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Carlos Climent, psiquiatra caleño | Foto: Archivo / El País

LITERATURA

"La gente se casa mal porque elige mal desde el principio": Carlos Climent

El psiquiatra caleño Carlos Climent habla sobre su más reciente libro, ‘Asuma la gerencia de su vida’, presente en la Feria del Libro de Bogotá de la mano de Panamericana. Las etapas de la vida, al desnudo.

30 de abril de 2019 Por: Redacción de Gaceta

Cada nuevo libro del psiquiatra Carlos Climent confronta con la verdad, sin disfrazarla, o como él mismo dice, “sin eufemismos” para suavizar lo que no tenemos la valentía de llamar por su propio nombre.

Primero fue ‘Los tiranos del alma’, que tiene 10 años de publicado, un libro de divulgación de temas psicológicos que escribió porque, como decía su padre, “la gente se muere más por falta de información que por falta de medicamentos”.

‘Luego vino ‘La locura lúcida’, sobre los trastornos de la personalidad sociopática, narcisista y borderline. Y ardió Troya. Porque sostenía que podemos estar conviviendo, lado a lado, almohada a almohada y jornada a jornada, con parientes, compañeros y conocidos que, a pesar de su fama de cuerdos, están trastornados.

Ahora nos presenta ‘Asuma la gerencia de su vida’, novedad de divulgación que llega a la Filbo y sobre la que habla con Gaceta.

¿Cuándo nació en usted el deseo de dejar un registro, no solo en la columna sino en un libro, como una forma de divulgación científica y un aporte a la salud mental de los colombianos?

La idea de estos libros comenzó cuando yo me jubilé, hace más de 20 años, y cuando lo hice no estaba preparado para la jubilación, a pesar de que a mí me consultan mucho sobre asuntos relativos a la jubilación y a la edad, pero realmente no estaba preparado. En las mañanas desayunaba y quedaba desocupado, aunque en las tardes mantenía mi consulta clínica y así fue que empecé a ver en qué llenaba el tiempo y una de las actividades era subir al Cerro de las Tres Cruces tres veces por semana. Después compré un computador y empecé a escribir una hoja por día y por cosas del destino, donde tuvo mucho que ver Aura Lucía Mera, recibí la invitación de

El País para escribir una columna, la primera con la cual me estrené se tituló “Al débil no lo respeta ni su mamá” y ese es un tema central a la primera etapa de la vida que planteo yo en el libro “Asuma la gerencia de su vida”.

“El cuento de la democracia familiar no es verdad, uno no puede ser demócrata
en la casa. Uno tiene la obligación de dirigir la educación de los hijos. Somos guías de la crianza”.

¿Cuánto tiempo le tomaba escribir sus primeras columnas?

Para escribir mi primera columna me tomé un mes y medio, después con la práctica ya escribía media página cada tres horas. Rápidamente encontré una cosa muy interesante y es que la gente que leía esto se interesaba, incluso mucho más que mis colegas, para los que yo escribí durante muchos años. Me encontraba personas, mientras hacía mercado, que hablaban de mis columnas y eso empezó a motivarme. Ya voy a completar casi 20 años en esta actividad. Y así comenzó también mi primer libro, que fue una sugerencia amable de Aura Lucía y otros amigos, quienes me dijeron que lo pusiera en un libro y así surgió ‘Los tiranos del alma’, primer libro que escribí hace casi 10 años.

Pero un capítulo en particular encendió las alarmas de muchos...

Sí. Más tarde, algunas personas me dijeron que ese capítulo dedicado a las personas narcisistas y a los trastornos de personalidad antisocial era muy corto y que era preferible que yo me extendiera, y así nació el segundo libro que fue ‘La locura lúcida’ donde se resumen tres temas que a mi juicio son muy importantes y sobre todo prevalentes en este medio, que son: el trastorno narcisista de la personalidad, el trastorno antisocial y el trastorno limítrofe o borderline.

¿De dónde sale un título tan sugestivo como ‘La locura lúcida’?

El título La locura lúcida no es original mío, se lo copié a un colega que murió en el año 1770 creo, el doctor Trélat y no tenía ningún problema que yo tomara ese título. ‘La folie lucide’ es el título original de este libro pero él únicamente trataba el tema del trastorno antisocial de personalidad, y yo resolví incluir tres locos lúcidos que son los narcisistas, los sociópatas y los borderline, porque en realidad son personas aparentemente lúcidas, pero tremendamente patológicas y que hacen un daño tremendo, nadie los identifica, incluso uno puede dormir 20 años con uno de esos y no se entera.

Usted tuvo una paciente que se quejó del libro, porque ella no podía creer que su madre fuera una sociópata. ¿Qué reacciones hubo cuando usted desnudó estas patologías de la mente?

Ese fue un shock muy grande, y una de las consultas más breves que he tenido. La señora pagó la consulta y llegó con el libro ‘La locura lúcida’. Me dijo: Aquí le traigo este libro, es una porquería, ojalá no siga escribiendo. Cómo es posible que usted insinué que mi mamá es una sociópata. Me entregó el libro, abrió la puerta y se fue. Y realmente fue cuando me enteré de que era un libro difícil. Fue un libro difícil de escribir y que yo resolví hacer sabiendo que iba a ser de difícil aceptación para muchas personas, pero que era un libro necesario porque resulta que nunca en mi consultorio había entrevistado a un sociópata, porque a mis colegas les consta que los que nos llegan a nosotros son las víctimas de los sociópatas. El sociópata nunca va a consulta y el narcisista menos, porque ellos son perfectos, ellos no tiene problemas, el problema es del otro, ellos siempre tienen la razón, nunca tienen la culpa, entonces por esa razón decidí escribir para esa gente que nunca va a tener la oportunidad de ir a mi consulta, como una guía.

Hablemos de ‘Asuma la gerencia de su vida’ y empecemos por este título...


Mi título, el que yo había elegido, era ‘Bajo la lupa del psiquiatra’, y entonces llegué a la editorial y presenté mi título, pero me dijeron: “Con ese título no se lo compra ni su mamá”, entonces se me ocurrió ‘La lupa interior’ y entonces me fui donde Fernando Rojas y él me dijo, no eso tampoco sirve, no vende, y yo tenía como subtítulo ‘Asuma la gerencia de su vida’, y ese fue el título elegido. Dije ‘eso me suena a autoayuda’, yo quiero un libro serio, pero de me tocó aceptar. La realidad es que este libro salió hace poco y ahora estamos en la segunda edición.

A diferencia de sus libros anteriores, este es como un tránsito a lo largo de la vida...

Empezamos por la infancia y todo lo difícil de la crianza de los hijos, avanzamos a un capítulo largo y lleno de verdades duras, que se llama de la luna de miel al divorcio y un tercer capítulo que es sobre la entrada a la vejez.

¿Por qué es importante contarles a los papás de qué forma están criando a sus hijos?

Esto de las tres etapas de la vida es medio cuento chino, realmente no son tres etapas, Erickson habló de 8 etapas de la vida y que cada una de esas etapas tiene asuntos que hay que resolver y asuntos que hay que superar, para poder entrar a la siguiente etapa. De todas maneras yo decidí tomar estos tres periodos, no soy psiquiatra infantil, pero por cosas del destino nos llegan las consultas de los adultos que tienen niños y este es un tema muy trillado y muy manejado por personas mucho más expertas que yo en el tema de la crianza de sus hijos, pero yo decidí embarcarme en esto porque era una consulta detrás de otra en relación a cómo hacemos con los niños malcriados. Y es que, en efecto, la plaga del siglo XXI son los niños malcriados y sin normas, pero el problema no son ellos, son los padres esos que piensan que lo importante es mantener feliz al hijo.

¿Cómo son estos padres?

Algunos padres piensan que lo importante es tener una buena relación con el niño y yo creo que eso es una equivocación de fondo, uno no tiene tener una buena relación con un hijo al que está criando, uno tiene la responsabilidad de criarlo, de guiarlo, y eso significa frustrar y eso significa que te vas a indisponer con el muchacho, pero esos padres que no se quieren indisponer....

Recuerdo mucho el caso de un paciente que me llegó a contar que él había establecido en su casa el sistema democrático, las cosas se hacían por votación y resulta que el voto del niño de 10 y la niña malcriada de 12 tenía el mismo peso de la mamá y el papá.

Usted tiene curiosos intertítulos en el libro: El hijo desagradecido, el atenido, el mediocre, el manipulador, y vamos directo a un capítulo que se llama ‘Al débil no lo respeta ni su mamá’.

Les conté que fue una columna con la cual me estrené hace casi 20 años, esto tiene una historia interesante y es que cuando estaba haciendo mi residencia en Boston, en el Massachusetts General Hospital, tenían una colonia de micos y uno de los experimentos era darle Reserpina a uno de los micos para deprimirlo, porque ese medicamento en aquel entonces se utilizaba como antihipertensivo y eso lo que generaba era unas depresiones profundas, entonces se lo inyectábamos a macho alfa de la colonia. En cuanto se empezaba a deprimir, la hembra empezaba a coquetearle a los otros machos betta de la colonia, los bebés empezaban a jalarle de las orejas, y como este se dejaba y cada vez estaba más deprimido entonces se le orinaban encima, los otros machos hacían de las suyas. Cuando le quitaban la Reserpina y el macho empezaba a irse de su estado, la hembra empezaba a comportarse, los otros no se volvían a meter y todo volvía a su normalidad, entonces fue cuando se me ocurrió que ese podía ser un buen inicio.

Al débil de verdad no lo respeta ni la mamá y eso es algo que debemos tener en cuenta, para que entendamos que tiene que haber una línea clara y para que seamos consistentes. Esos serían los elementos básicos de este primer capítulo de Asuma la Gerencia de su Vida.

Usted insiste en la necesidad de hablar claro y de llamar las cosas por su nombre para que podamos iniciar un proceso de confrontación con la realidad. ¿Los colombianos estamos entrenados para no hablar claro?

En Colombia hay una fascinación por los eufemismos. Uno de los casos más recientes es el de una señora que me consultaba porque estaba muy deprimida y porque tenía muchos problemas con su marido, y me decía que era “necio”, que hace 20 años tiene una moza distinta, ella no pudo separarse sino años después, y es que las palabras tienen un impacto tremendo.

El efecto hipnótico del eufemismo... ¿Qué porcentaje de personas va a consulta por problemas de pareja o problemas sentimentales?

No tengo la cifra, pero creo que es un porcentaje muy importante y eso se refleja en los escritos, porque no son sino los temas que me han contado mis pacientes y entonces tengo muchas referencias de este tema, podría decir que los problemas con los hijos también tienen que ver con la pareja, porque cuando hay dificultades con la pareja esto se refleja en la educación de los hijos. Por eso diría que por lo menos una tercera parte de mis consultas son de temas de pareja, depresiones, procesos ansiosos o más serios.

Usted sostiene en este libro que la mayoría de matrimonios no fracasa por el día a día, ni por la convivencia, sino porque eligieron mal desde el principio. ¿Por qué concluye eso?

Eso mismo me lo preguntó una señora hace varios años, ¿cuál era la razón por la que se separa tanta gente? Y creo que el 50% de los matrimonios terminan en una ruptura, y la razón es que la gente elige mal y si usted elige mal desde el principio, enderezar ese asunto es muy complicado. Entonces no hay que buscarle cinco pies al gato, elija bien y póngale la lupa a sus necesidades antes de meterse en profundidades eróticas o románticas, porque cuando ese telón de la luna de miel cae entonces se encuentran con una persona que definitivamente no conocían.

¿Cuáles son los criterios saludables para elegir pareja?

Hay que preguntarse: ¿Es mentalmente sano? ¿Es generoso? ¿Es capaz de ponerse en los zapatos del otro? ¿Es transparente? ¿Es flexible? ¿Es independiente? ¿Es capaz de compartir? ¿Tiene sentido del humor?

Hay una parte del libro que le dedica a los problemas hospitalarios, ¿Por qué creyó que era importante meterse con el sistema médico colombiano?

Yo tengo una propuesta de juramento hipocrático del siglo XXI. Hay médicos extraordinarios y los médicos son víctimas de un sistema prostituido, los médicos que tienen que trabajar bajo este sistema realmente están sometidos a una tiranía.

Muchos médicos de hoy no tienen tiempo de realmente hablar con el paciente...

Es una tristeza. Yo dedico un capítulo de este libro a Jorge Araujo que fue mi profesor de medicina interna y él nos enseñó lo que era hacer medicina: hablar con el paciente. A pesar de que esta no es una causa de consulta, muchos pacientes terminan contando las tragedias que han tenido en el sistema médico. Escuchar es de las cosas más difíciles en la entrevista médica.

Hablemos sobre la preparación para el retiro, en la etapa de la vejez...

Por obvias razones (risas) esta es una etapa que me encanta, me consultan muchas personas de edad y creo que la otra tercera parte del motivo por el cual consultan tiene que ver con los problemas inherentes al envejecimiento y a la preparación para la jubilación, yo no lo hice y tuve que enfrentarme a eso y la gente debería prepararse mejor.

¿Por qué dedicar un espacio en su libro a la tacañería?

La tacañería no es solamente el dinero que nunca se sacan del bolsillo, la tacañería lo invade todo: como pareja, como padre, como hijo, como socio, como todo. Y eso se le ve tempranamente a la persona. Cuando cae el enamoramiento, que es un estado psicótico temporal del cual la mayoría sale en relativamente corto tiempo, una vez que se recuperan de ese momento, la gente comienza a ver todas estas cosas.

¿Qué tan cierto es que el tacaño en lo material, es tacaño en sus sentimientos?


Es algo global, lo abarca todo, es tacaño con los sentimientos y los sentimientos lo tocan todo, esa persona es tacaña integral y eso no tiene cura.

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