Colombia, Venezuela y otros países con aumentos históricos del salario mínimo; así fue el impacto

El incremento del salario mínimo decretado por el presidente Gustavo Petro para 2026, que fija la remuneración en $2.000.000 mensuales con un aumento del 23,78 %, fue un ajuste sin precedentes en la historia económica reciente de Colombia.

El Gobierno ha defendido la medida como una herramienta para mejorar el ingreso de los trabajadores y reducir el desempleo. Sectores económicos advierten posibles presiones sobre la inflación, los arriendos —indexados al IPC—, los alimentos, los servicios públicos y el transporte, pero los efectos solo podrán evaluarse con el paso del tiempo.

Bolivia: aumento del 20 % y énfasis en el poder adquisitivo

Entre los casos recientes está Bolivia, donde el presidente electo de centro-derecha, Rodrigo Paz Pereira, decretó un incremento del salario mínimo del 20 % para 2026, al pasar de 2.750 a 3.300 bolivianos.

“Mi prioridad absoluta es proteger su bolsillo mientras estabilizamos el país”, afirmó el mandatario.

Turquía: alza del 27 % en un contexto inflacionario

Turquía también optó por un aumento significativo del salario mínimo para 2026, del 27 %, hasta las 28.075 liras turcas (unos 655 dólares), en un intento por mitigar los efectos de una inflación cercana al 31,07 %.

No obstante, medios locales han advertido sobre el riesgo de incrementos acelerados en los precios. El ministro de Comercio, Ömer Bolat, aseguró que el Gobierno no permitirá abusos tras la medida.

“No vamos a tolerar que haya empresas que intenten aumentar los precios o imponer alzas con el pretexto del salario mínimo; oportunistas que intenten elevar los precios en la misma proporción que el aumento salarial”, dijo al diario Daily Sabah.

Croacia y la experiencia europea

En Europa, Croacia incrementó su salario mínimo en enero de 2025 en un 15,5 %, pasando de 840 a 970 euros mensuales. Un estudio de Eurofound indicó que durante ese año los salarios mínimos aumentaron de forma sustancial en la mayoría de países de la Unión Europea y, en muchos casos, por encima de la inflación, lo que se tradujo en una mejora del poder adquisitivo.

Sin embargo, el mismo informe alertó sobre el impacto del costo de la vivienda en los ingresos: “Quienes perciben el salario mínimo gastan una proporción significativamente mayor de sus ingresos en vivienda (34,8 %, frente al 26,2 % en promedio), y muchos jóvenes que reciben el salario mínimo no pueden mudarse de la casa de sus padres”.

Alemania: más salario, menos horas trabajadas

Alemania registró uno de los incrementos más altos de los últimos años en octubre de 2022, cuando el salario mínimo subió un 22,2 %, de 9,82 a 12 euros por hora.

De acuerdo con un estudio del Institute of Labor Economics, la medida elevó los ingresos de los trabajadores, pero también redujo el número de horas trabajadas, especialmente entre quienes tenían minijobs: empleos de baja remuneración y corta duración.

Venezuela y el antecedente de 2011

En el debate colombiano, Venezuela suele aparecer como referencia por compartir frontera y por su crisis económica prolongada.

En 2011, el entonces presidente Hugo Chávez decretó un aumento del salario mínimo del 30 %, una decisión que algunos analistas consideran desproporcionada y que vinculan con el deterioro económico posterior.

Otros sectores, en cambio, atribuyen la crisis venezolana en gran parte al bloqueo económico impuesto por Estados Unidos.