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James Rodríguez, volante del Everton. | Foto: AFP / El País

FUTBOL INTERNACIONAL

James Rodríguez y el Everton: presagio de una gran temporada (Opinión)

James viene de seis años de altibajos, dudas, y críticas. Seis años de lesiones y mucha banca. Pero también son seis años en dos de los equipos más grandes del mundo. Son seis años de buenos goles y numerosas asistencias en cada temporada que jugó. Seis años de responder siempre con la selección.

16 de septiembre de 2020 Por: Manuel Rodríguez - Especial para El País

¿Y cómo no hablar de James? Si, tras ocho meses sin completar noventa minutos, ochenta días sin iniciar un partido como titular, recién llegado a una nueva liga, y jugando con un nuevo equipo sin haber acumulado una sola semana de entrenamiento, hizo un partidazo el domingo. Nos recordó que es un distinto. Que es especial.

James viene de seis años de altibajos, dudas, y críticas. Seis años de lesiones y mucha banca. Pero también son seis años en dos de los equipos más grandes del mundo. Son seis años de buenos goles y numerosas asistencias en cada temporada que jugó. Seis años de responder siempre con la selección.

Ahora, es ilusionante su paso al Everton. Primero por la Premier. Es la mejor liga del mundo cada vez con más distancia: hoy tiene la mayor concentración de talento (tanto de jugadores como entrenadores) en Europa. James tendrá reflectores, exposición mediática, dará de qué hablar cada fin de semana. Así es el fútbol inglés.

Y luego, por el Everton. Se ha hablado mucho de ‘un paso atrás.’ Un necesario retroceso para coger impulso. Y bueno, después del Madrid y el Bayern, casi cualquier cosa es un paso atrás. Pero James llegó a un muy buen equipo. No es un equipo mediatabla cualquiera. Es un equipo que va a competir por Europa esta temporada. Es un equipo al que dirige Ancelotti, y es un equipo que se reforzó extremadamente bien. Si ya era competitivo, ahora es entusiasmante.

Vayamos un poco al análisis, de lo que no se ha hablado mucho. Más allá del Everton y la Premier y las luces y la televisión, ¿Va a jugar siempre James? ¿Dónde lo va a hacer? ¿Cual va a ser su rol?

Apenas se anunció su fichaje hace dos semanas, los más fieles hinchas del Everton, conocedores del estilo de su equipo, tuvieron algunas dudas. No por James, ni mucho menos (es más, la mayoría ven la llegada del colombiano como un salto de calidad emocionante), pero sí por el fichaje de un jugador de su estilo. Un volante creativo.

Pues toda la temporada pasada Ancelotti utilizó un 4-4-2. Recurrió a la verticalidad, la potencia de sus delanteros, al balón largo. El Everton no transportaba mucho en el medio. ¿Dónde iba a caber James en un 4-4-2? Por fuera, tal vez, aunque ciertamente no tiene las características de un extremo de la Premier. También se pensó que podría colocarse detrás del nueve (obligando a Ancelotti a retocar la formación).

El entrenador italiano nos dio parte de la respuesta el fin de semana: cambió totalmente el esquema. Y es que el Everton es un equipo completamente distinto al de la temporada pasada. Tiene mucha más calidad en la mitad de la cancha. Con James, con el brasilero Allan, el otro recién llegado (que hasta hace poco era inamovible en el Napoli), con el buen nivel de André Gomes, el equipo podrá tener el balón en el medio, generar juego desde la posesión. No se verá tan obligado a buscar el consabido pelotazo de averquépasa (a lo que sí estaba obligado el año pasado).

Lo más curioso es que James jugó por fuera. Y jugó bien. Flotó hacia el centro para recibir y generar juego con la cancha de frente, una posición que jugó algunas veces con el Madrid, y, una posición muy parecida a la que juega en la selección de Queiroz (donde empieza como falso extremo derecho).

James fue influyente el domingo. Puso dos pasegoles de crack, que no fueron asistencias porque el brasilero Richarlison no estuvo fino, e incluso pudo anotar con un tiro curvo de zurda. Su equipo lo buscó, le dio la pelota, dejó que liderara varios ataques, algo que el Madrid hace mucho no le permitía.

Se cuestionaba mucho si soportaría la velocidad de la Premier, la intensidad, la fisicalidad. Si sería demasiado, si vería pasar rivales y pelota de un lado a otro. Y lo cierto es que, frente al Tottenham, James sí jugó más despacio que el resto. A un ritmo menos, pero a un ritmo mejor. Le resultó fenomenal. Controló el paso de los ataques de su equipo. Encontró siempre campo para recibir, y espacio para su zurda.

Fue evidente frente el domingo que la obsesión con el físico de James, con su lentitud, con su falta de agilidad, es más una inseguridad nuestra, tal vez propiciada por Zidane, que una desventaja real en la cancha. La prensa y los hinchas lo han convertido en un problema, cuando la realidad es que no lo es. James es lento. ¿Y? “Si me preocupara la velocidad,” dijo Ancelotti hace poco, “hubiera fichado a Usaín Bolt.”

Queda ver si el entrenador mantendrá la formación que utilizó frente al Tottenham. Después de todo los Citys y los Liverpools son otra cosa— serán partidos en los que la única opción es jugar a defender.

Pero por lo que el Everton mostró el domingo, seguro será protagonista en Inglaterra esta temporada. Le hará partido a los grandes. Y todo lo hará liderado por un crack colombiano, que corre menos que el resto, pero piensa más. Al que le cuesta lo físico, pero le sobra lo cerebral y lo genial. Que llegó para ponerle la pausa y las ideas a un fútbol que a veces es demasiado piernas y poco cabeza.

Los hinchas del Everton votaron a James en redes sociales como el jugador del partido del domingo. Que la ilusión de ellos sea nuestra seguridad de que la va a romper. James juega al fútbol de nuevo y es noticia. Si las lesiones lo permiten, será una gran temporada.

@manrodllo

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