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Popayán ácida: Luces, Sonidos y Distorsión

Trips, ácidos y cartones son algunos de los nombres, con los que coloquialmente, consumidores se refieren a la Dietilamida de Ácido Lisérgico (LSD) en la ciudad de Popayán. Una mirada sin rodeos de su distribución y consumo en la ciudad blanca.

27 de junio de 2011 Por: Alexandra Molina, Andrés Arará, David Bucheli Fuentes, especial para El País

Trips, ácidos y cartones son algunos de los nombres, con los que coloquialmente, consumidores se refieren a la Dietilamida de Ácido Lisérgico (LSD) en la ciudad de Popayán. Una mirada sin rodeos de su distribución y consumo en la ciudad blanca.

Aunque existen muchas personas que desconocen el LSD o trips en la capital caucana, algunos jóvenes y adultos entre los 18 y 30 años ya han escuchado hablar del alucinógeno. Esta droga semi-sintética es consumida en varios sectores de la sociedad; algunos manifiestan curiosidad por su consumo y otros nos cuentan la experiencia.El L.S.D. (Dietilamida del ácido lisérgico) fue sintetizado en el año 1938 por el Dr. Albert Hoffman y reconocida como un alucinógeno en el año 1943. Durante los años 60 la droga fue utilizada en los Estados Unidos para llevar a cabo experimentos sobre enfermedades mentales, utilizada para terapias sicológicas y viajes sicodélicos, problemas de alcohol y otros, con el fin de encontrar tratamiento a tales problemáticas. Después de una campaña de “desprestigio” por parte de la prensa sensacionalista, la Sandoz Pharmaceuticals, único fabricante y distribuidor legal, retiró del mercado la droga experimental. Con el pasar de los años, esta sustancia empezó a viajar por el mundo y a comercializarse de manera ilegal.A ciencia cierta no se sabe cuándo llegó a Colombia ni mucho menos se tienen datos sobre los años en que se comenzó a consumir en la ciudad de Popayán. Para la mayoría de personas sigue siendo una droga desconocida, para otros, como Carlos López*, se trata de una experiencia llena de "Luces Sonidos y Distorsión". El cartón, ácido o trip (aludiendo a su significado en ingles: viaje), se vende clandestina e ilegalmente. En reuniones sociales, universidades y calles se ofrecen dosis de enteros, cuartos y medios. El precio de un entero oscila entre los 30 y 42 mil pesos, un medio entre 15 y 23 mil pesos y un cuartos entre 7 mil quinientos y 12 mil pesos, según cuentan algunos de sus consumidores. Para Romer Alberto López Gonzáles, patrullero de la Policía Nacional, coordinador del DARE -Educar para la resistencia al abuso de las drogas y la violencia-, el LSD se distribuye en tabletas de cartón en forma líquida y en cristal, como piedritas de cuarzo. Menciona que es un psicoactivo que deambula en la ciudad pero no se tienen cifras concretas."Podemos hablar de cocaína, marihuana o heroína en algunos casos, pero de LSD no tenemos un antecedente, inclusive La Secretaría de Salud Municipal y Departamental no registra estadísticas al respecto. No tenemos datos actuales para citar números concretos" afirma.Efectos psicoactivos, algunos relatan la sensación de viajar La ley 30 de 1986 determina que las sustancias psicotrópicas son las drogas que actúan sobre el sistema nervioso central produciendo efectos neuro_psico_fisiológicos. En este sentido, el LSD se constituye como psicotrópico, una sustancia que no es propiamente adictiva. "La persona queda deslumbrada por los efectos sobre la psiquis en el aspecto que distorsiona la realidad y le hace vivir experiencias extrañas, trascendentales, ver los colores de un modo diferente, sentir el tiempo, la música, la realidad de un modo distinto, entonces es un alucinógeno y no una sustancia que produzca refuerzo, por eso no se cataloga como una droga adictiva como tal" asegura el doctor Mauro Egas, siquiatra y profesor catedrático e investigador de la Universidad del Cauca.“El cerebro es el órgano blanco del LSD, esta sustancia produce alteraciones en los circuitos de la serotonina y produce o activa los núcleos de la psicosis, puede producir depresión o crisis de pánico, ansiedad, entonces las consecuencias van a ser a ese nivel, al nivel cerebral” dijo. En este sentido una persona no podría morir de una sobredosis de LSD.Camilo Solarte y Adriana Escobar estudiantes de la Universidad del Cauca cuentan que aunque el viaje de los ácidos está medido por etapas, hay diferencias no sólo en la dosis, sino de acuerdo a sus tipos; para Camilo sus cartones preferidos son los Alicia: “Es como si masturbaran las mejillas con tanta excitación que genera una sonrisa tras otra, como un destello de felicidad”, mientras que para Adriana su tipo de cartones preferidos son los molécula porque la sensación con los sonidos y las luces es mucho más “exquisita”. Ambos universitarios relatan que tuvieron su primer contacto con esta droga a sus 22 y 23 años respectivamente, incitados por la resonancia de las experiencias contadas por algunos de sus conocidos y amigos. “La iniciativa por consumir cualquier tipo de droga es personal, el hecho de que no sea legal no es sinónimo ni de que esté del todo mal o que sea imposible consumirla”, argumentan.Ambos llamaron a un amigo, pagaron 15 mil pesos y listo, cortaron el medio y lo pusieron debajo de sus lenguas para pegarlo al paladar. “Comenzamos a sentir cómo se secaba la boca y se iba mezclando con la saliva, un sabor ácido que después se diluyó y quedo sólo el pedacito de cartón” argumentan los jóvenes universitarios. Para Cristian Campo, diseñador gráfico, los efectos son mucho más beneficiosos que el alcohol, el cigarrillo y la marihuana, “uno no se despierta con guayabo sino que al contrario, lo hace de forma totalmente lúcida. La función cerebral empieza a funcionar mucho mejor que cuando uno está con resaca. El trip en sí multiplica las sensaciones por ocho, entonces si se está alegre el resultado es ocho veces más alegría, pero si se está depresivo, el trip es una pesadilla completa”.“Yo pienso que este tipo drogas no son para todo el mundo ni para toda ocasión, no porque no la puedan consumir sino porque depende de la personalidad del consumidor y del ambiente donde se decida ingerirla”, declara Carlos López aclarando que también ha tenido malos “viajes” donde a veces escucha voces y la distorsión de las imágenes genera un descontrol momentáneo de las sensaciones.“No he tenido la satisfacción de alucinar, pero sí según lo que he investigado dicen que cuando se consumen grandes cantidades se alucina, y éstas alucinaciones van hacia lo surreal, como que ves cubos que empiezan a flotar, un minuto te parece una hora, empiezas a ver los colores saturados, tienes mucha más recepción de luz”.Para otros, los síntomas son aumento en la temperatura corporal, pérdida del apetito mientras transcurre el efecto, vibraciones en las piernas, tensión en la parte posterior del cráneo, etc. Su consumo generalmente es vía oral, o a veces es puesto en el ojo para que el efecto comience con mayor rapidez.Sanciones por parte de la leyUna persona no puede ser detenida por consumir.El LSD es una droga que se puede esconder o camuflar fácilmente y los efectos no son visibles, para realizar procedimientos judiciales se debe tener en cuenta las cantidades especificadas en la ley 30 de 1986, aunque esta hable sólo de la marihuana, la cocaína y la metacualona. Si se encuentra a un consumidor con pequeñas cantidades, se hace una reseña sobre la cantidad detectada y se realiza un antecedente policivo escrito.Ocurre lo contrario si la persona es sorprendida vendiendo (dealer),el patrullero Romer Alberto López dice que el Gobierno Nacional y el sistema general no tiene una tipificación de este tipo de delitos. "Lo que hace la policía nacional sencillamente es incautar las cantidades de sustancia y llamarle la atención al ciudadano, tomarle los datos y registrarlo en los libros de población", argumenta López.¿Por qué se crea adicción con algunas drogas y con otras no?Según Mauro Egas: “la adicción es una enfermedad donde están presentes tres factores, el agente, el huésped y el ambiente. El agente es la droga o la sustancia, el huésped es quién la consume y el ambiente por supuesto es el entorno: la familia, los amigos, la sociedad”, esto significa que para generar adicción debe haber una interacción de estos tres factores.Se es vulnerable si se contiene material genético, es decir, si los padres consumen alcohol, cigarrillo, marihuana, u otras drogas. Se aumenta la tendencia a la adicción si el húesped es suceptible a exposiciones al consumo por su contexto social.La sustancia, la edad de inicio, entre más joven más probabilidades existen de adicción, la disponibilidad de la sustancia en el contexto cultural y social de las personas, el contacto que se tenga, etc. Todos estos factores favorecen en grandes proporciones a que se cree adicción.

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