.
“En los libros intentamos que fuera para todo el mundo y que tuviera el braille, el abecedario en tinta, ilustraciones con colores atractivos y que incluyera la parte táctil de alto y bajo relieve”, manifiesta María José.
Otro objetivo de los libros es que los niños también pudieran adquirir pasión por la lectura, por los cuentos y que de alguna manera, eso contribuya a su educación.
Proceso de elaboración
Doce niños de segundo grado del Instituto para Niños Ciegos y Sordos participaron del proyecto, con el propósito de crear un material inclusivo que reconociera sus necesidades y fuera completamente funcional. Para lograrlo, asistieron a siete talleres de creación literaria y desarrollo de personajes dirigidos por Sara y María José. Durante este proceso, escribieron los cuentos y diseñaron los personajes que protagonizarían los tres volúmenes del libro.
“Hicimos talleres de creación de personajes, de escritura y otro explicando cómo es la estructura de un cuento, porque los niños apenas estaban empezando a leer y ellos mismos crearon sus historias”, comenta Sara Gómez sobre estas actividades.
Como lo decía la universitaria Gómez, los cuentos infantiles que hacen parte del juego de libros fueron creados por los niños con los conceptos que ellos tienen, algunos hablan de personajes principales como sirenas, un vampiro, un tiburón o una mariposa.
Cada uno de los talleres era la construcción de una parte de cada historia, entre ellos se destacan:
- La creación del personaje por parte de los niños.
- El relato oral de un cuento por parte de Sara y María José.
- La enseñanza de la estructura del cuento también por parte de Sara y María José.
- En diferentes actividades ellos iban construyendo toda la historia.
En cuanto a la metodología de escritura de los cuentos por parte de los niños, los menores ciegos usaron una pizarra para escribir en braille, con un punzón; mientras que aquellos con baja visión lo hicieron con papel y lápiz.
“Nosotras nos encargamos de leer tanto los escritos en tinta como los de braille, así, haciendo la transcripción de cada letra, poquito a poquito, hasta que dábamos con el cuento; claramente son niños que apenas están aprendiendo a leer y posteriormente nosotras hicimos un proceso de redacción, de conectores y de esta manera ajustamos la historia”, aseguran las universitarias.
Posteriormente, esto se imprimió para los cuentos finales. El braille se imprimió en la sala Hellen Keller, de la Biblioteca Departamental.
Sara Gómez, estudiante de Diseño Gráfico y una de las creadoras del libro ‘Viajemos sin ver’.Queríamos que el proyecto no solamente se quedara en una investigación, sino que se convirtiera en algo tangible y le quedara también al Instituto.
El legado
La investigación que llevó a la elaboración del libro servirá como un antecedente para la creación de futuros proyectos de material editorial inclusivo, comentan las jóvenes.
“El objetivo fue dejar un manual donde la gente se pudiera apoyar para la educación inclusiva. Asimismo, otras entidades o casas culturales que hacen diferentes actividades en pro de la comunidad, podrán apoyarse en esto con el fin de fomentar la construcción de material editorial para niños con discapacidad visual, porque producirlo en el Valle del Cauca y otras regiones del país es muy complejo y muy costoso”, manifestó Sara Gómez.
Asimismo, las universitarias concluyen que estos libros quedan abiertos para que puedan ser una pauta para la creación de más textos y para que diferentes disciplinas que quieran retomarlo puedan extraer de ahí lo mejor de este proyecto.
Finalmente, afirman las creadoras, que estos libros fueron donados a la biblioteca del Instituto para Niños Ciegos y Sordos del Valle del Cauca, sin embargo, en la actualidad las dos estudiantes los pidieron prestados por un tiempo para terminar actividades académicas y postularlos a los premios RAD, que reconoce los mejores proyectos en diseño de Colombia.
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