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Desde los años 30 Cali es epicentro de la lucha por los derechos de las mujeres, actualmente existe una diversidad de grupos que mantienen vivo ese legado. | Foto: Foto: Raúl Palacios / El País

DÍA DE LA MUJER

Asi ha sido la histórica lucha feminista en Cali

Este es un recorrido histórico por décadas de activismo, grupos y organizaciones comprometidas con la defensa de los derechos de las mujeres en la ciudad.

8 de marzo de 2021 Por: Movimiento Social de Mujeres / Especial para El País

Cada año en esta fecha, el Día Internacional por los derechos de las Mujeres, se congrega a miles de organizaciones y mujeres que sueñan con un mundo equitativo, feliz y libre de violencias para ellas y las generaciones venideras. Uno de los encuentros en Cali, estará acompañado de un ejercicio colectivo llamado ‘La caracola de la memoria’, que busca recordar y honrar el linaje sobre el que se ha construido el movimiento de mujeres en nuestro territorio.

Y es que en Cali hay una larga trayectoria de organización y de luchas que han servido de material a investigadoras e historiadoras feministas nacionales y extranjeras, quienes han hecho genealogías y reconstrucciones de su legado: Lola Luna, Francesca Gargallo, Martha Londoño, Carolina Narváez, Girlandrey Sandoval, Gabi Castellanos y la amada y recordada Katherine Eslava. Retomando sus hallazgos y la memoria de las feministas presentes, hacemos un pequeño recorrido por nuestra historia.

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Décadas del 30 al 60: Las pioneras

Encontramos que desde las décadas del 30 al 60 nacían las primeras organizaciones, diferenciadas en sus luchas por la pertenencia a diferentes clases. Mientras las hijas de las familias más prestantes se vinculaban a la lucha por el sufragio desde colegios, columnas en periódicos y revistas, las mujeres populares luchaban por un terreno para vivir, muchas de ellas venidas del campo y de departamentos vecinos huyendo de la violencia.

En esas décadas surgieron muchas organizaciones, comités o grupos de mujeres que pertenecían a organizaciones mixtas como partidos, sindicatos u organizaciones caritativas, y empezaron a surgir organizaciones netamente de mujeres, como la Unión de Mujeres Demócratas, la Unión de Ciudadanas de Colombia, la Asociación de Abuelitas, la Casa de la Madre Soltera. Hoy pervive la Unión de Ciudadanas de Colombia, que participó activamente en la lucha sufragista y sigue velando por los derechos políticos y civiles hasta nuestros días.

Los 70: nuevas consignas

En los 70 surge además la Federación Internacional de Abogadas, Fida, la Asociación de mujeres de la administración pública del departamento y del municipio, la Asociación de mujeres profesionales y de negocios, el Grupo Mujer y Salud, y el Grupo Amplio por la Liberación de la Mujer, un colectivo de autoconciencia y activismo.

También empezaron a surgir en esta década organizaciones que nos acompañan hasta nuestros días: el Teatro La Máscara (1972), primer teatro de género en el país, la Casa Cultural Tejiendo Sororidades (1976) como una opción desde la espiritualidad feminista con las mujeres empobrecidas de la Comuna 18.

Estos años fueron prolíficos en el avance de los debates feministas.

80’s y 90’s: se multiplican las voces

Bogotá fue la sede del Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe en 1981. Esa inspiración termina dando frutos en Cali donde se fundan: el Centro de atención Integral a la Mujer y al Infante, Cami, en 1981, buscando fortalecer la ciudadanía y capacidad de incidencia de mujeres urbanas y rurales; la Fundación Sí Mujer (1984), prestando servicios de salud sexual y reproductiva y haciendo difusión de estos como “los más humanos de los derechos”.

También son de esta década la Casa Cultural El Chontaduro (1985), luchando contra el racismo y la exclusión social a partir del arte, la educación y la investigación popular; la Asociación Semilla de Mostaza (1986) y la Fundación Paz y Bien (1987), que fortalecen la organización comunitaria de mujeres y familias de sectores populares en el Oriente de Cali.

En 1989 nace Utrahogar, Unión de trabajadoras del hogar, para defender los derechos de quienes hacen trabajo de cuidado remunerado en casas de familia. También nace Taller Abierto (1992), que marca la pauta con los feminismos populares con enfoque de género e interculturalidad.

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Las redes cruzando el territorio

Cali también tiene el orgullo de haber sido la cuna de la Red Nacional de Mujeres, organizada para hacer incidencia de la Constitución de 1991 y que es una de las grandes plataformas de encuentro de mujeres sobre la vida política del país. También en Cali estuvo representada desde 1992, la Red Colombiana de Mujeres por los Derechos Sexuales y Reproductivos.

En 1996, nace la Ruta Pacífica de las mujeres, movimiento feminista y anti guerrerista que recorre los territorios azotados por el conflicto armado declarando que la guerra no es admisible en nuestras vidas. También ha habido espacio para la Iniciativa de Mujeres por la Paz, y la confluencia de otras organizaciones.

“Estamos dejando pasos sobre las huellas de muchas generaciones y nos corresponde seguir activas por nuestras niñas, para que ellas algún día sientan que ser mujer es digno de celebración y no se tengan que sentir valientes para salir al mundo, sino libres”.

Las investigadoras

Es importante destacar que en 1993 nace el Centro de Estudios de Género, Mujer y Sociedad de la Universidad del Valle, primer centro de este tipo que se constituyó en una universidad del país. Más adelante han surgido grupos de estudio y otros centros como el afrodiaspórico en la Universidad Icesi, el Observatorio para la Equidad de la Mujer de la misma universidad, y grupos de la Universidad Javeriana, Autónoma, Bellas Artes, donde maestras y estudiantes se reúnen pensando que los escenarios académicos también se deben despatriarcalizar.

Las Scherezadas

Cali ha sido epicentro de múltiples procesos de comunicación feminista, donde las mujeres cuentan sus historias como acto de supervivencia. Desde las revistas Cuéntame tu vida, La Manzana de la Discordia, la productora de información de género Infogénero, que desde la Fundación Mavi con su agenda mujer, han ido creando un interesante escenario de narrar las historias de las mujeres que no aparecen en los grandes medios. Hoy hay una gran cantidad de organizaciones como la colectiva Isla en Vela, las colectivas de grafiteras, de radialistas audivisuales afro y mestizas, que siguen disputando el escenario de la representación simbólica de nuestras vidas.

El movimiento y sus polifonías

El contexto de guerra nos ha llenado de organizaciones y consignas por la paz y los derechos humanos, que reúne desde las expresiones más intelectuales, hasta las mujeres víctimas, las humildes madres de soldados y policías buscando justicia, buscando a sus hijos, buscando a sus desaparecidos y desaparecidas. Aquí están las mujeres excombatientes construyendo su voz y su lugar en una ciudadanía que no las ha incluido antes.

Tenemos también los grupos de mujeres populares: aquellos que en las comunas y los corregimientos reúnen cientos de mujeres alrededor de cómo hacerle el quite a la ignorancia, combatir la pobreza, inventar maneras para proteger la vida, cuidar a sus niños y niñas.

No ha sido fácil visibilizar las luchas, aportes y agendas de las mujeres afro e indígenas. El racismo sigue afincado incluso entre movimientos como el feminismo: Amafrocol, Afroradio, la Red Nacional de Mujeres Afrocolombianas, Kambirí, Akina Zaji Sauda, nos han enseñado el valor de las resistencias y los saberes de la diáspora de las mujeres en nuestro territorio.

Existe una gran riqueza también en organizaciones de mujeres sexodiversas: las lesbianas, bisexuales y mujeres trans que nos han hecho ver el gran valor de sus resistencias y desafíos.

Además, desde los límites totales de la existencia igualmente se organizan las mujeres: aquellas condenadas a las peores exclusiones y violencias como las mujeres que viven con VIH Sida, las que enfrentan enfermedades catastróficas, las mujeres privadas de la libertad, las sobrevivientes de intentos de feminicidio, totalmente adoloridas y recurriendo a la solidaridad y a la unidad para poder rehacer sus vidas.

“Como estas, son decenas las ONG de todos los estratos que llevan décadas liderando proyectos de desarrollo social, reemplazando a veces al Estado en sus labores de redistribución y garantía de derechos para las mujeres”.

La Juntanza

En el marco del Día Internacional de la Mujer, el movimiento Social de Mujeres de Cali, realizará algunos encuentros entre colectivos de mujeres y organizaciones feministas.

Día de la mujer afro, a las 8:00 a.m. Parque Variatte (Cra. 10 con Calle 5).
Conmemoración del Día Internacional de la Mujer, desde las 2:00 p.m. Parque Jovita.

Marcha, desde el Parque Jovita al parque Variatte. 5:00 p.m.

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