Twitter suspendió dos cuentas del ELN tras el ataque a la Escuela de Policía en Bogotá

Las cuentas de Twitter del Ejército de Liberación Nacional, ELN, y su página web fueron suspendidas este viernes tras el atentado en el que murieron 21 personas y 68 más resultaron heridas en la Escuela de cadetes de la Policía General Santander, en Bogotá.

Una de estas cuentas es administrada por de la delegación de paz de la guerrilla, cuyos miembros están en La Habana. Mientras que la segunda, es la cuenta general de comunicaciones.

Ambas eran las más utilizadas por parte de ese grupo armado para difundir sus mensajes de propaganda.

Asimismo, Twitter suspendió la cuenta del alias Uriel, líder guerrillero del bloque que opera en Chocó, quién se presentaba como la "voz editorial del Frente de Guerra Occidental Omar Gómez - ELN" y que había cobrado mucho protagonismo en los últimos meses.

Otras cuentas vinculadas al ELN como la de un responsable de comunicaciones que se hace llamar "Persistente rojo y negro" siguen operativas.

El Gobierno Nacional atribuyó la autoría del atentado al ELN y resaltó que desde febrero de 2017 esa guerrilla ha participado en un diálogo  que inició con el expresidente Juan Manuel Santos sin muestras evidentes de compromiso con el proceso.

Actualmente las conversaciones están suspendidas y su continuidad queda aún más en entredicho después de este atentado.

La página web del ELN también ha sido clausurada, aunque el perfil de Facebook de su delegación de paz continúa operativo.

El ministro de Defensa de Colombia, Guillermo Botero, afirmó que el autor material de la masacre, José Aldemar Rojas Rodríguez, era "un explosivista de la guerrilla que perdió su mano derecha y que desde 1994 se desempeñó como miliciano del ELN".

En febrero de 2018, las diversas cuentas del ELN en Twitter fueron suspendidas poco después de que este grupo anunciara que iba a realizar un "paro armado", nombre con el que se conoce a una actividad criminal de los diferentes grupos armados ilegales.

Durante los mismos, restringen mediante amenazas el desplazamiento de vehículos por carreteras, la movilidad de las personas y el comercio.

Lea además: Siete datos sobre el atentado en Bogotá que aclaran lo ocurrido en la Escuela de Policía