La ilusión de Juan Pablo Montoya y su hijo Sebastián en las 12 Horas de Sebring duró dos horas y 40 minutos.
En el momento en que el auto de los colombianos lideraba la prueba, Juan Pablo Montoya contó con mala suerte al chocar el carro con otros vehículos, teniendo que abandonar la carrera.
Sebastián fue el encargado de conducir el carro del equipo DragonSpeed desde el inicio, dejando buenas sensaciones y superando las dificultades que se le presentaron, hasta el punto de controlar la prueba.
Juan Pablo Montoya's dream of a class win with his son is over #Sebring #12HSebring #IMSA pic.twitter.com/Hr5CP0igXx
— BrakeHard (@BrakeHardBlog) March 19, 2022
Luego Juan Pablo, su papá, tomó el relevo y en ese momento la carrera se hizo difícil, colisionando el vehículo de los colombianos con otros que en ese momento buscaban el primer lugar.
Pese a la frustración, Sebastián habló y se mostró tranquilo, librando de cualquier culpa de lo sucedido a su padre.
"Esto no era lo que esperábamos, pero por como se presentó la situación, mi papá no tenía nada qué hacer. Él tiene mucha experiencia y considero que lo que él hizo creo que es lo que hubiéramos hecho todos”, expresó Sebastián.
Era la primera vez que padre e hijo competían en una carrera.