"Gracias a clubes, entrenadores y Selección Colombia por lo vivido", Jackson Martínez en su despedida del fútbol

El delantero chocoano, de 34 años, puso punto final a su carrera luego de 15 años de triunfos y también de algunas frustraciones.

A Jackson Martínez las lesiones le quitaron muchas cosas, pero no lograron arrebatarle el espíritu combativo, ese es un premio que se lleva.

El chocoano, de 34 años, hizo oficial su retiro, decisión que postergó durante ocho meses en los que luchó por controlar el dolor para entrenar lo suficiente durante para merecer unos minutos durante el fin de semana. Pero el dolor pudo más.

Jackson dejó huella con el DIM en los cinco años que estuvo en el Poderoso. Allí marcó 53 goles en 130 partidos, convirtiéndose en el noveno anotador histórico del equipo, un sitial que construyó con sudor y lágrimas pues en los primeros años de su carrera fue ampliamente resistido por la afición roja.

Desde 2009 hasta 2015 casi todo fue gloria para el chocoano. Lo que consiguió en ese lapso justificó con creces su paso por el fútbol profesional.

Título con el DIM en 2009 y récord como el jugador con más goles en un torneo corto (18), 36 goles con Jaguares de México, 94 con el Porto, tres títulos con el elenco portugués y tres botines de oro de la liga lusa; ser elegido entre los 100 mejores futbolistas del planeta en 2014 y convertirse, ese mismo año, en el primer colombiano en marcar un doblete en un Mundial.

Sin embargo, a partir de 2015 las cosas se pusieron cuesta abajo. En noviembre de ese año sufrió una lesión en el cuello del pie izquierdo, en un partido entre Colombia y Chile por la Eliminatoria. A partir de allí vino la secuencia de lesiones, operaciones e interminables procesos de recuperación.

En abril de este año, cuando Jackson le entregó el testimonio al canal luso Sport TV del dolor crónico que padecía y hasta lo despertaba a las 3 de la mañana, dijo que veía cerca el punto final de su carrera.

En aquel momento, Juan José Peláez y Pedro Sarmiento reflexionaron en este medio acerca de la trayectoria del atacante a quien guiaron en sus primeros pasos.

“Aún cuando al principio nada le salía y parecía estar más cerca de ser un jugador más que ser el goleador top en Europa que logró ser, había una capacidad en él de crecer que no se ve en todos los futbolistas”, dijo Sarmiento.

Peláez precisó que “más allá de sus condiciones futbolísticas, de él hay que destacar su carácter profesional. Es decir, ni las críticas de afuera ni las decisiones de los técnicos las tomó nunca como situaciones personales o infortunios, sino como oportunidades de mostrar y mostrarse que siempre podía ir más allá”.