TENIS
"Muchachos, cambiaron la historia", la opinión de Felipe Berón sobre Cabal y Farah
El entrenador fue uno de los primeros en trabajar con la pareja de tenistas vallecaucanos a muy temprana edad.
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15 de jul de 2019, 02:20 p. m.
Actualizado el 23 de may de 2023, 08:25 p. m.
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Si tuviera que definir a Juan Sebastián Cabal y a Robert Farah en una sola palabra, escogería el compañerismo.
Ese mismo que les permitió conseguir el sábado un logro histórico para el tenis y el deporte colombiano.
A Juan Sebastián y Robert los conocí a los 12 y 11 años, respectivamente. Ambos se destacaban mucho a nivel nacional y por eso Colsánitas decidió vincularlos a su equipo, que yo entrenaba.
Ese par de niños necios, molestones, ‘mamagallistas’, empezaron a entrenar conmigo en la Liga Vallecaucana de Tenis.
En ese tiempo teníamos un gran equipo. Entrenábamos también con Alejandro Falla, Romy Farah —la hermana de Robert—, José Orozco y como parte del equipo técnico estaba Patrick Farah, papá y formador de Robert.
Juan Sebastián y Robert, además de ser uno muy ‘mamagallista’ y el otro un poco más malgeniado, eran excelentes seres humanos.
En su época de adolescentes vivían locos por las mujeres. Robert era muy pintoso y las niñas lo buscaban por eso, pero él era un poco tímido.
A pesar de los sacrificios, de no poder ir a fiestas, de tener que cuidarse, ellos siempre trataron de llevar una vida normal. Nos tocaba viajar siempre, era una convivencia permanente con ellos y eso los ayudó a madurar.
Como tenistas siempre fueron muy talentosos y se fueron puliendo hasta convertirse en campeones nacionales en todas las categorías.
Se destacaron después a nivel suramericano, primero en infantiles, luego en juveniles y a nivel júnior.
Me siento afortunado por haber tenido la oportunidad de vivir todo ese proceso de esos muchachos que llegaron para cambiar la historia del tenis colombiano.
Sin embargo, a esa carrera maravillosa la vi peligrar en dos momentos: primero, cuando Robert decidió irse a estudiar su carrera universitaria a Estados Unidos; segundo, cuando Juan Sebastián tuvo una grave lesión de rodilla que lo obligó a dejar las canchas por año y medio.
Pero Robert volvió al equipo y Sebas, con todo el apoyo de Colsánitas, se recuperó y a su vuelta decidió dedicarse de lleno al dobles.
En ese camino hay un logro de Sebas que lo cambió todo. Fue en el 2011, cuando llegó a la final de Roland Garros con el argentino Eduardo Schwank. Para ese torneo Robert no clasificó por su escalafón ATP, pero el gran torneo de Sebas los ayudó a catapultarse para participar en torneos más grandes.
Dedicarse a los dobles fue una decisión arriesgada, sobre todo porque ambos lo hacían bien en sencillos, pero ellos estaban convencidos de que podían hacer historia.
El conocerse tan bien por fuera y dentro de la cancha hizo menos difícil el proceso. Son como hermanos y eso les da la estabilidad que necesitan como pareja.
Solo quiero agradecerles por hacer crecer el tenis colombiano, por ser ejemplo para nuevas generaciones. Los felicito y estoy muy orgulloso.
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