Salario mínimo: empresarios y sindicatos no logran acuerdo; aumento para 2026 podría ir por decreto

La negociación para definir el salario mínimo de 2026 cerró su primera etapa sin acuerdo entre empresarios y centrales obreras, luego de vencerse uno de los plazos clave establecidos en la mesa de concertación tripartita.

La falta de consenso abre el camino para que el Gobierno nacional evalúe nuevas rondas de diálogo o, en su defecto, fije el incremento mediante decreto presidencial.

El resultado fue confirmado por el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Fabio Arias, quien explicó que las posturas se mantuvieron firmes desde el inicio de la discusión. Según el dirigente sindical, el objetivo principal de los trabajadores es reducir la brecha existente entre el salario mínimo legal y el costo real de la canasta básica familiar en Colombia.

Arias señaló que el debate comenzó con la presentación de un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el que se advierte una brecha cercana al 50 % entre el salario mínimo y los gastos básicos de un hogar. Para las centrales obreras, este diagnóstico justificaba la necesidad de un incremento de dos dígitos que permitiera avanzar en el cierre de esa diferencia.

Desde el sector sindical se insistió en que la intención siempre fue alcanzar una concertación, pero bajo la premisa de un aumento considerado justo. En ese sentido, los trabajadores mantuvieron su propuesta de un alza del 16 %, con la cual el salario mínimo llegaría a $1.650.680, más un auxilio de transporte de $232.000.

En contraste, los gremios empresariales sostuvieron una propuesta de incremento del 7,21 %, cifra que elevaría el salario mínimo a $1.525.598, con un auxilio de transporte de $214.420. Esta diferencia porcentual fue determinante para que la negociación entrara en un punto muerto, sin posibilidad de acercamientos en el primer plazo formal.

El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, confirmó que no fue posible alcanzar un acuerdo y explicó que el procedimiento legal ahora contempla la presentación de salvedades por parte de empresarios y trabajadores. Estos documentos deberán ser radicados ante el Ministerio, donde cada sector expondrá sus argumentos frente a las propuestas de la contraparte.

Sanguino indicó que, una vez analizadas esas salvedades, el Gobierno decidirá si habilita espacios bilaterales o jornadas extraordinarias de negociación, lo que ha sido denominado como un “segundo tiempo” en la concertación. De no prosperar ese escenario, el incremento del salario mínimo será definido por decreto, con fecha límite hacia finales de diciembre.

El propio ministro reconoció que, si las posiciones se mantienen tan distantes, el decreto será la vía más probable, como ocurrió en los últimos dos años. Durante el actual gobierno, solo el incremento del primer año fue concertado, mientras que los aumentos de 2024 y 2025 se fijaron de manera unilateral, con alzas de 12 % y 9,54 %, respectivamente.

Desde las centrales obreras se ha reiterado que un decreto permitiría al Ejecutivo optar por un incremento de dos dígitos. Por su parte, los empresarios han advertido que un aumento elevado podría impactar los costos de producción y el empleo, especialmente en las micro, pequeñas y medianas empresas.