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Imagen de Mocoa después de la avalancha. | Foto: EFE/ El País

INVIERNO

Un mes después, Mocoa renace entre las ruinas

La avalancha en la capital del Putumayo dejó más de 300 personas muertas. Avanza el plan de reconstrucción.

30 de abril de 2017 Por: Colprensa/ El País

Todos recuerdan la trágica noche del 31 de marzo cuando una avalancha desbocó su fuerza por los ríos Sangoyaco y Mulato, y las quebradas Taruca, Taruquita, San Antonio, El Carmen, Conejo y el Almorzadero, destruyendo 17 barrios de Mocoa, Putumayo, y dejando más 300 personas muertas.

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Un reloj de pared quedó detenido en el tiempo marcando las 11:27 de la noche. La hora siniestra de la avalancha. Noche oscura, fría y envuelta en un fuerte aguacero que ni siquiera alcanzó a ser premonitorio. La magnitud del desastre solo pudo ser dimensionada hasta que despuntó el sol del 1 de abril.

Las primeras imágenes eran la destrucción total de los barrios al nororiente de Mocoa, sepultados entre gigantescas rocas, empalizadas y lodo. De eso y del dolor de los sobrevivientes que lograron escapar a la furia de la naturaleza. “Fueron 15 minutos que duré aferrado al marco de mi ventana viendo como la avalancha arrastraba todo lo que encontraba”, narró por ejemplo Heleodoro Jojoa, uno de ellos.

Un mes después muchos de esos sobrevivientes siguen buscando a sus familiares entre los escombros y por las orillas de los ríos Mocoa y Caquetá, con la esperanza de encontrarlos como cuenta Geovanny Muñoz, un hombre que desde el mismo día de la tragedia no ha parado la búsqueda de la madre de su pequeño hijo, que también perdió la vida.

“La búsqueda no ha sido en vano porque hace poco encontramos dos cuerpos más”, dijo Muñoz, afirmando que no parará hasta encontrar el último de los desaparecidos. Según los datos oficiales en total son 70, pero esta cifra puede ser mayor según estimativos.

Al principio todo era caos en la ciudad, no había energía, agua, internet, ni gas. El hospital colapsado totalmente, los organismos de socorro empleados a fondo en rescatar personas, mientras que otras desorientadas deambulaban por las calles de la ciudad bañadas en barro, muchas de ellas con niños en sus brazos.

Las primeras ayudas para los damnificados llegaron al día siguiente de la avalancha, de manos del presidente de la República, Juan Manuel Santos, y varios de sus ministros, entre ellos el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, nombrado como gerente para la Reconstrucción del municipio.

Y así las ayudas empezaron a contabilizarse no solo en especie sino en dinero en efectivo. Muchas de esas ayudas quedaron depositadas en una cuenta bancaria que al cierre de esta edición ya llegaba a los $30.961 millones. De ese monto, $6.611 millones provienen de aportes de ciudadanos colombianos, mientras que y $24.350 millones son aportes consignados por gobiernos y donantes extranjeros.

En ayudas materiales van contabilizadas 2103 toneladas, de las cuales 1749 han sido entregadas a los damnificados, quedando pendientes 353. Las ayudas han sido repartidas en 59 barrios y tres albergues.

Sobre la reconstrucción

Ya en etapa de estabilización, y con un panorama más claro, la ciudad comienza a surgir entre las rocas que quedan como testigos mudos de una tragedia que, para algunos, pudo haberse evitado si las autoridades locales y regionales hubiesen actuado en forma preventiva.

El ministro de la defensa y gerente de la Reconstrucción de Mocoa, Luis Carlos Villegas, quien supervisa las obras de la rehabilitación, ha explicado que se trabaja a corto plazo en temas relacionados con agua, vivienda, energía y plaza de mercado.

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