Este sábado los colombianos tendrán una gran chance en el Tour de Francia

El de este sábado, en el mítico Tourmalet, representará el primer final en alta montaña del Tour de Francia, lo que significa la entrada al terreno ideal para los escarabajos Nairo Quintana, Rigoberto Urán y Egan Bernal, que llegan en buenas posiciones a la travesía en los pirineos.

Será la decimocuarta etapa de un Tour de Francia que celebra los 100 años del maillot amarillo y tiene como líder al local Julian Alaphilippe, ganador de la crono de este viernes en Pau.

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Este sábado el recorrido de 117,5 kilómetros comenzará en Tarbes. Será el primero de los siete puertos que tiene la edición por encima de los 2000 metros.

El Tourmalet, que será la meta por tercera vez en la historia, tras la edición de 1974 y la de 2010, estará precedido por el Soulor, un premio de montaña de primera categoría, que puede servir como rampa de lanzamiento de aventuras que deberán resolverse en el ascenso final.

Será una llegada a 2115 metros de altura, un premio de montaña fuera de categoría, tras un ascenso de 19 kilómetros con rampas de 7,4 % en el promedio.

Aunque el Tourmalet no será el pico más alto de esta edición, honor reservado para Iseran y sus 2770. Tampoco la meta más alta, que estará en Val Thorens, la víspera del paseo triunfal en los Campos Elíseos, a 2365.

Pero el Tourmalet será la antesala de todos ellos, el test para los pulmones de los corredores.

Los colombianos vienen ya acostumbrados de serie, porque su hábitat natural está por encima de esas latitudes.

Para los otros es una inmersión en la altura, que la práctica trata de paliar con temporadas de entrenamiento en altitud para poner en hora los organismos. Los expertos están convencidos de que el cuerpo se acostumbra y que sus reacciones, tras haber entrenado en altitud, son más naturales cuando compiten. Sin embargo, la ventaja es cafetera.

Solo un colombiano ha coronado como primero el Tourmalet. Fue José Patrocinio Jiménez, el encargado de iniciar la leyenda de los ‘escarabajos’ en tierras europeas en 1983, en la primera incursión de un equipo colombiano (Café de Colombia) en la ronda francesa.

En la primera etapa en los pirineos de esa edición del Tour —la décima de la carrera—, Patrocinio atravesó primero el premio de montaña en Tourmalet, por lo que se convirtió en el primer colombiano en vestirse con la camiseta de mejor escalador del Tour. Sin embargo, no ganó la etapa.