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Rafael Nadal, un rey abatido por su mente

La desconfianza y las lesiones son el enemigo oculto del tenista español.

24 de enero de 2016 Por: Por Diana Carolina Hernández, reportera de El País

La desconfianza y las lesiones son el enemigo oculto del tenista español.

Hace siete años, Rafael Nadal estaba sentado en el trono del tenis mundial. Desde arriba miraba a sus contendores  y únicamente un rival como  Roger Federer podía  poner en riesgo la monarquía del español. Para defender la corona del número uno del mundo, el rey nacido en Manacor, España, utilizaba su potente drive y su preciso revés, acompañado de su velocidad y juego explosivo, como arma mortal frente a sus rivales. Nadal era indestronable. Y fue en 2009  que el español abarrotaba las portadas y titulares de la prensa internacional: “Nadal rompe con la historia y gana el Open de Australia”; “Nadal es seis veces grande”; “Rafa, el primer español en ganar en Melbourne” o “Lágrimas, emoción y alegría en el primer Grand Slam del año”, publicaban los medios, luego de que el español   se coronaba campeón  por primera vez en la cancha principal del estadio Rod Laver Arena. Sin embargo, siete años después, en el mismo lugar donde  el tenis le dio  una de sus más lindas victorias, fue el escenario donde  también le trajo su más dolorosa derrota.  Fue el pasado martes en la primera ronda del Abierto de Australia y   frente a su compatriota Fernando Verdasco,  luego de un reñido 7-6 (6), 4-6, 3-6, 7-6 (4) y 6-2, que duró más de cuatro horas y media, que Rafael  vio caer como un castillo de naipes lo poco que quedaba de su reino.        “Nadal: El impacto brutal de una derrota”; “Gran golpe en el Abierto de Australia: Rafael Nadal quedó eliminado”; “Nadal fracasa y es eliminado”, titularon los periódicos tras el infortunio del jugador.   ¿Qué le pasa a Nadal? Para muchos, Nadal está en el declive su carrera. Tanto así, que le pronostican un retiro prematuro a causa de sus lesiones y de la inseguridad que exhibe en la cancha. Su golpe no es el mismo y su juego tampoco, y él lo reconoce. En el pasado mes de noviembre, durante un acto público en Palma, Mallorca, el jugador aseguró que llegó a dudar de “cómo pegarle a la bola”, dura afirmación para el que alguna  vez fue llamado el indestronable. Los problemas en el juego de Nadal son evidentes y así lo confirma el extenista y ahora entrenador colombiano Felipe Berón, quien señala que “la bola de Nadal ya no hace daño”.  “Una parte  fundamental del juego de Nadal es su parte física para poder luchar y correr, para poder que la bola  vaya profunda y con mucho efecto. Actualmente uno sus problemas  es que las bolas se le quedan a mitad de cancha. Ya  no hacen daño y eso lo aprovechan  sus rivales para atacarlo, para  tomar la iniciativa y para poder tener a Rafa  todo el tiempo a la defensiva. Él se da cuenta que la bola no le anda igual  y por eso ha intentado cambiar de raquetas, cambiar de encordado, todo para mejorar su golpe”, analizó Berón. Irónico. La bola que hoy no le avanza llegó a ser en el pasado su más fuerte arma, sumado con su explosividad, velocidad y fuerza, que llevaban al límite a sus rivales. Las lesiones, su enemigo mental Sin embargo, ningún rival le arrebató el trono a Nadal. Sus lesiones fueron el enemigo oculto que resurgió a mediados del 2012. Una eliminación temprana de Wimbledon frente a Lukas Rosol y su renuncia a los Juegos Olímpicos de Londres por una tendinitis en el tendón rotuliano en su rodilla, su más fuerte dolencia,  fueron el aviso de que algo malo se avecinaba. “Lo de Nadal parte por su físico. El hecho de que haya perdido peso para no sobrecargar sus rodillas y sus pies le ha quitado explosión a su juego. La actualidad de Rafael es producto de jugar con la fuerza, con la revoluciones, con el impacto en la pelota y eso a través del tiempo va produciendo un desgaste físico”, examinó Juan Szafran, analista argentino de tenis del canal Espn. Sin embargo, esa arma que dejó en el camino a más de un oponente, hoy  terminó disparándose en su contra. Así lo asegura Alejandro Pedraza,  entrenador de la tenista colombiana Mariana Duque, que resalta que la  técnica y explosividad de Nadal fueron algunos de los detonantes de las lesiones. “Rafa no es el jugador más técnico de la tierra y para ganar un punto, para ganar un partido y para ganar un torneo tenía que correr mucho y  eso lo llevaba a sumar demasiados kilómetros en juegos, que a veces eran innecesarios”, destacó Pedraza. No obstante, Nadal aseguró hace poco  que las dolencias físicas son cosas del pasado. El jugador dejó claro que ahora su “lesión es mental".  Y esta apreciación del  español es compartida por Szafran, quien   resalta que “Rafael fue a principio un tremendo defensor, explosivo, un jugador que podía correr de punta a punta sin ningún inconveniente. Él era muy fuerte físicamente y esa fortaleza física se traducía a la cabeza y ahora al perder su físico fue perdiendo su cabeza, y lo peor que le puede pasar a un jugador es perder la confianza”, subrayó el especialista. Esa lesión mental, que se ha convertido en su mayor impedimento tenístico y que en junio de 2015 lo dejó caer al décimo puesto del ranking ATP —su peor posición desde 2005—, está siendo aprovechada por sus rivales, que ven actualmente en Rafael un oponente que se puede vencer.   “Aunque es un rival que está en el top ten,  uno lo ve más accesible que en años anteriores. La gente se dio cuenta de que se le puede pelear, que se le puede ganar, ya que antes  había momentos en los que se veía invencible; ahora no da esa imagen”, cuenta Alejandro Falla, tenista colombiano. El ‘run run’ transita por los corredores del circuito y aunque el tenista español exhiba  seguridad en su entorno, todos saben que algo no anda bien.  “En los diferentes torneos él aparenta estar normal, pero seguramente en su interior y dentro de su equipo se preguntarán ¿qué pasa? ¿Qué cambios se deben hacer? Pero la imagen que nos muestra a todos, es que es el mismo tenista de siempre”, reconoce Falla. Pero para volver a ser el mismo, no solo fuera sino dentro de la cancha, Nadal tendrá que reafirmar su confianza  y eso solo lo conseguirá ganando. “Yo creo que el lugar para recuperar la confianza es el Abierto de Francia, será un punto de inyección para Rafa, que luego de lo que pasó en Australia buscará ganar los  Masters 1000 y el Roland Garros”, asegura Szafran. Aunque para muchos Nadal no volverá a ser el mismo, y que tal vez sus lesiones vuelvan a aparecer,  en lo que sí concuerdan es que él luchará hasta el final para que su  historia, la  del rey español del tenis, tenga un final feliz.    

La lesión  A pesar de que Nadal ha sufrido desde el 2003  más de 12 lesiones, la que más lo ha aquejado ha sido la tendinitis en el tendón rotuliano en ambas rodillas. Esta dolencia se produce por una  inflamación del tendón que une la rótula a la tibia (hueso de la espinilla). Según el médico ortopedista deportólogo del equipo Colsánitas de tenis, Diego Carvajal,   la enfermedad de Nadal es degenerativa. El especialista aseguró que la causa de esta lesión puede llegar a ser metabólica o por una  deficiencia en la preparación física, la cual rompió las telas del tendón.
 
Grand Slams Catorce títulos de Grand Slam  adornan la hoja de vida de Rafael Nadal. El español, que ha sido campeón de los cuatro  grandes, es especialista en el Roland Garros, donde se alzó con nueve coronas.  Sin embargo, en 2015 Nadal  no consiguió conquistar ni un solo grande. El  español no gana un  Grand Slam desde 2014, cuando fue campeón en Francia.
   

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