Julio César Londoño, el palmirano experto en 'echar el cuento'

Leer a Julio César Londoño es como pasearse por un completo y exquisito bufet, donde el autor lleva de la mano al lector por todas las ciencias y las artes y se las presenta de una manera sencilla y alcanzable, pero a la vez con profundidad científica y divertidas.

En Sacrificio de Dama, el escritor palmirano orienta al lector por los intrincados laberintos del lenguaje y el metalenguaje, de la ortografía y la sintaxis; da cátedra de historia antigua y moderna, poniendo en escena por igual a un faraón que a Cristóbal Colón, o personajes del común.

El autor, por fortuna desertor de ingeniería eléctrica en la Universidad del Valle, para devenir en ingeniero de la palabra, toma muchos temas de la ciencias exactas y las pone en perspectiva de las ciencias humanas.

Londoño escribe como un niño que desbarata un juguete para volverlo a armar, y de paso explica a la humanidad su funcionamiento. Incluso, busca desentrañar el origen del universo, y hasta cómo ganarle a una máquina de jugar ajedrez y, lo que todos anhelan, cómo ganarse la lotería.

En este oficio de orfebre de la palabra, se revela como el cultivado ajedrecista que es y calcula muy bien cada jugada, cada palabra está donde debe estar, y en cada párrafo no sobra ni falta ningún verbo ni adjetivo. Todo está meticulosamente pensado.

De hecho, el cuento que da nombre al libro Sacrificio de Dama (Penguin Random Haouse 2019), narra la confrontación entre un avezado practicante del juego ciencia, y una máquina programada para tal fin, con un desenlace inesperado.

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De este y otros relatos, hablará el autor este martes 3 de septiembre, a las 5:00 p.m., en el auditorio Jorge Isaacs de la Biblioteca Departamental, en el conversatorio ‘Los artificios del cuento’, con la periodista del diario El País, Alda Livey Mera Cobo. Su disertación forma parte de la programación del V Festival Internacional de Literatura, Oiga, Mire, Lea, que realizada anualmente la institución y que se prolongará hasta el 8 de septiembre, con entrada libre para el público.

El artista del cuento y el ensayo de divulgación científica, contará el detrás de cámaras de la creación de sus relatos, que componen este libro, Sacrificio de Dama, que recoge los mejores relatos de su autoría en esos dos géneros en los que es maestro consagrado.

De hecho, Londoño es tallerista dedicado a enseñar las claves de estas dos formas literarias, en las que sienta cátedra.

En ensayo, hace de la partícula que inventó el mundo, una pieza maestra; o las claves para entender a Jorge Luis Borges, un escritor que considera lo marcó en su vocación literaria, entre otros temas que aborda con precisión de relojero y profundidad filosófica y metafísica.

Un escritor de la dimensión de Héctor Abad Faciolince, han dicho del prosista: “Julio César Londoño tiene tres cualidades rarísimas: un enorme talento especulativo, una sonrisa inteligente y un sentido moral cuidadosamente retorcido”.

Por su parte, Rodrigo Burgos Cantor (q.e.p.d.) comentó de Sacrificio de Dama: “Estos cuentos son un ajedrez de fierro y luz, de ingenio y tensión”.

Londoño es autor de los libros ¿Por qué las Moscas no van al Cine? (2004), Los Geógrafos (1999), Cuentos Exactos (2016), Los Pasos del Escorpión (2017) y Proyecto Piel (novela, 2008), entre otros títulos.

Con ellos ha sido ganador premios y reconocimientos, entre los que se cuentan el Concurso Nacional de Cuento, de la Cámara de Comercio de Bogotá, en 1988 y 1989, con sus relatos El Suicida y La Matrona Babilónica, respectivamente; el Premio de Autores Vallecaucanos Jorge Isaacs de Ensayo, de Cali, por su texto La Ecuación del Azar y el Premio Carlos Castro Saavedra, de Medellín.

A nivel internacional ha recibido el premio Alejo Carpentier, en La Habana (1992), justamente por su cuento Sacrificio de Dama; el galardón de Cuento de Ciencia Ficción de la Universidad de Veracruz, y el premio Plural de Ensayo 1992, ambos en México.

También mereció el Premio Juan Rulfo de Cuento 1998, que otorga Radio Francia Internacional, y el Premio Simón Bolívar en crítica literaria 2014. Fue finalista del Premio Planeta de novela 2007.

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