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‘Momo’ Romero, campeón mundial de boxeo, habla de su duro presente: “El Estado y los dirigentes me dieron la espalda”
El boxeador caleño ha sido víctima de múltiples atentados de muerte, que cambiaron el rumbo de su vida.
Golpe va, golpe viene. Sufrimiento, balas, muerte, dolor, fama, riqueza y pobreza y ahora, un mortal más. En pocas palabras, así se resume la vida del excampeón mundial de boxeo, Jhonatan ‘Momo’ Romero.
Esta gloria del deporte colombiano ha trasegado en una vida de altos y bajos, como si fuera rueda de Chicago.
De promesa del boxeo, pasó a ser un joven problemático. Y tras su título mundial de la IBF, categoría supergallo, en el 2013, se volvió famoso.
Comenzó a tener una vida de lujos y excesos, sin jamás olvidar a su gente del barrio El Retiro, en el populoso Distrito de Aguablanca de Cali, y menos a su familia.
Sin embargo, esa convulsionada vida lo llevó a tener momentos tan amargos, que estuvo en peligro de muerte. Tres intentos de asesinato ha sufrido. Y así, sigue contando el cuento. ¿Será que Dios lo tiene para grandes cosas?
Ese interrogante se resolverá con el pasar de los días.
Todos los hechos de violencia, especialmente el último que tuvo hace dos años, en el que intentaron “pegarme un tiro en la cabeza, pero lo evité”, lo llevó a tomar una radical, pero dolorosa decisión: irse a Estados Unidos.
Desde hace dos años ‘Momo’ reside en la tierra del ‘Tío Sam’ en donde la vida le da golpes de aprendizajes, esos que, al escucharlo hablar, se da cuenta que hoy es otro Jhonatan Romero.
¿Qué hace ‘Momo’ en Estados Unidos?
Jhonatan emigró a Las Vegas. La “inseguridad de Cali” lo hizo tomar esa decisión, que, incluso, cambió su vida. Allá llegó con su esposa e hija, pero por temas personales se separaron en Las Vegas y ¡oh sorpresa! No fue a pelear en un ring, sino a la lucha en una cocina.
Trabajó en un restaurante coreano por cuatro meses, pero se estrelló con un mundo completamente diferente.
“Yo nunca había trabajado ni en construcción, ni en un restaurante, nada de eso. Y me ha sido bien difícil, bien duro”, reveló con nostalgia Romero, quien habló con El País desde Tampa, Estados Unidos, en donde está de paso.
“Acá tú eres igual a cualquier persona, el trato es igual para todos. Aquí no vale que fui campeón del mundo”, dijo, agradeciéndole a su manager, Mauricio González, quien le abrió las puertas del país y no lo ha dejado ‘morir’.
“Él es la clave de todo. Lo del libro que cuenta mi vida: ‘Sangre, sudor y gloria’ y la serie que se está filmando, lo está haciendo él, la plata viene de él”.
Tras renunciar al restaurante, se fue a California. Después, partió hacia Miami y allí vive actualmente.
El huracán que puso en riesgo un sueño
Hace 20 días, por pedido de unos amigos, se fue de Miami a Tampa, Florida. Ellos querían trabajar allá. ‘Momo’ les hizo el favor de llevarlos, pero de nuevo, como si estuviera pagando un ‘karma’, le ‘cayó’ la roya.
Se encontraron con el Huracán Helene. Su automóvil, un Mazda 3, último modelo, sufrió severos daños. Una ola gigante de agua hizo que no volviera a prender. Lo dejó en el camino a Tampa.
Para arreglarlo, trabajó con sus amigos. A los tres días les pagaron, pero no era suficiente. ‘Camellaron’ una semana más, ahorraron unos dólares, sin embargo, según ‘Momo’ Romero, ellos le dieron la espalda y lo dejaron solo.
Días después, llegó el huracán más fuerte, el Milton, y fue troya. “Que me caiga el Milton, pero yo mi carro no lo voy a dejar”, y así lo hizo Romero.
Pasó el desastre natural que acabó con casas y muchas vidas. ‘Momo’ fue a rescatar su carro, pero un nuevo impasse ocurrió: llamó a la aseguradora y, justo el día anterior, se había vencido, no la pagó y fue peor. Tuvo que trabajar más, para encontrar la solución.
Relata ‘Momo’, quien trabaja para una compañía que atiende desastres naturales, que el Huracán Milton “es lo peor del mundo. Yo no venía acá a trabajar. Yo venía a traer a mis amigos”.
Se apegó a la fe y dijo que “yo sé que Dios me tiene para cosas grandes. Cada vez que me pone algo así, es porque me va a venir una bendición bacana”.
‘Momo’, quien aunque tuvo un largo despecho por la separación de su esposa, le agradece a ella haber vivido ese episodio: “le doy gracias a Dios por enseñarme a trabajar. Le doy gracias a mi exesposa, porque gracias al sufrimiento que ella me brindó, eso me hizo un hombre fuerte”, indicó.
Entre letras y la pantalla chica
Jhonatan Romero cambió tanto, que ahora su vida transcurre en sacar a la luz pública su libro y serie ‘Sangre, sudor y gloria’, que cuenta cada instante de sus 37 años de vida.
Cada letra y escena filmográfica tratará la vida de Jhonatan, quien pasó de ser promesa del boxeo juvenil, a campeón nacional a nivel amateur; luego saltó al profesionalismo y fue campeón Mundial en 2013; tras su retiro, fue entrenador hasta que las entidades gubernamentales no lo emplearon más.
Con dolor ‘Momo’ aseveró que “el Estado y los dirigentes me olvidaron, me dieron la espalda”, luego de perder la fama y, si no “pongo votos”, no sirve.
La gente se encontrará con un libro en el que se cuenta “la resiliencia de un joven que salió de las pandillas del Distrito de Aguablanca. Que tuvo un padre que lo forzó a que el deporte era la fórmula para salir adelante; perdió a sus hermanos para darse cuenta de que las pandillas no dejan nada bueno. Vivió bajo la oscuridad por muchos años”.
Entre las enseñanzas que dejará el libro, es que aunque Jhonatan da fe que “del deporte sí se puede vivir”, también, rápidamente se llega a la miseria.
“Cuando gané tanto dinero, no supe qué hacer con él”, anotó ‘Momo’, quien, sin embargo, se compró un apartamento por Unicentro, tiene otra casa y un carro en Cali.
Aunque fue reiterativo en enviar un mensaje claro: “cuando fui campeón del mundo, malgasté y no tuve quién me orientara”, por eso envía esta reflexión a las nuevas generaciones.
Pese a todas estas dificultades, ‘Momo’ Romero es un fiel reflejo de que, pese a las adversidades, se puede salir adelante con sacrificio y resiliencia.