¡Faltó el gol! Deportivo Cali y Nacional empataron en un entretenido partido

Faltó el gol. Solo eso. Porque fútbol hubo. Y oportunidades de vencer la valla contraria, por montones. Como pudo ser para el Cali la victoria, también pudo serlo para el Nacional. Al final, los dos equipos se fueron con el 0-0 a casa, en un partido dinámico, intenso y entretenido.

Rotación de la pelota, presión alta y remates de media distancia. Esa fue la fórmula que utilizaron los jugadores de Lucas Pusineri para vencer a los verdolagas en la primera mitad del partido. El conjunto de Juan Carlos Osorio tenía problemas en la salida y perdía el balón con facilidad.
Pudo irse en ventaja el Cali en el minuto 4, cuando Carlos Rodríguez envió un cabezazo por encima del larguero, tras un balón que supo robar Agustín Palavecino.

Y en adelante vino una maratón de remates de media distancia que unas veces encontraron bien posicionado al arquero José Fernando Cuadrado y otras se fueron ligeramente desviados. Lo intentaron Palavecino, Rodríguez después, posteriormente Kevin Velasco, más tarde Juan Dinenno, luego Juan Camilo Angulo, pero la valla visitante se mantuvo intacta.

Nacional intentaba algunas escaramuzas con Pablo Ceppelini por la izquierda o Helibelton Palacios por la derecha, pero luego copió la fórmula de los remates de media distancia y también logró inquietar al arquero caleño Johan Wallens, que atajó un duro disparo de Jarlan Barrera abajo, en el minuto 28, y otro del mismo volante en el 46, mediante una bonita estirada. Esa pelota tenía sello de gol. A las duchas con el 0-0.

Si los primero 45 minutos fueron del Cali, los otros 45 fueron para Nacional. En esa etapa complementaria fue el visitante el que tuvo la iniciativa, generando peligro constante por la banda izquierda y desprendiendo disparos contra Wallens, que a la postre se hizo figura.

Cuando no fue el arquero caleño el que ahogó el grito de gol del Nacional, fueron los palos. Solo en el minuto 80 hubo dos remates consecutivos en los postes. Uno de Hernán Barcos, de cabeza, y el otro, un zurdazo de Daniel Muñoz.

Pero antes de eso, el juvenil Andrés Arroyo, de apenas 17 años, tuvo en su botín derecho el triunfo para el Cali. Los azucareros emprendieron un contragolpe, Nacional ignoró a Arroyo, que acababa de ingresar al campo, el jugador se robó toda la zona derecha, enfrentó a Cuadrado y este le ganó el duelo. Pusineri llamó a la raya al muchacho y le dio un beso en la frente para animarlo.

Faltó el gol. Solo eso. Pero fueron 90 minutos repartidos, en un juego de esos donde el 0-0 también vale.