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Fotografía de El regreso del héroe, protagonizada Jean Dujardin y Mélanie Laurent. | Foto: Especial para El País

FRANCIA

El Don Juan Francés

‘El regreso del héroe’ es una comedia francesa cuyo mayor mérito está en la ambientación de una época y en la actuación de su pareja protagónica. La historia con tintes épicos remoja sus escenas con chistes esporádicos y equivocaciones propias del género, pero carece de espíritu y arrojo.

16 de junio de 2019 Por: Claudia Rojas Arbeláez / Especial para El País

Corren los años 1.800 y en las cercanías de un pueblo de la provincia francesa, una respetable familia aguarda la llegada del capitán Neuville que ha ido hasta allí para pedir la mano de la menor de sus hijas. El honor que siente la familia ante semejante propuesta, solo se compara a la sorpresa que minutos después recibe.

Tras concederle la mano y hacer planes de boda, un soldado llega hasta allí para avisarle al capitán que es requerido en el frente de la batalla. Entre lágrimas de su nueva familia política, el capitán se despide y parte, no sin antes hacerle a su prometida la promesa de escribirle todos los días.

Promesa que por supuesto no tiene la mínima intención de cumplir. El olvido del capitán, pone en riesgo la vida de su prometida cuando cae enferma y no tiene motivos para aferrarse a su vida. En su afán de ayudar, su hermana mayor, Elisabeth decide escribirle una carta haciéndose pasar por Neuville.

La misiva cumple su propósito y consigue que la joven salga de su enfermedad, sin embargo, genera otro problema: se establece una correspondencia “fluida” entre los amantes. Sin embargo las cartas de él son, en realidad, escritas por la hermana mayor, que se regodea en detalladas descripciones de las batallas que emprende. Ante los ojos de la familia, el capitán se convierte en un héroe y la hermana en lugar de olvidarse de él, cada día lo espera con mayor ansia.

Así se establece la trama de ‘El regreso del héroe’ dirigida por Laurent Tirard (‘Asterix y Obelix, al servicio de su majestad’), que nos ofrece la oportunidad de ver la época con otra óptica. Lejos de las narraciones biográficas o de las épicas convencionales protagonizadas por personajes virtuosos, esta apuesta por un hombre tramposo que no tiene nada de heroico. Estamos pues frente a un personaje cómico que, al mejor estilo de don Juan, engaña a las mujeres aunque a diferencia de aquel burlador de Sevilla, este parece no tener un propósito claro. Pues en realidad solo saca provecho de algunas mujeres más no de aquellas a quienes promete matrimonio.

Sin embargo, pese a esto, la película se torna predecible desde sus primeras secuencias. Bajo la premisa implícita de la complacencia y el chiste esporádico, el director no se esfuerza por ofrecer ninguna sorpresa. Así, pues se mueve dentro de lo más convencional, planteando a los personajes desde una faceta única, logrando apenas superar al más clásico de los estereotipos.

Así pues no es extraño que desde su primer acto se prevea el final, pues antes la convención del personaje embaucador que triunfa en todas las situaciones y la mujer que quiere desenmascararlo frente a la sociedad, puede suponerse lo que pasará después. El amor se abre el paso entre las mentiras indefensas, romances picarescos y confusiones. Todo esto en medio de una guerra que acecha y un tiempo de correspondencias fallidas.

Pese a todas estas convenciones, resulta gratuito que el odio que Elisabeth le profesa a Neuville se transforme en amor. Esta ingenuidad se convierte en un giro anticipado y del que pende toda la trama. Lo malo es que ocurre demasiado rápido y el resto de la trama carece de tensión.
Pero también hay que ser honestos y decir que pese a que la anécdota es corta para la duración del film, hay despliegue de buenas actuaciones y ‘pastelazos’ que nos arrancan una que otra risa, siempre a la espera de que se descubra la verdadera personalidad de este bribón.

En este orden, el trabajo de Jean Dujardin (a quien reconocemos de mejores papeles como el que hizo en ‘El artista’), como Neuville es grandioso. La historia, en cambio, es liviana, por decir lo menos.

‘El regreso héroe’ se estanca pronto y de no ser por la delicada ambientación del siglo XIX y por los enredos propios del género cómico, sería irrelevante. Pero el director supo hacer guiños a los clásicos argumentos del género y llevó la película a una orilla más romántica. Con la actuación de Jean Dujardin (a quien reconocemos de mejores papeles como el que hizo en ‘El artista’), como Neuville y Mélanie Laurent (‘Bastardos sin gloria’) en el papel de Elisabeth, se logra la química y la picardía necesaria. Es, gracias a ellos, que las situaciones dramáticas superan lo predecible, llegando a los límites de la equivocación y el ridículo.

En su justa medida, el insumo teatral y la cinematografía se mezclan para convertir este ‘don juan’ en una comedia romántica sin final feliz. Esto sin embargo, no opaca su propósito de entretener y recrear una historia simple en un contexto y época que aunque pudo aprovecharse mejor, no deja de gustarnos. @kayarojas

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