Bancolombia proyecta una mayor aceleración económica para Colombia en el próximo año

La Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia presentó este miércoles su actualización de perspectivas para la economía colombiana, en la que proyecta que el país experimentará una aceleración económica en 2026.

De acuerdo con el informe, el Producto Interno Bruto (PIB) aumentaría 3,2% el próximo año, una cifra superior al 2,9% anticipado para el cierre de 2025.

Según la entidad financiera, buena parte del dinamismo proyectado estará asociado al fortalecimiento del consumo, que continuará siendo el eje de la demanda interna. El banco señala que, pese a un contexto de tasas de interés elevadas, el consumo privado se verá respaldado por el flujo constante de remesas del exterior y por un mercado laboral que mantiene niveles de resiliencia.

Este comportamiento permitiría que los macrosectores de comercio, transporte, alojamiento y comidas (CTAC), así como el agropecuario y el entretenimiento, se consoliden nuevamente como los principales motores de crecimiento económico en el país.

Para Bancolombia, el impulso de estas actividades será determinante para sostener la recuperación en medio de un entorno global que sigue mostrando señales de incertidumbre.

En cuanto a la inflación, el informe prevé que el índice de precios al consumidor cierre 2026 en 5,0%. La persistencia de presiones en los precios de los servicios y el efecto de la indexación, derivado del aumento estimado del salario mínimo para el próximo año, serían los factores que impedirían una corrección más rápida del indicador hacia la meta del Banco de la República.

Sobre la política monetaria, Bancolombia anticipa que el país mantendrá durante buena parte del año una postura contractiva. La tasa de interés de referencia terminaría 2025 en 9,25%, sin cambios, y aumentaría en tres ocasiones a lo largo de 2026, hasta ubicarse en 10,00% hacia el cierre del año.

La entidad argumenta que este comportamiento buscaría anclar las expectativas de inflación y evitar efectos de segunda ronda, en un contexto en el que aún persisten riesgos tanto internos como externos.

Entre ellos destacan posibles choques en los precios de los alimentos, fluctuaciones del dólar y tensiones geopolíticas que podrían impactar los mercados internacionales.

“Lo anterior mantendría la postura en terreno contractivo y buscaría anclar las expectativas de inflación para evitar efectos de segunda ronda, en un entorno donde la inflación aún no alcanzaría la meta y en el que todavía persisten riesgos externos e internos”, concluyó la entidad bancaria en su informe sobre la actualización de perspectivas.