Este es Erling Braut Haaland, un noruego de 19 años que es la nueva joya del fútbol europeo

“Las pelotas que me llevo por los hat-tricks son mis novias, duermo con ellas. Tengo cinco en Salzburgo (Austria)”, dijo Erling Braut Haaland, delantero noruego de 19 años, alguna vez a un diario de su país.

Ya duerme con seis, pero ahora en Dortmund, club por el que fichó hace apenas unas semanas y con el que acumula cinco goles, a pesar de heber disputado apenas 59 minutos con la amarilla del Borussia.

El nombre de Haaland, nacido en Leeds (Inglaterra) mientras su padre Alf-Inge Haaland jugaba en el equipo de esa ciudad, apareció en los principales portales del mundo cuando anotó la modesta cifra de nueve goles en el juego entre su selección y Honduras por el Mundial sub 20 de Polonia.

El entonces jugador del Salzburg de Austria se convirtió en el primer futbolista en alcanzar esa cifra en una Copa del Mundo de la Fifa, pero no era más que una promesa que llevaba poco más de un año y apenas alcanzaba un gol.

Pero la temporada 2019-2020 vino repleta de confianza en un goleador de pocas palabras y acciones certeras.

En su estreno en la Champions consiguió un triplete. Una marca asombrosa que comparte con jugadores como Faustino Asprilla. Lo que hizo más maravillosa esa noche europea ante el Genk de Bélgica es que Erling fue el más joven y el único en conseguirlo en el primer tiempo.

Sus ocho goles en la primera fase de competición por clubes más importante del mundo lo pusieron en el radar de los mejores equipos, pero fue el Borussia Dortmund el que se quedó con el espigado zurdo de 1.94 metros y velocidad endiablada.

No es el más técnico, pero la inteligencia para ver opciones de gol donde nadie más las ve —y para propiciarlas— lo hacen un distinto.

A un toque, como Miroslav Klose en sus mejores tiempos, Haaland está dispuesto a conquistar los estadios más importantes de la Bundesliga. El campo del Augsburgo y el Signal Iduna Park, casa del Dortmund, ya atestiguaron sus primeros detalles.

Sus sueños a corto paso están claros: ganarse el cariño del ‘muro amarillo’, hinchada del Borussia, y llevarse la victoria en un clásico ante el Schalke 04.

Lo anterior, mientras estudia alemán, lenguaje del que seguramente ya domina una palabra: Tor (gol).

A la hora de triunfar en el fútbol de primer nivel la variable más importante es el talento, pero hay otras que también son indispensables, como la capacidad de afrontar la presión.

Haaland tiene ambas. En la segunda seguramente ha contribuido su padre, exjugador profesional que se desempeñó como defensa en equipos como el Nottingham Forest, el Leeds y el Manchester City.

El episodio más famoso de la carrera de Haaland padre es también el más doloroso, pues marcó el inicio de su ocaso futbolístico.

En 2001, cuando disputaba el derbi de Manchester frente al United de Alex Ferguson sufrió una terrible entrada por parte de Roy Keane, capitán de los ‘red devils’. Dicha falta le generó una grave lesión de rodilla que le impidió volver a disputar un partido completo.

¿Lo peor? Keane aceptó años después, en su autobiografía, que la salvaje entrada había sido intencional y que llegó a razón de venganza por un episodio que ambos habían vivido en 1997, cuando Erling aún no estaba en planes.

En ese año, durante un partido entre Leeds, equipo de Haaland padre, y el Manchester United, el mediocampista irlandés sufrió una rotura en su ligamento cruzado anterior, pero el defensa noruego le reclamó a Keane porque pensó que estaba simulando.

Ese impasse no se lo perdonó Keane a Haaland, que ahora tiene revancha en el mundo del fútbol, de la mano de su hijo Erling.

Por ahora, el joven de 19 años, de facciones finas, cachetes rojos y movimientos excepcionales, se roba los comentarios de los seguidores de la Bundesliga y del balón en Noruega. Pinta de crack sí tiene, basta ver si lo confirma con el paso de los años, los goles y los partidos.

En 2018, el fondo de pensiones público de Noruega compró el 1.04 % de las acciones del Borussia Dortmund, a cambio de siete millones de euros.

Por eso, ahora los pensionados noruegos celebran a rabiar cada gol de Erling.

Si Haaland anota, el Dortmund gana y sus acciones se incrementan, por lo que los pensionados tienen más capital para invertir.

Erling Braut Haaland inició su carrera en el Bryne, de su natal Noruega, en 2016.

En 2017 arribó al Molde, uno de los grandes equipos de ese país escandinavo. 14 goles en 39 partidos llamaron la atención del Salzburgo austriaco.

Allí despegó en la presente temporada, donde marcó 17 goles en 16 partidos.

En el pasado mercado invernal fue traspasado al Borussia Dortmund por 21 millones de euros. Firmó un contrato hasta 2024.