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Néstor Retamar, entrenador de Atlas. | Foto: Foto: Prensa Club Atlético Atlas

FUTBOL INTERNACIONAL

Así es Néstor Retamar, el arquitecto de Atlas, el equipo del continente

Atlas, el club que se hizo famoso por el reality de Fox Sports, ascendió por primera vez en la historia a la C de Argentina, huyendo del gafe del ‘peor equipo’ de ese país. Néstor Retamar, DT, habló con El País.

12 de febrero de 2021 Por: Alejandro Cabra Hernández - Reportero de El País

Néstor Retamar, histórico entrenador del Club Atlético Atlas, equipo de la primera D —quinta y última división del fútbol argentino—, había decidido dejar de dirigir. Estaba cansado y prefería dedicar su vida a la pizzería ‘La Redonda’, negocio familiar ubicado en la ciudad de General Rodríguez, zona metropolitana de Buenos Aires, capital del país gaucho.
Pocas voces podían hacer regresar a Retamar al banquillo técnico. Una de ellas, la de su padre Jorge Retamar.

-¿Qué pasa que no estás dirigiendo? ¿No pensás volver?
-No, papi, estoy cansado.
-Nada de eso, tenés que volver porque quiero ver a mi hijo campeón.

Ese diálogo convenció a Néstor a iniciar su quinto ciclo en el ‘Marrón del Oeste’, club fundado hace 59 años que por mucho tiempo fue considerado el peor equipo del fútbol gaucho y que se hizo famoso por el reality emitido por Fox Sports ‘La otra pasión’, en el que mostraba el día a día de jugadores, cuerpo técnico y directivos adentrados en el fútbol amateur.

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El pasado sábado 30 de enero, mismo día de la final de la Libertadores entre Palmeiras y Santos, Retamar le cumplió a su padre. El ‘equipo del continente’ le ganó a Deportivo Paraguayo (2-0) en la final del torneo Reducido y, por primera vez en su sufrida historia, ascendió a la Primera C, cuarta división del fútbol argentino.

Cinco días después, Néstor despidió a su padre, que murió. Ya al momento de la final se encontraba muy complicado de salud. “El jueves pasado mi papá falleció, pero pude decirle que fuimos campeones y darle mucho cariño y muchos besos. Yo creo que él me ha entendido en el lugar que está”, señaló en diálogo con El País.

Aunque quisiera que hubiese sido mucho antes, pues pasaron 15 años de su primera experiencia como entrenador de Atlas para lograr el añorado ascenso, Néstor reconoce que este tuvo un sabor especial, no solo por cumplir la promesa a su progenitor.

Su hijo Ramiro, de 16 años, hace parte de la plantilla del club que supo sufrir la desafiliación —castigo al último de la ‘D’— en seis ocasiones.

“Mirá las vueltas de la vida, cuando empecé esto mi hijo tenía un año y ahora lo tengo entrenando conmigo, tiene 16. Si en alguna otra oportunidad no se me dio y Dios me preparó esto, se lo agradezco porque lo disfruté el doble”, agregó el hombre.

Fueron cinco las veces que Atlas rozó la particular gloria de un club humilde, pero Sacachispas, Argentino de Quilmes, su acérrimo rival Alem y Lamadrid supieron evitarlo.

La sexta fue la ocasión en que se rompió la ‘maldición’ que condenaba a Atlas al pozo del fútbol argentino.

Como cualquier recorrido a la gloria, Atlas supo sufrir. Cuando marchaba líder del Clausura 2020, la pandemia irrumpió. Más de seis meses después se reanudó en un formato exprés: seis partidos de los que solo ganó uno y que le impidieron buscar el ascenso directo. Por eso, debió jugar el Reducido, una especie de ‘Play-offs’ para definir el segundo promovido.

Cambaceres (1-0), Liniers —en definición por penales— y Paraguayo, los que derrotó para subir al cielo.

“Lo principal es que el grupo se mantuvo muy unido en la pandemia, entrenando vía zoom. Son chicos muy buenas personas, divertidos. Todos los días con un chiste, buena actitud. Así nos fuimos hasta que pudimos reiniciar los entrenamientos y bueno, el grupo al mantenerse tan unido, sabía a lo que jugaba y lo entregó todo”, explicó el estratega.

El técnico, aunque consciente de la repercusión que tuvo su logro al frente de un club que se reserva un lugar en el corazón de muchos futboleros de América, reconoce que no es muy amigo de las cámaras de televisión, que ahora graban ‘La Batalla Final’, que se emite por DirecTv.

“No le doy importancia, pero soy respetuoso porque estoy en un club que tiene un programa. Si yo quiero dirigir en Atlas, que es de mi gusto y donde me siento como en casa, debo aceptar las reglas de juego. Nunca me preocupó en el comienzo y hoy me tiene sin cuidado. Es más, yo los programas ni los veo. Ya estoy curtido en el tema”, aclaró.

Además, no duda en explicar la razón por la que el Marrón despierta simpatías fuera de su país.

“Mucha gente cuando miraba el programa se sintió identificada porque en cada pueblo, cada ciudad, cada país, Atlas se refleja con algún equipo chico que tienen ellos del cual son hinchas”.

“Ahí se muestra la realidad del fútbol aficionado, donde los jugadores tienen que trabajar y el sueldo solamente alcanza para costear los viáticos. De ahí que tanta gente nos tomó cariño y desde la distancia han deseado que Atlas ascienda”, completa.

¿’Vendehumo’ o apasionado?

“Juego, juego, juego... lastimo”. Esa frase, de una de las arengas de Retamar a sus ‘guerreros’, se hizo famosa en Argentina, por ser la descripción de la filosofía de juego de Néstor: juego de toque y velocidad cuando se tenga la pelota y presión intensa cuando no.

Sus efusivos discursos le valieron elogios y críticas. Para unos, apasionado; para otros, pantallero y payaso.

“Es algo que por estar en la televisión queda reflejado, pero pasa en todos los vestuarios con los técnicos y los capitanes. Como yo estaba en un programa de televisión, entonces era vendehumo, fantasma, payaso...”

Para él, son cosas que la gente está en su derecho a decir si ve el programa. “A mí lo que me interesa es que mis jugadores me crean y digan: ‘ese es Retamar’ ”, zanjó.

Ahora, Néstor tiene retos más importantes que escuchar las críticas de sus detractores.

Por ejemplo, formar un equipo competitivo que pueda soñar en estar en la B Metropolitana —tercera división— en 2022.

“La forma de juego no va a cambiar porque eso es lo que nos identifica: orden, sacrificio y buen control de balón. Seguirán algunos jugadores y habrá que traer otros acordes al nuevo reto”, señaló.

El pasado martes, Atlas reanudó entrenamientos con ilusiones renovadas y con presencia colombiana. Editson Córdoba Mena, chocoano de 27 años, hace parte del equipo que disputará el torneo de la ‘C’.

“Le ha tocado jugar en pocas oportunidades porque en la primera D se permite jugar solo con cinco jugadores mayores de 23 años y tenía muchos jugadores que sobrepasaban esa edad. En la ‘C’ no existe esa restricción, así que le prometí que si ascendíamos, él seguía. Le cumplí”, acotó Néstor.

Ahora, el ‘profe’ Rematar es consciente de que los goles rumbo al ascenso y los penales frente a Liniers no son más que maravillosos recuerdos de días muy felices.

Con la adrenalina y la ansiedad a tope, el técnico afrontará el reto más importante de su vida profesional. Si en el camino de la Copa Argentina se cruza con su amado Independiente, no se quejaría.

Mientras tanto, seguirá cortando y decorando las pizzas rellenas, especialidad de su negocio, hechas a base de queso mozarella con jamón, huevo duro, tomate y palmito.

Datos
Aunque se espera que la mayoría de los jugadores de Atlas puedan vivir plenamente del fútbol, algunos van a tener que seguir alternando al deporte con otras labores.

Doce temporadas, emitidas entre 2006 y 2017, tuvo Atlas, la otra pasión.

Maximiliano Ambrosio, creador y productor del programa, es ahora el presidente del equipo del Gran Buenos Aires.

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