Salario mínimo en 2026: ¿Alzas benefician o perjudican a los más vulnerables?; esto es lo que revela un informe

Los gremios de empresarios y sindicatos no lograron pactar un acuerdo para el aumento del salario mínimo de 2026 por la amplia distancia entre las propuestas, así que el Gobierno Nacional será el encargado de fijar un nuevo plazo de concertación o establecer el valor salarial vía decreto presidencial.

Mientras se anuncia el futuro del incremento salarial, existen interrogantes sobre los efectos reales de los aumentos significativos en esta variable económica. ¿Terminan favoreciendo a los más vulnerables o, por el contrario, profundizan las brechas de desigualdad?

Diversos sectores señalan que existen riesgos de un ajuste desproporcionado del salario mínimo por sus repercusiones en la inflación del año venidero.

La indexación de precios podría impedir que Colombia alcance en 2026 el rango meta del Banco de la República, ubicado entre 2 % y 4 %, lo que significaría el sexto año consecutivo incumpliendo este objetivo.

La entidad monetaria resalta que la inflación y los ajustes del salario mínimo demuestran una estrecha relación, en la que parte del ajuste salarial se indexa a la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC).

“Sin embargo, en los últimos años los incrementos han superado ampliamente la suma de la inflación con la productividad. En 2023, el IPC cerró en 9,28 % y la productividad en 1,22 %, mientras que el salario mínimo aumentó 16 %, frente al 10,61 % que indica la teoría. Aunque en 2024 la inflación descendió a 5,20 %, en 2025 se consolidó el impacto de dos aumentos desproporcionados consecutivos: el ajuste del 9,50 % frente a la inflación del año anterior, introdujo rigidez en varias divisiones de gasto como el transporte, la vivienda, algunos servicios, entre otros. Estancando nuevamente la inflación a niveles similares a los vistos durante el año 2024”, señala el informe.

Según la entidad financiera, el problema se agudiza considerando que el 55 % del empleo colombiano es informal. En 2015, el 73 % de los trabajadores del mercado laboral informal recibían menos de un salario mínimo mensual legal vigente, cifra que en 2025 aumentó a 78 %, un incremento de 5 puntos porcentuales.

En cambio, en el mercado formal la proporción de personas que ganan menos de un salario mínimo mensual se redujo, pasando de 17 % en 2015 a 15 % en 2025.

Efectos en vivienda

El estudio alerta sobre los efectos del incremento del salario mínimo en Colombia y su impacto en el precio de las viviendas a personas de bajos ingresos: la Vivienda de Interés Social (VIS), cuyo precio no puede superar los 135 salarios mínimos mensuales, y la Vivienda de Interés Prioritario (VIP), con un tope de 90 salarios mínimos.

• Álvaro Uribe (ambos mandatos): Aumentos de VIS entre $13,4-$14,4 millones y VIP entre $9,6 millones, con variaciones del 24 %-28,8 %.
• Juan Manuel Santos (primer mandato): Menor incremento histórico con $13,6 millones (VIS) y $9,1 millones (VIP), variación del 18,3 %. En el segundo mandato alcanzó 24,5 %.
• Gustavo Petro: Mayor incremento proyectado con $78 millones (VIS) y $52,2 millones (VIP), alcanzando una variación del 48,6 %.

“En conclusión, surge un interrogante para la población colombiana:¿son realmente beneficiosos los incrementos significativos del salario mínimo? O, por el contrario, ¿se convierten en un círculo vicioso que, lejos de garantizar el acceso a bienes y servicios para los sectores más vulnerables, termina impulsando el aumento generalizado de precios y alejándonos del objetivo de reducir las brechas de desigualdad en el país?”, puntualiza el informe.