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Jeison Murillo debutó con la Selección Colombia en 2014 | Foto: EFE/El País

DEPORTES

Perfil: Jeison Murillo, el ‘chico’ que no para de crecer

En sus inicios, Jeison Murillo no tenía la talla para ser central. Pero creció a pasos tan grandes, que ahora nada lo frena.

21 de diciembre de 2018 Por: Redacción de El País

Carlos Arango, entrenador de las divisiones menores del Deportivo Cali, cuenta que cuando Jeison Murillo tenía 16 años, parecía un chico de 13.

Lo mismo recuerda Prudencio Viveros, el formador de una de las filiales del conjunto azucarero ubicada en el barrio Andrés Sanín. “Le decíamos ‘flaquito’ porque tenía problemas con su masa muscular y su peso”, relata.

Viveros y Arango fueron dos de los pilares que tuvo el zaguero caleño en su proceso de formación como futbolista. El primero fue quien lo descubrió, y el segundo fue el último entrenador que tuvo en el Cali antes de irse vendido a los 17 años al fútbol europeo, sin siquiera haber debutado en Primera.

El tema del peso, de la masa muscular y de la estatura de Jeison son recuerdos vagos... hoy el central mide 1,84, pesa 78 kilos y ayer fue confirmado como refuerzo del poderoso Barcelona de España.

Jugar en el Barsa era su sueño. Y también el de todos esos ‘profes’ que creyeron en él cuando le faltaba talla. Hoy le sobra.

“Hubo un momento en el que a él lo pusieron a comer mucho espagueti para que creciera”, dice don Prudencio, quien rememora que a pesar de que Murillo era más pequeño que sus compañeros, siempre fue un jugador líder y con temperamento.

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Salió de Andrés Sanín directo a las divisiones menores del Cali, donde el ‘profe’ Arango lo recuerda como “un muchacho serio para trabajar, coordinado y con movimientos muy inteligentes”.

Cuando cumplió 17 años, Jeison comenzó a crecer. “Al final de su proceso de formación tuvo un estirón físico y alcanzó una buena talla”, contó.

A partir de allí, el defensor empezó a evolucionar a pasos gigantes futbolísticamente hablando.

En el año 2009 disputó con la Selección Colombia Sub-17 el Mundial de la categoría que se disputó en Nigeria, y pocos días después de que se terminara el certamen (la Tricolor ocupó el cuarto lugar), se fue vendido al Udinese. En el certamen orbital, Murillo fue titular en seis de los siete partidos que jugó el equipo nacional.

"Para nosotros, como formadores, significa mucho que Jeison haya dado este paso en su carrera.
Es un muchacho serio para trabajar": Carlos Arango,
Entrenador


Los aficionados del Deportivo Cali —club del que es hincha— no pudieron verlo debutar como profesional. Su primer partido oficial fue en la temporada 2011-2012 en el Cádiz de España, equipo al que llegó cedido por parte del Granada, club que le compró su pase al Udinese.

Después de esa ‘pasantía’, Murillo pasó a Las Palmas, hasta que en el torneo 2013-2014, el Granada lo llamó para volverlo una pieza clave de su zona defensiva.

Con este club jugó 53 partidos repartidos en dos temporadas, mostrando siempre un buen nivel. Con agilidad, quites precisos y hasta goles, Jeison no solo se volvió un referente del Granada sino que también fue convocado por primera vez a la Selección Colombia de mayores que era dirigida por José Pékerman.


Su debut en el equipo nacional se dio el 11 de octubre del 2014, en un partido en el que Colombia derrotó 3-0 a El Salvador. Ingresó en el segundo tiempo en reemplazo de Pedro Franco.

En el 2015 siguió siendo parte de los convocados habituales de don ‘José’, quien lo llevó como titular para disputar la Copa América de Chile.
En ese certamen, Murillo brilló: fue el mejor futbolista joven y marcó el gol del triunfo sobre Brasil (1-0) en un partido en el que Colombia se jugaba la vida.

"Jeison es una muy linda persona. Es buen hijo, esposo, jugador y amigo. Siempre he dicho que al que obra bien, bien le va. Estoy orgulloso
de él":
Prudencio Viveros,
Entrenador


Eso hizo que el Inter de Milán comprara su pase. En la escuadra italiana jugó dos temporadas teniendo varios altibajos. También, en el 2016, fue tenido en cuenta por Colombia para jugar la Copa América Centenario.
Tras su paso por el Inter, se fue para el Valencia, su última escala antes de llegar al Barcelona.

Para Prudencio Viveros, todas las cosas buenas que le han pasado a su pupilo se deben a lo buen profesional y persona que es.

“Al que obra bien, bien le va. Jeison es una persona muy linda. Un día eran como las 11:30 de la noche y él tocó la puerta de mi casa. Yo me asusté porque estaba muy tarde y él me dijo: papá Pru, abra esa puerta que soy yo, Jeison. Cuando me vio, me abrazó y me dijo que me quería mucho”, cuenta el veterano formador de promesas.

Una vez, incluso, Jeison le ayudó para que arreglara su casa, que se inundaba con cada lluvia. “Me dejó con la familia unos seis, siete millones de pesos. Yo creo que su paso al Barcelona es una obra de Dios por lo que él es como jugador, como persona, como hijo y como amigo. Estoy muy orgulloso de él”, dice Prudencio.

Eduardo Lara, otro de sus grandes maestros (lo tuvo en todos los procesos juveniles de Selección Colombia), no duda en que Murillo hará muy bien las cosas en el Barcelona.

“Él es un gran trabajador, es una persona que nunca ha bajado los brazos y que ahora le llega una linda oportunidad para mostrar sus condiciones”, afirmó.

Ahora, en el Barsa, Jeison cumplirá ese sueño que siempre tuvo desde niño. Ese mismo que confirma que nunca parará de crecer.

Sueña regresar a la Selección

Jeison Murillo debutó en la Selección Colombia en un amistoso a fines de 2014 contra El Salvador y parecía ser el abanderado de la renovación de la defensa, pero tras una gran Copa América 2015, su nivel decayó.

Perdió la titularidad y dejó de contar para Pékerman, quien no lo llevó al Mundial de Rusia 2018.

Arturo Reyes lo convocó en septiembre y espera afianzarse en la zaga tricolor con buen rendimiento en el club blaugrana.

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