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Imagen de la academia del Club de Tenis de Cali. | Foto: Bernardo Peña - El País

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El Club de Tenis de Cali, cien años de su legado en el deporte colombiano

La entidad deportiva celebra este año su centenario de vida. Una historia de tradición tenística y, sobre todo, familiar.

11 de marzo de 2022 Por: Juan Carlos Pamo Sánchez - Reportero de El País

La transformación de Cali en los últimos 100 años ha marcado un desarrollo en todos los aspectos que convirtieron a la capital vallecaucana en una de las principales ciudades de Colombia y en la puerta de entrada de la costa Pacífica al interior del país.

Transcurrían los primeros años del Siglo XX cuando la ‘Sucursal del Cielo’ se alzaba con sus primeras expresiones de ser uno de los mejores vivideros para propios y extraños.

Era la época de una Cali que comenzaba su desarrollo con las primeras vías pavimentadas, la llegada del tranvía a la ciudad y el primer aterrizaje de un avión; muchos cambios para una sociedad caleña que se maravillaba y enamoraba de las bondades de la transformación.

Poco a poco Cali se iba convirtiendo en un sitio atractivo para turistas. El centro de la ciudad estaba marcado por una arquitectura colonial, casas y puentes como el histórico Puente Ortiz, que llegó a resistir la circulación de los primeros carros para luego ser testigo de la naciente Avenida Colombia. Y justo allí, en ese punto, al lado del río tutelar de la ciudad, donde hoy funciona el Centro Administrativo Municipal, CAM, se dieron los primeros bosquejos del nacimiento del Club de Tenis de Cali, uno de las instituciones deportivas más emblemáticas y tradicionales del país, que este año llega a su primer centenario de vida.

“Podemos decir que el club nació con la llegada a nuestra ciudad de algunos profesionales de nacionalidad alemana que vinieron a trabajar en la que ese entonces era la Cervecería Germania. Comenzaron a practicar el tenis y contagiaron a los caleños del deporte ‘blanco’. Tomó forma y se conformó lo que es la Corporación Club de Tenis de Cali y allí, en ese punto de la ciudad, estuvieron durante cincuenta años”, explicó Carlos Navarrete, actual presidente de la junta directiva del club.

Mientras los habitantes de la ciudad eran testigos del avance de la ciudad en materia de infraestructura vial con la pavimentación de barrios tradicionales como San Nicolás, El Obrero, San Antonio, El Peñón y Granada, esos primeros extranjeros que llegaron a Cali fueron los que abrieron la posibilidad para que muchos más ciudadanos del mundo, y especialmente europeos, se trasladaran a la ciudad y adoptaran a esta como su casa.

“Allí hubo muchos tenistas que eran alemanes e italianos. Era una sede de unas cinco canchas apenas, pero siempre dentro de un ambiente familiar y sin envidias. En la antigua sede estuvimos durante cincuenta años antes de trasladarnos a la actual que está en el sector de Pampalinda”, comentó Edith de Borgenicht, la corporada (término que usan para referirse a los socios) más antigua del club.

Doña Edith, ciudadana alemana nacida en la ciudad de Gotha, llegó a Cali a los 4 años junto a sus padres y desde el año 1951 se hizo parte del club.
“Cali era muy pequeña, mis padres eligieron vivir acá porque era una de las ciudades que tenía agua potable y el clima les encantó. Para darles una idea de cómo era la ciudad, cuando nació mi primera hija, el Hospital Universitario del Valle aún no existía, el sector de Versalles tampoco y lo que ahora es La Flora, menos, era como ir al final del mundo (risas…). No había centros comerciales, ni supermercados, íbamos a mercar a la galería Alameda”.

Y es que el crecimiento de la Capital Deportiva de América fue de la mano con la del Club de Tenis. En el año de 1967 y ante el desarrollo de la ciudad y la proximidad de los Juegos Panamericanos de 1971, la Administración Municipal requirió la sede del club en el norte de la ciudad para construir en sus terrenos lo que hoy en día conocemos como el CAM.

“Coincidiendo con la realización de los Panamericanos del 71, las autoridades locales de la época ofrecieron un enroque de predios y nos dieron este que tenemos actualmente en el barrio Pampalinda con una extensión de 27 mil metros cuadrados. En este que ha sido nuestro nuevo hogar ya cumplimos cincuenta años”, agregó el presidente de la junta directiva.

Las justas panamericanas de 1971 no solo partieron la historia de Cali en un antes y un después, sino que tuvieron el mismo efecto en el Club de Tenis de Cali, que también se vio beneficiado.

“Ese sitio era un potrero, era el extremo sur de Cali. Aquí comenzamos a construir el edificio, luego el gimnasio y cuatro canchas. Hoy en día ya tenemos 13 y está el proyecto para desarrollar una cancha 14, tipo estadio, con algunas graderías; ese es el legado que queremos dejarle al club con la celebración de los cien años”, apuntó Carlos Navarrete.

El legado familiar
Si hay una característica que marca la historia del Club de Tenis de Cali no solo es promover la práctica de tenis entre niños, jóvenes y adultos a nivel formativo y recreativo, sino fomentar el desarrollo integral de las personas y estimular la socialización entre sus socios o corporados.

Es común encontrar familias enteras que han hecho parte del club en un legado que ha ido de generación en generación. Dice la historia que arrancó con cerca de 40 corporados y en la actualidad ya son 284 los que gozan de los beneficios de la entidad.

Uno de esos casos es la familia de los Franco Hleap, cuyos integrantes, todos, han tenido relación directa con el club caleño. Don Jorge Alberto Franco Hleap, arquitecto, pertenece al club desde hace 56 años, gracias al acompañamiento que hacía a las instalaciones junto a sus padres.

“Fui hijo de socio y a los 22 años ya fui socio directo del club. Yo tengo 60 años y desde los 4 asistía cuando el club quedaba en las antiguas instalaciones. Yo salía del colegio y me iba para el club hasta el final del día, cuando mi padre salía de trabajar y me recogía. Era y sigue siendo nuestro segundo hogar”.

Es tan marcado el tema familiar entre sus corporados, que durante estos cien años el club ha ayudado para fortalecer esos vínculos, que incluso en los Franco cada año juegan un torneo con los integrantes de la familia.
“A final de cada año organizamos en las instalaciones del club un torneo que le llamamos ‘El Bosque’ y lo hacemos con todos los de mi familia. Ese nombre lo puso uno de mis sobrinos y al preguntarle cuál era el motivo, dijo que se debía a que todos éramos unos ‘troncos’ (risas…). Juegan mi esposa, mis hijas e hijos con sus parejas; mis hermanos, mis sobrinos, un torneo de 12 personas, y los desarrollamos en un formato de parejas dobles. Ya llevamos unas cuatro ediciones. Es una seña de lo importante que ha sido el club para nuestras familias”, indicó don Jorge Alberto.

Al igual que los Franco, son muchísimas las familias que catalogan al Club de Tenis como su segunda casa.

Un club con espíritu social
La visión del Club de Tenis de Cali es posicionarse como referente regional y nacional en la práctica del tenis a nivel competitivo y recreativo, comprometidos con la sociedad y medio ambiente.

En ese sentido, desde hace muchos años que en el club se dio inicio a una fundación que tiene como objetivo esencial ayudar a niños y jóvenes de escasos recursos de la ciudad y que han estado vinculados a la entidad en labores como boleros (recogebolas).

“Nosotros vimos la necesidad de crear la fundación para ayudar a nuestros boleritos, nuestra población más vulnerable. Hemos trabajado para que esos jóvenes tuvieran una mejor educación y muchos de ellos han finalizados sus estudios secundarios y han accedido a instituciones técnicas y tecnológicas. Tras la pandemia se vincularon a los que ya son mayores de edad, pero que venían desde años atrás, vigilando que todas sus condiciones sean las adecuadas”, explicó María Eugenia Correa de Suárez, socia que ha estado como una de las personas que ha liderado la fundación desde 2008, año en que nació esta iniciativa.

Cuna de grandes talentos
El Club de Tenis de Cali no solo ha servido para ser un centro de recreación y diversión, sino que en sus instalaciones se forjan los nuevos talentos del tenis caleño.

Por su academia han pasado nombres que hoy en día son grandes exponentes de esta disciplina en el circuito internacional.

Juan Sebastián Cabal dio sus primeros raquetazos en el club y Robert Farah, aunque en menor frecuencia, fue otro hijo ilustre que pasó allí. “El Club de Tenis de Cali me trae muy bellos recuerdos. Pasé muchos días de mi infancia allí , entrenando y haciendo vida social. Es un club que ha tenido una gran historia para el tenis de la ciudad y me alegra enormemente que este año llegue a su centenario”, comentó Cabal en charla con El País.

Otro de los que comenzó su carrera profesional en el club de la capital vallecaucana es Nicolás Mejía, hoy por hoy uno de los mejores tenistas de Colombia y que se destaca en torneos internacionales y en Copa Davis.

“El Club de Tenis es mi casa, la de mi papá, la de toda mi familia que nos albergó durante muchos años que vivimos en Cali. Siempre estaré agradecido con los entrenadores, los cancheros, los recuerdos más bonitos de mi infancia fueron en este club. Quiero sumarme a los mensajes de felicitación y decirles: ‘feliz cumpleaños, feliz centenario’. Es increíble cómo han crecido y espero ir pronto a Cali para celebrar con ustedes”, expresó Mejía.

Pero así como la academia del club ha visto pasar grandes tenistas que ya han consolidado su carrera, también ve cómo siguen naciendo nuevos talentos para el futuro del tenis. Una de ellas es María Paula Vargas, prospecto de del deporte ‘blanco’ de la región y que desde hace 11 años pertenece al club.

“El Club de Tenis representa mi otro hogar. Es el sitio que me dio la oportunidad de aprender y practicar un deporte maravilloso y que me sigue brindando todas las herramientas para salir adelante en mi carrera. La academia es una de las mejores del Valle; acá hay un nivel muy alto y eso ha hecho que estemos presentes en selecciones departamentales y de Colombia”, indicó la tenista, que estuvo en los Panamericanos Junior de Cali.

Datos
El Club de Tenis de Cali tendrá este año varias actividades para celebrar su centenario.

Se tiene previsto cien actividades para festejar, pero hay cinco que son las más destacadas.

En abril se hará una ceremonia de gala con autoridades locales.
Posteriormente, el club realizará siembra de cien árboles como compromiso con el medio ambiente.

Habrá exposición fotográfica en centros comerciales con la historia del club.

En septiembre se realizará un torneo grado 2 con las mejores raquetas juveniles del país.

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