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Tadej Pogacar en lo que fue su primera carrera en el 2008. | Foto: Foto: archivo particular / El País

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¡Hecho a pulso! Un inicio difícil de niño y ahora una consagración definitiva para Tadej Pogacar

Desde pequeño, Tadej Pogacar quiso seguir los pasos de su hermano Tilen, quien era uno de los destacados de la escuela de ciclismo del pueblo donde nacieron.

18 de julio de 2021 Por: AFP

De pequeño, Tadej Pogacar hacía todo como su hermano. Pero en el club ciclista que frecuentaba éste, a las puertas de la capital eslovena Liubliana, no había una bicicleta a su talla, por lo que tuvo que hacer prueba de paciencia.

Ahora en la cima del ciclismo mundial, Pogaçar soñó y logró reeditar su triunfo en el Tour de Francia, con una resonante victoria en esta edición del 2021, y sueña también con ganar en Tokio las primeras medallas de la disciplina de su país, que también puede contar con su gran rival Primoz Roglic.

Casi se llevan 10 años de diferencia -22 para Pogaçar, 31 para Roglic- y una trayectoria completamente en las antípodas.

Tadej comenzó la bicicleta muy joven y ha ido subiendo poco a poco todos los peldaños; Primoz llevó a cabo una espectacular reconversión a los 18 años tras una carrera como saltador de esquí.

Ambos dominaron el año pasado la Grande Boucle, acabando primero y segundo, respectivamente.

"Después de tales resultados, nuestras expectativas son muy altas. Si no regresan con una victoria, estaremos un poco decepcionados", admite Miha Koncilija, entrenador en el club en el que comenzó el último vencedor del Tour.

A la sombra de su hermano

Fue él quien se fijó en el famoso hermano de Tadej, Tilen, durante una gira por los colegios para descubrir nuevos talentos.

"Tilen pasó la prueba y estuvo excelente. Tadej quiso pronto unirse a él. Tenía ocho años y en aquella época no teníamos bicicletas de carrera para él", explica a la AFP.

El pequeño Tadej no pudo comenzar hasta unos meses después. "Era difícil predecir que iba a ganar el Tour de Francia, pero era especial", asegura. "Le encantaba entrenarse con su grupo y rápidamente demostró que era muy bueno en las subidas".

El ciclismo fue como un "flechazo", destaca el padre del campeón, entrevistado en su pueblo natal de Komenda, al pie de los Alpes. El joven corredor supo compensar desde un inicio su escasa estatura con una gran tenacidad.

"Era de los más pequeños (...) y tenía que enfrentarse a niños mucho más desarrollados físicamente. No podía brillar, pero por eso tuvo que pelear más duro y al crecer, se convirtió en mejor que los otros".

En su club de origen, del que Pogacar es actualmente uno de sus principales mecenas, unos niños, encerrados en el interior porque fuera llueve, pedalean con entusiasmo. Y con los ojos puestos en una pantalla gigante donde se muestran las carreras de su ídolo, cuyo triunfo ha provocado una fiebre en Eslovenia por el ciclismo.

Kristof Kogovsek, entrenador del equipo junior llamado 'Pogi team', conoce bien a Pogacar y confirma su determinación a "pelear por las primeras plazas", que por físico quizás no le estaban reservadas. "Cada año progresaba un poco más" hasta la apoteosis del Tour.

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