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'Lucho' Herrera, ganador de la Vuelta a España en 1987.

CICLISMO COLOMBIANO

El camino hacia Egan Bernal: así se han forjado los grandes triunfos del ciclismo colombiano

En 23 países ha barrido el ciclismo colombiano con su gran entrega y talento. Recordar es vivir.

4 de agosto de 2019 Por: Tobías Carvajal - Especial para El País

Esta nota bien podría estar reservada a septuagenarios, octogenarios o algo más, dada la vejez de los acontecimientos a que ella alude, pero cobra especial actualidad ahora que, mucho más de medio siglo después, un colombiano, Egan Bernal Gómez, logra el más anhelado título en ciclismo de ruta por etapas del planeta, el famoso Tour de Francia. Así pues, es preciso saber dónde comenzó a gestarse esta epopeya.

La primera insinuación de ciclismo en nuestro medio se remonta a 1929, cuando Rafael Borda ganó una doble Bogotá-Tunja de 336 kilómetros. Cuatro años después, en septiembre de 1933 se catalogó de proeza el recorrido que hizo entre la capital del país y Cúcuta el bogotano Ernesto Rubiano, empleado un tiempo de 41 horas y 20 minutos.

Hacia finales de 1937 y comienzos de 1938, el mismo Ernesto Rubiano y Carlos Arturo Torres se embarcaron en la hazaña de hacer una prueba Bogotá-Quito-Bogotá en 28 días.

Lo efectuaron en unas fuertes bicicletas ‘James’ obsequiadas por la casa comercial del señor Ignacio D. Duperly. De inmediato acometieron la empresa de recaudar fondos para cumplir la travesía Bogotá-Buenos Aires, con la aspiración de ‘hacerse famosos’.

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En tiempos ‘más recientes’ —agosto de 1949— como quien dice 70 años atrás, se celebró una carrera Cali-Bogotá de una semana de duración. La primera etapa de 175 kilómetros con meta en Sevilla, concluyó hacia las 7 de la noche con el triunfo de Óscar Oyola, seguido de Javier Atehortúa y Óscar Salinas, grandes referentes de la época.

La tarea de organizar este deporte en Colombia estuvo a cargo de la Aciclismo (Asociación Colombiana de Ciclismo). Tal entidad se creó en 1938, por medio del Decreto 2216 y tuvo como primera sede a Cali, pero 3 meses antes de iniciarse la I Vuelta a Colombia -1951- se trasladó a Bogotá, luego de triunfar el que podríamos denominar ‘grupo de presión’, liderado por quien ya era un prestigioso dirigente deportivo en nuestro país, el inglés Donald W. Raskin (nació en 1922) y radicado en Colombia desde los 12 años.

Él, junto con Mario ‘Remolacho’ Martínez, José A. Galindo y Pablo Camacho Montoya, sentaron las bases de la anual celebración de la Vuelta a Colombia, manifestación deportiva de impresionantes marejadas humanas, que ningún credo ha podido volver a aglutinar en forma tan espontánea y sincera.

El primer roce con figuras internacionales comenzó a vivirse en enero de 1952, cuando en la II Vuelta participó, patrocinado por la firma Automoto de Cali, el francés José Beyaert, quien venía de ser campeón olímpico en los Juegos de 1948 en Londres.

Compitió con el argentino Humberto Varisco, ídolo en el país del sur, auspiciado por Bicicletas Stella de Bogotá. A la postre se repartieron los dos primeros puestos de la general.

Al lado de ellos, ciclistas sencillos, humildes, de la entraña colombiana como los antioqueños Roberto Cano Ramírez, Conrado ‘Tito’ Gallo, Amador Andrade, Antonio Isaza y vallecaucanos como Ernesto ‘La Pulga’ Gallego, Óscar Oyola, Luis Galo Chirigoba -ecuatoriano de cuna- Jaime Perdomo y tantos otros.

Todos ellos portando el distintivo de firmas comerciales como Fatesa, Pavimentadora Nacional, Lavandería Tropical, Sedeco, Ciudadanía de Sevilla, Club Automoto, Laboratorios JGB, Carvajal & Cía., bicicletas Monark, Canada Dry entre otros.

Mención especial merece el zipaquireño Efraín Forero, campeón un año antes —1951— y luego sub-campeón en 1957, como escolta del ibérico José Gómez del Moral. En esa II Vuelta apareció la figura de Ramón Hoyos Vallejo, al final en la sexta plaza de la general, a más de 4 horas del campeón Beyaert.

Primera salida internacional

Un año más tarde, luego del primer apoteósico triunfo de Hoyos Vallejo en la Vuelta de 1953 (ganó 8 de 15 etapas) Beyaert, oficiando de técnico, optó por participar en la ‘Route de France’ con un equipo colombiano, sin preparación de ninguna naturaleza.

Restando 24 horas para comenzar la prueba, la Aciclismo no estaba afiliada a la máxima rectora del pedalismo mundial, contratiempo que resolvió el propio técnico. Esa carrera es hoy el equivalente al Tour de L’ Avenir.

El equipo, para esa primera experiencia en Europa se integró con Ramón Hoyos, Fabio León Calle y Héctor Mesa, todos antioqueños; Efraín 'Zipa' Forero y Mario Montaño de Cundinamarca, y Óscar Oyola del Valle.
La carrera, con 17 equipos y 5 extranjeros, salió de París el 13 de mayo. La primera etapa tuvo un recorrido de 172 kilómetros.

“Treinta minutos después de la llegada del vencedor -decía el cable de la UPI- ninguno de los miembros del equipo colombiano había llegado a la meta…”. Al promediar la tercera jornada todos los criollos debieron abandonar.

El técnico Beyaert dijo: “Han aprendido más en 4 días aquí, que en 4 años en Colombia. Los europeos entrenan 3 mil o 4 mil kilómetros antes de una carrera como ésta, mientras los nuestros hacen 300 ó 400 solamente”.

Ciclistas como Montaño, Calle, Mesa y Forero permanecieron algunas semanas más en Europa. El paisa Fabio León Calle -murió el año pasado en Estados Unidos- logró el 21 de junio de aquel año 1953, el primer triunfo de un ciclista colombiano en el viejo mundo.

Ganó la prueba Chatillon-Sous-Bagneux, de 150 kilómetros, en cerrado embalaje con el francés Pellegrini. Días más tarde, agosto 16, el ‘Zipa’ Forero ganó el premio municipal, una prueba que reunió a los 186 ciclistas aficionados más destacados de Francia. Venció en el remate final. Dos triunfos que son el punto de partida de las decenas de éxitos que hoy cosecha el ciclismo nacional en el mundo.

Cinco años después, en septiembre de 1958, Ramón Hoyos ya como penta-campeón de la Vuelta nacional, hizo presencia solitaria en los denominados ‘Seis Días de Suecia’, carrera con un trazado total de 1.206 kilómetros.

Al final de la primera etapa de 190 kilómetros y pese a algunos contratiempos de salud, Hoyos alcanzó la cuarta casilla de la jornada, como escolta de 3 europeos.

Gracias a ello, los diarios de Estocolmo, apáticos en ese tiempo a deportes diferente al fútbol, elogiaron al colombiano, por el hecho de ser campeón Panamericano y de la Vuelta a Puerto Rico. El esfuerzo solitario de Hoyos, obligó a su abandono al concluir la cuarta etapa de 221 kilómetros.

Aterrizaje en Tour

Ya en el propio Tour de Francia, 62º. Edición (1975) el primer colombiano en participar fue Martín ‘Cochise’ Rodríguez, con 33 años cumplidos.
En el equipo de la Bianchi (fábrica de bicicletas italiana desde 1885)) fue co-equipero de Felice Gimondi, sexto en la clasificación general final. Gimondi, en 1973, se había titulado campeón mundial de ruta.

Luego de recorrer los 4.000 kilómetros oficiales, el ‘jet’ colombiano fue uno de los 86 ciclistas -de 140 que comenzaron- que pudo llegar a París y ocupar el 27º. de la clasificación general definitiva.

El hecho de haber logrado el título de campeón, un colombiano -algunas veces reiteradamente- en competencias por etapas en países como Estados Unidos (Tour de California y Coors Classic)), México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá (Chiriquí) en el área centroamericana; Venezuela (Táchira), Ecuador, Bolivia, Chile, Argentina (San Luis), Uruguay y Brasil (Sao Paulo) en Suramérica, amén de los territorios insulares de Puerto Rico, Guadalupe y Martinica, es una envidiable carta de presentación.

A todo lo anterior se suman los triunfos en España, Italia, Francia, Suiza y en el extremo oriental, recientemente Malasia. Un total de 23 países y eso que faltan datos de ‘otros municipios’.

He ahí el histórico pedestal sobre el cual se yergue el fantástico triunfo de Egan Bernal Gómez en la ‘Ciudad Luz’.

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