Nuevo giro en el caso de las niñas envenenadas con talio en Bogotá; familiares también presentan rastros del tóxico

La búsqueda de Zulma Guzmán Castro, señalada como responsable del envenenamiento con talio que dejó dos niñas muertas en Bogotá, en el mes de abril, continúa ampliándose. Pues autoridades de al menos tres países están compartiendo información para ubicar a la empresaria, quien salió del país pocos días después de los hechos y hoy, es además requerida por Interpol.

Mientras avanza esta operación, nuevos datos del caso empiezan a aclarar cómo se habría cometido el crimen. En ese contexto, Fabio Humar, abogado de la familia De Bedout, una de las víctimas, confirmó que el domiciliario que entregó las frambuesas envenenadas ha sido clave para reconstruir la ruta que llevó a las autoridades hasta Guzmán.

Según explicó Humar, el rastreo a los teléfonos del joven permitió establecer un vínculo directo con Guzmán Castro, de 54 años, “El joven domiciliario fue clave para determinar de dónde había salido el domicilio de las frambuesas y quién lo contactó para la entrega. Él nos condujo al edificio del cual recibió varias llamadas. Así se llegó al teléfono de la señora Zulma”, señaló.

El abogado también confirmó que desde la oficina de un hombre dedicado a servicios de apoyo espiritual y mentalismo se realizaron llamadas relacionadas con el caso. Ese rastro vuelve a conducir a la empresaria, quien ha reaparecido mencionada en varias comunicaciones.

Entre las evidencias figura incluso una llamada al celular del domiciliario proveniente de un número en Argentina, país en el que, de acuerdo con las autoridades, estuvo recientemente la señalada.

EL TIEMPO reveló que la trazabilidad de la compra de frambuesas congeladas ya fue plenamente establecida y que coincide con movimientos vinculados al teléfono de Guzmán. No obstante, ella ha negado cualquier participación en el doble homicidio, a través de terceros e incluso de un mensaje que se le atribuye.

Sin embargo, la información que entregó Humar no termina allí. Pues, el penalista, además, confirmó que tanto Juan de Bedout como uno de sus hijos, quienes nunca tuvieron contacto con las frambuesas contaminadas, también presentan rastros de talio en sangre.

Lo que demostraría que el envenenamiento no comenzó con los hechos registrados en abril, sino que podría tener antecedentes previos. Cabe señalar que, ninguno de ellos se encontraba en el apartamento del barrio Rosales el día en que el domiciliario entregó el paquete.

Adicional a esta información, Humar señaló que la esposa de De Bedout, fallecida por otra enfermedad, también tenía presencia de talio en el organismo. Ante estos hallazgos, el abogado insiste en que se deben adelantar investigaciones adicionales para determinar el origen de estas contaminaciones y establecer si hacen parte de un patrón más amplio.

Aunque la Fiscalía y el CTI ya cuentan con un conjunto robusto de pruebas contra Guzmán Castro, la investigación sigue en curso y se encuentra en una etapa que, según las autoridades, podría revelar hechos aún más graves de lo inicialmente conocido.

¿Quién es Zulma Guzmán y porque es buscada?

La economista Zulma Guzmán Castro es señalada de enviar unas frambuesas con chocolate contaminadas con talio, un metal tóxico imperceptible por no tener olor, color ni sabor. El supuesto destinatario del “regalo” era un empresario con quien ella habría tenido una relación clandestina.

El paquete fue guardado en la nevera del apartamento del hombre, ubicado en el barrio Rosales. El 4 de abril, una de sus hijas y dos amigas encontraron las frambuesas y las comieron sin saber que estaban envenenadas. Al día siguiente, las tres ingresaron a la Fundación Santa Fe con graves síntomas de intoxicación: dos de ellas murieron.

La Fiscalía sostiene que se trató de un crimen pasional. Entre las pruebas figuran mensajes atribuidos a Guzmán en los que admite la relación extramarital. Tras los hechos, la mujer abandonó el país y hoy es buscada en el exterior.