Cultura

“Existen culturas donde su sabiduría está basada en la comida”: Valeria Campos, filósofa autora de ‘Pensar / Comer’

En su más reciente libro, la filósofa Valeria Campos hace una aproximación a lo que los grandes pensadores, desde la antigua Grecia, han planteado sobre el acto de comer y alimentarse.

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Valeria Campos
La filósofa Valeria Campos analiza la retórica asociada a la comida y la culinaria que usamos en la vida cotidiana, así como los nacionalismos que parten de las preferencias gastronómicas y que sirven para construir identidades. | Foto: Cortesía Siglo del Hombre

19 de ago de 2025, 10:49 a. m.

Actualizado el 19 de ago de 2025, 04:16 p. m.

La mayor poeta del periodo barroco en Latinoamérica, Sor Juana Inés de la Cruz, no solo escribió, también cocinó como los mejores, dejando para la historia versos y recetas muy sabrosas de comida mexicana.

De hecho, fue ella, quien en una de sus famosas epístolas, escribió: “Bien se puede filosofar y aderezar la cena. Y yo suelo decir viendo estas cosillas: si Aristóteles hubiera guisado, mucho más hubiera escrito”.

La recomendación de Sor Juana fue escuchada por la filósofa chilena Valeria Campos Salvaterra, quien decidió rescatar esa corriente del pensamiento —ignorada por lo, en apariencia, obvio del acto sobre el que reflexiona—, que profundiza en la cultura detrás de la alimentación.

Su más reciente libro ‘Pensar / Comer’, es una rara avis de la filosofía, porque muy pocos pensadores y pensadoras, dedicaron su labor intelectual a preguntarse por qué comemos lo que comemos, y qué representa como especie humana la comida que preparamos.

Valeria Campos
Valeria Campos es doctora en filosofía y docente, otro de sus libros es ‘Comenzar por el terror. Ensayos sobre filosofía y violencia’ (2020). | Foto: Cortesía Siglo del Hombre

A su paso por Colombia, donde recién comenzaron a circular sus libros, Valeria Campos habló de la fuerte conexión entre cómo pensamos y cómo comemos.

¿En qué momento descubrió esa conexión entre filosofía y comida?

No solo soy filósofa, también soy periodista, y en mis primeros años me dediqué al periodismo gastronómico, lo que me descubrió un mundo muy complejo y profundo relacionado con los seres humanos, todo lo que tenían en su saber los cocineros, los chefs, en los restaurantes, los productores de alimentos, las culturas culinarias y los sistemas alimentarios.

Empecé a familiarizarme con todo ese entorno, al tiempo que seguía mis investigaciones filosóficas, pero llegó un momento en que me pareció importante juntar las dos esferas, porque es un área que la gente pasa por alto, a pesar de que es fundamental para nuestra existencia.

'Pensar / Comer'
'Pensar / Comer', una aproximación filosófica a la alimentación. | Foto: Editorial Herder

Ahí me puse a investigar para construir una filosofía de la alimentación, pero me di cuenta de que no había realmente algo así, porque apenas estamos tomando conciencia de cómo la forma en que pensamos nos afecta al momento de decidir qué y cómo comer.

¿Qué han dicho los filósofos sobre el acto de comer?

En un principio, los griegos, que tienen una gastronomía tan rica, no prestaron mucha atención, consideraban que alimentarse era una necesidad del cuerpo, no del alma, ya que ellos en el pensamiento platónico separaban el cuerpo y las ideas, o lo intelectual.

Solo hasta el siglo XIX, cuando aparece la ‘Fisiología del gusto o Meditaciones gastronómicas’, de Jean Anthelme Brillat-Savarin, es que empieza a verse la alimentación como un tema de reflexión teórica a un nivel más profundo, no solo orientado a la nutrición y la salud, sino en todos los aspectos de la vida. Pero ningún filósofo lo había tratado directamente.

Apenas en el siglo XX, sobre todo gracias a la antropología, es que comenzamos a profundizar en las dimensiones intelectuales y emocionales de la comida y sus efectos, reconociendo que hay culturas cuya sabiduría está centrada en lo que comen.

¿Por qué el placer es un aspecto determinante para analizar nuestra relación con la comida?

Porque la comida no solo nutre el cuerpo y lo mantiene vivo, sino que además da placer. Y esto siempre ha sido como peligroso para la filosofía, en la medida que el placer desborda o amenaza con nublar el intelecto, con desviarte de la búsqueda de lo verdadero.

Entonces, ahí me di cuenta que, claro, comer es algo que de hecho acompaña muchas escenas filosóficas, como en ‘El Banquete’ de Platón, donde todos comen, pero nadie habla de la comida. Y esta actitud de que comer es algo necesario, pero que no influye en cómo pensamos, se impuso en buena parte de la historia, hasta el siglo XIX.

¿Qué otros aspectos de la comida hay más allá de la nutrición?

Me interesa abordar otros aspectos, pero siempre valorando que el alimento te nutre y te mantiene vivo, sino que también tiene otras dimensiones, como la emocional, que es muy fuerte, porque un alimento te puede conectar con recuerdos de tu vida que te han marcado.

Por eso siempre uno rescata aquello que los franceses llaman el efecto magdalena, partiendo de ese pasaje de ‘En busca del tiempo perdido’ de Proust, donde al probar una magdalena, él recuerda vívidamente su infancia, aunque una versión más actual hoy la vemos en la película Ratatouille.

Valeria Campos
Comer es la práctica cotidiana más extendida de la vida. Sin embargo, la tradición filosófica nunca se ha hecho cargo directamente de la alimentación. Valeria Campos da el primer paso para saldar esa deuda del pensamiento. | Foto: Cortesía Siglo del Hombre

Ese fenómeno de que con un solo bocado de un alimento cualquiera puedes ser transportado a escenas muy emotivas, familiares, de amor, de amistad, etcétera, es sumamente interesante y yo lo relaciono con lo que los filósofos llaman la felicidad, y que por lo general cuando ellos la han explorado siempre está relacionada con el intelecto, con el conocimiento, con la razón.

Pero, bueno, parece que a ningún filósofo se le había ocurrido que uno podía ser feliz tres veces al día, todos los días, cuando comemos algo que nos genera placer y emociones. En este sentido, es que podemos valorar profundamente ese acto tan cotidiano como es comer.

El acto de comer también genera dinámicas sociales que determinan cómo pensamos...

Comer es siempre un acto comunitario, es decir, uno puede comer solo, desde luego, pero la verdad es que cuando estamos con otra persona, siempre hay de por medio comida. La cocina y la comida siempre están produciendo comunidad, fortaleciendo relaciones entre las personas, generando vínculos de intimidad y de confianza.

De acuerdo con la antropología, la cultura nació en torno al acto de comer reunidos, pero es que nosotros se nos olvida, todo el sentido que tiene comer con otra persona. En la misma Edad Media no podías ir a una casa y comer así nomás, porque te podían envenenar.

Se nos olvida eso porque ahora tenemos leyes y derechos que lo impiden, pero en los cuentos folclóricos, las brujas encantaban con la comida, porque cuando tú comes incorporas algo que es en principio externo a ti y que pasa ahora a ser parte de tu cuerpo.

Aquí estamos hablando de la lógica de la incorporación alimentaria, lo que implica agarrar algo que no soy yo, que es externo a mí y del mundo, y meterlo hacia dentro de mi cuerpo, donde se transforma el alimento en mi cuerpo, pero también mi cuerpo se transforma en el alimento.

Desde esta perspectiva podemos descubrir que en el acto de comer se da la relación más íntima que tenemos con el mundo, con todo lo que no soy yo. Esa es justamente una relación de conocimiento muy diferente a la de la filosofía tradicional, porque para los filósofos ortodoxos las relaciones de conocimiento con las cosas se establecen a distancia, separadas de mí, desde el plano de las ideas. Por ejemplo, yo puedo conocer la mesa, pero la mesa está lejos, yo la puedo tocar, la puedo ver, pero no me mezclo con la mesa, por eso es que teóricamente no puede alcanzarse la realidad.

Sin embargo, en el acto de comer ya no hay esa separación entre yo y la realidad. Ya no existe la separación filosófica sujeto-objeto. Ya las cosas no están lejos de mí, ahora son parte de mí.

Entonces, a mí me interesa mostrar en esa relación íntima con el mundo, que la filosofía ha descuidado y que es muy importante para establecer lazos con la realidad, con el mundo, con la naturaleza, con los otros.

Periodista y escritor, entre sus publicaciones destaca el volumen de ensayos ‘Libro de las digresiones’. Reportero con experiencia en temas de cultura, ciencia y salud. Segundo lugar en los Premios Jorge Isaacs 2022, categoría de Ensayo.

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