Urrao, el pueblo de 'Rigo', vivió su propia fiesta

Los urraeños no podían estar más orgullosos. Ayer el parque central del pueblo se llenó de propios y extraños, que querían ver cómo el hijo más querido del pueblo era capaz de llegar a París y hacerse al lado del mejor ciclista del mundo.

Una pantalla gigante fue el epicentro para que los lugareños fueran llegando poco a poco. Todos humildes como Rigoberto, llenos de ganas de vivir y orgullosos porque uno de los suyos una vez más les recordaba al país y el mundo que hay un pueblo llamado Urrao.

“Un saludo a todos los colombianos, a mi pueblo, mi familia, todos los que me han apoyado durante todo este tiempo”, dijo en medio de la emoción el corredor del Cannondale que se metió a la historia.
La bandera colombiana, más presente que nunca. De un lado para el otro en el parque, muchos niños vestidos de ciclistas en honor a su héroe celebraron el segundo lugar de ‘Rigo’.

La fiesta no podía ser mejor y cerró con broche de oro. Durante los 21 días de carrera estuvieron pendientes de su coterráneo, que, en especial los últimos tres, lo dejó todo para quedarse con el puesto de privilegio en la competencia.