Marelbys Meza cuenta más detalles de su paso por el sótano del Palacio de Nariño y del maletín con dinero

En diálogo con la Revista Semana, Marelbys Meza, quien se desempeñó hasta enero de este año como niñera del hijo de Laura Sarabia, Jefe de Gabinete de la Presidencia de la República, cuenta que está dando su declaración de forma voluntaria. Decide hacerlo para que se conozca la verdad sobre lo sucedido con respecto a una maleta que se perdió y que contenía aproximadamente 150 millones de pesos, según primeras versiones, aunque Sarabia dijo luego que eran aproximadamente 21 millones.

Según Marelbys, a la casa de Laura llegó una maleta que supuestamente contenía una gran suma de dinero, de acuerdo con información proporcionada por la Policía.

Marelbys Meza: Yo trabajaba con ella, le cuidaba el niño y a la casa de ella llevaron una maleta y dicen que se perdió un dinero.

Vicky Dávila: ¿Cuánto?

M.M.: La Policía me dijo que eran 150 millones de pesos.

V.D.: ¿Cuándo se pierde ese dinero?

M.M.: La maleta la entregan un viernes. Ellos me llaman el domingo. Andrés, el esposo de Laura, me pregunta en dónde estaba la maleta. Yo le contesté que estaba en la sala, al lado de la chimenea.

V.D.: ¿Y qué pasó?

M.M.: Él me dice que me regrese urgente, que me necesita en el apartamento. Eso fue al mediodía. Yo estaba en el conjunto donde vivo. Andaba con mi mamá, porque ella había venido. Ella estaba muy enferma y vino a unas citas médicas. Ella vino también para mi cumpleaños. Entonces nosotros nos reunimos ese domingo, yo estaba reunida con mi familia. A mí me tocó dejar a mi familia tirada para salir corriendo al llamado que me hizo Andrés. Inclusive le mandé una foto con mi mamá caminando en el conjunto. Ese día salió el sol y la saqué a caminar con mis hermanos.

V.D.: Entonces, ¿regresó al apartamento de Laura Sarabia?

M.M.: Sí, señora.

V.D.: ¿Qué ocurrió cuando llegó?

M.M.: Estaba la Sijín de la Policía. Me tomaron huellas y me hicieron preguntas. Andrés (el esposo de Laura) les pidió que me dejaran hablar con él un momento. Entonces, él me dice: ‘Mary, se perdió una gran suma de dinero, dime si tú la cogiste y yo paro la demanda que se está haciendo y no pasa nada. Ya después no puedo hacer nada por ti’.

V.D.: ¿Y usted qué le contestó?

M.M.: Le dije que no había cogido nada. Entonces me mandaron al primer piso del edificio donde vive Laura para que me hicieran una ‘indagatoria’ por escrito. Me preguntaron qué había pasado, sobre la maleta, que quién estuvo, que quien entró. Ese viernes, la teniente llevó la maleta, pero no me sé el nombre de ella. Yo estaba con el niño cargado. Yo le dije: ponga la maleta allí y ella la puso en el mueble. Allí estuvo hasta el domingo. Yo había salido a descansar el sábado.

“Siento que me persiguen, que tengo el teléfono chuzado. Estoy en mi casa y siento que están ahí siempre”.

Durante la entrevista, Marelbys niega haber tomado la maleta o lo que allí contenía y luego es llevada al primer piso del edificio para ser interrogada por escrito. Según cuenta Meza, la maleta estaba junto a la chimenea en la sala desde el viernes hasta el domingo, mientras Marelbys había salido a descansar el sábado. Marelbys menciona que la persona que entregó la maleta era una teniente encargada de la seguridad de Laura, pero no recuerda su nombre.

La pérdida del dinero se descubrió el domingo 29 de enero, cuando Laura y Andrés la llamaron. Marelbys relata una conversación con Laura después del incidente, donde le aseguró que no había tomado nada y mencionó que Laura tenía el poder para meterla en la cárcel. Laura le dijo que tenía planes con ese dinero y le pidió que fuera a su casa para que le realizaran una prueba de polígrafo.

Al día siguiente, el lunes 30 de enero, Marelbys confirma que la van a someter a una prueba de polígrafo y acepta acudir para evitar ser culpada de robo. Harold Rondón, quien trabaja con Laura, la recoge en su casa alrededor de las 12 del mediodía y la lleva a la Casa de Nariño, específicamente a la parte de poligrafía ubicada en el sótano.

V.D.: Llegó allá, ¿y qué vio en el salón de poligrafía?

M.M.: Me sentaron en una silla y después me entraron a la sala de poligrafía. Me quitaron el teléfono, entré al polígrafo y me devolvieron el teléfono. Después me dijeron que lo apagara y después me lo volvieron a quitar. El polígrafo inició como a las 2:00 p.m. porque Harold me recogió como a la 1:00 p.m. Me tuvieron en el polígrafo como hasta las 4 ó 5 de la tarde. Después me volvieron a quitar el teléfono. Los policías que estaban ahí con su escarapela me dijeron: ‘Usted es una mentirosa, usted se puede burlar de ese aparato pero de nosotros no. Esta noche no va a su casa, usted de aquí va presa, le vamos a hacer un allanamiento a todos sus familiares, o sea a sus hermanos y a usted’.

V.D.: ¿Y ahí qué pasa?

M.M.: Me deja en el sitio de la poligrafía y se va. Cuando termino, me vuelve a llamar y me dice: ‘Señora Mary, ¿usted me puede esperar un momento mientras consigo el carro para llevarla a su casa?’. Entonces, esperé afuera y ella me recogió con un señor que creo que es chófer de ellas. Reparte en su casa a varias personas.

Durante la prueba de polígrafo, Marelvys comenta que también se le preguntó si tenía cómplices, si había entregado el dinero a alguien más y sobre sus movimientos y horarios. Al finalizar la prueba, ella les avisó a sus hermanos sobre su ubicación en el Palacio de Nariño y les envió un breve video para que supieran dónde se encontraba.

Vicky Dávila le pregunta si tenía miedo, a lo que ella responde afirmativamente, mencionando que le dijeron que iría a la cárcel y desconocía cuánto tiempo estaría allí. Se indaga si la Fiscalía estaba presente durante el polígrafo y si existía una orden judicial en su contra. Marelbys responde que no.

Finalmente, Marelbys relata que desde que se hizo el polígrafo, siente que ha sido seguida, mencionando la presencia de automóviles parqueados cerca de su casa y el encuentro de su hermano con hombres que lo acosaron verbalmente, acusándolos de ser ladrones y exigiendo dinero.

Se menciona que la Policía había mencionado un allanamiento en su casa, pero hasta el momento no se ha llevado a cabo.