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‘Su majestad’ Roger Federer ha perdido la pasión

Desde el 2002, hace once años, Roger Federer no acababa una temporada sin llegar a una sola final de Grand Slam. ¿Qué le pasa al tenista Suizo? ¿Llegó la hora del retiro?

7 de septiembre de 2013 Por: Resumen de Agencias y Redacción

Desde el 2002, hace once años, Roger Federer no acababa una temporada sin llegar a una sola final de Grand Slam. ¿Qué le pasa al tenista Suizo? ¿Llegó la hora del retiro?

Es una ley natural y contra ella solo la imaginación popular suele oponerse: la edad merma las capacidades pero “te hace más sabio”. Y aunque hablamos de un jugador profesional de tenis que apenas alcanza los 32 años, su magro desempeño en la actual temporada tiene preguntándose a expertos y aficionados ¿cuál es el misterio detrás del bajonazo del suizo Roger Federer en el 2013?Es que según las estadísticas de la Asociación de Tenistas Profesionales, ATP, hasta el pasado 26 de agosto el magnífico jugador ocupaba el séptimo lugar del escalafón. Una situación impensable para un fuera de serie que se ganó el apodo de ‘Su Majestad’ luego de sumar 302 semanas como dueño del primer lugar del ránking mundial, incluso superando la marca del estadounidense Pete Sampras, quien estuvo un total de 286 semanas en dicha posición.La marca de Federer es algo que ningún otro tenista vivo o muerto ha logrado antes ni después, razón por la que es considerado una leyenda viviente y ha sido llamado también el mejor tenista de la historia. Últimamente Federer da a entender que no pasa por su mejor momento y que su habilidad con la raqueta ya no es la misma de años anteriores.Una serie de increíbles derrotas sufridas este año confirman que el ‘Dios’ del tenis ha vuelto a ser humano.Todo comenzó el 15 de febrero en el torneo de Rotterdam, donde siendo el tercero en el ranking mundial perdió en tercera ronda con el entonces número 39, Julien Benneteau. Después cayó ante el ucraniano Sergiy Stakhovsky, 116 del mundo, quien lo dejó por fuera de su torneo preferido, Wimbledon, en segunda ronda.El 20 de julio pasado el suizo volvió a sorprender con su tercera derrota, cuando ya ocupaba la quinta posición en el ranking. Esta vez el verdugo fue el argentino Federico Delbonis (puesto 114), quien lo eliminó semifinales. Y el lunes pasado, la versión más devaluada de Federer se despidió del Abierto de Estados Unidos en una instancia inédita: los octavos de final. Tommy Robredo, un español que en mayo de 2012 se ubicaba como número 471 del mundo, lo venció por primera vez en 11 enfrentamientos directos.Esta última derrota acentúa la percepción de que Federer se encuentra en un declive irreversible. “Siento que yo mismo me he derrotado, sinquerer quitarle crédito a Tommy”, dijo Federer, quien apenas capitalizó dos de 16 bolas de quiebre y cometió 43 errores no forzados.Frágil en los momentos decisivos, en el mundo del deporte blanco no pasa desapercibido que la dolorida espalda del suizo y la reciente pesadez de sus pies, son causa de sus derrotas. Las 14 opciones de rotura desperdiciadas ante Robredo no son una excepción. En sus últimas derrotas esa fue la tónica: 0 de 5 en Gstaad 2013 (Brands); 2 de 7 en Madrid 2013 (Nishikori); 2 de 9 en Dubai 2013 (Berdych); 2 de 6 en Australia 2013 (Murray) y un desastroso 1 de 8 en segunda ronda de Wimbledon 2013 (Stakhovsky). Mats Wilander, exnúmero uno del mundo y campeón de siete grandes, es hasta ahora el único que ha dicho algo para intentar explicar la debacle de Federer.“Deseo este punto. Esa es la actitud. Lo que le pasa a Federer es una cuestión de hambre y deseo. Ahora tiene una vida”, por eso Wilander se pregunta: “¿Es el tenis más importante que mis niños, que mi mujer, que mi casa? Este punto… ¡necesito este punto! Cuando tienes 23 años y estás solo, es mucho más fácil. O el tenis lo significa todo para ti o no significa nada”.La preocupación por Federer está más que justificada, ya que por primera vez desde la temporada del 2002 no ha podido alcanzar ninguna final en los cuatro torneos de Grand Slam.“Es la historia de mi vida: cuando pierdo, los aficionados se quedan en shock al verme jugar de esta manera”, señaló el suizo, que en ningún momento, pese a su última derrota y su amarga temporada, habló de comenzar a pensar en la retirada, y agradeció de nuevo el gran apoyo que le habían dado en el campo los 23.000 espectadores que llenaron las gradas de la pista central Arthur Ashe. “Debo luchar para recuperar mi juego ganador”.

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