Secuestro
Líderes indígenas del Cauca justifican secuestro de militares: “La fuerza pública no es garantía de seguridad”
Según estas comunidades, la presencia del Ejército en estos territorios irrumpe con su tranquilidad.
Por medio de una misiva dirigida al Ejército Nacional de Colombia, líderes campesinos del Cauca justificaron el secuestro de más de 20 militares, quienes hacían presencia en el municipio del Patía, al sur del Cauca; según ellos, porque los uniformados “alteran su tranquilidad”.
“Sabemos que, si bien la fuerza pública es la garante del orden público, también le corresponde responder por el derecho a la vida. Este derecho fundamental es constitucionalmente inviolable e irrenunciable; toda entidad pública y sus funcionarios no pueden poner en peligro ninguno de los derechos fundamentales, pues están para salvaguardarlos, en ningún momento para ponerlos en riesgo”, subrayaron en el texto.
Además, los líderes añadieron: “Nosotros, de forma respetuosa, nos dirigimos a ustedes para manifestarles que, pese a que la Constitución Política de 1991 les permite establecerse en cualquier parte del territorio, para nuestras familias y comunidades, de este espacio, no representan seguridad”.
Por lo anterior, hicieron énfasis en que la presencia del Ejército en este territorio vulnera su derecho a la vida y a la paz que han vivido durante un buen tiempo.
“La presencia de más actores armados pone en riesgo nuestra tranquilidad, dado que existe en la zona otro actor con el cual pueden presentarse confrontaciones en cualquier momento, lo que sin duda quebranta nuestros derechos fundamentales establecidos en los artículos 11 y el 12 de nuestra Constitución”, precisaron.
Por otra parte, aseguraron como comunidades campesinas que la fuerza pública, y en especial el Ejército, no son garantía de seguridad en este momento, ya que su presencia cerca de las comunidades, instituciones o centro comunitarios de cualquier índole “rompe con la tranquilidad que tienen”.
“Como comunidades siempre hemos estado solos, de ese modo hemos manejado nuestra existencia. Gracias a esta soledad institucional, nos hemos organizado en diferentes comités, entre ellos de Derechos Humanos, para responder por nuestro bienestar comunitario”, puntualizaron.
De igual forma, comunicaron que antes se podían movilizar con normalidad en sus territorios, pero que desde la llegada de los militares, esto ha puesto en riesgo todas sus dinámicas.
“Reconocemos sus buenas intenciones, pero como comunidad nos hemos organizado para brindar garantías y seguridad a nuestra comunidad, en el sentido que hechos nacionales en materia de orden público recientes nos preocupan y la seguridad comunitaria la brindamos nosotros al interior de la comunidad”, reiteraron.
Igualmente, reconocieron que varias comunidades se han visto obligadas a apoyarse en los cultivos de uso ilícito, pero que esto se debe al abandono estatal que han sufrido por años. “Las comunidades están dispuestas a establecer diálogos concertados, vinculantes en el marco de una política de drogas garante de los Derechos Humanos, el medio ambiente y la participación comunitaria”, acotaron.
Por todo lo anterior, los líderes campesinos de este departamento pidieron que, en virtud de su derecho a la vida, la paz y la integridad, el Ejército abandone el territorio, no por porque los consideren hostiles, sino porque su presencia podría “desatar una tragedia”.
“Por ello, les solicitamos de manera respetuosa, se retiren del territorio de la cordillera del Patía; de no hacerlo, los hacemos responsables por lo que pueda ocurrir. Ahora bien, como comunidad organizada, podemos brindarles seguridad y acompañarlos para que su desplazamiento sea en paz”, concluyeron.
Así entonces, desde el Comando Contra el Narcotráfico y Amenazas Transnacionales, unidad orgánica de la División de Aviación Asalto Aéreo del Ejército Nacional, indicó en un comunicado su versión de los hechos ocurridos este jueves 11 de mayo, en Patía.
“Nuestras unidades, mediante el desarrollo de operaciones militares, hicieron presencia en la vereda La Aguada, municipio del Patía, del departamento del Cauca, con la misión de contrarrestar el flagelo del narcotráfico y, según lo reportado, fue localizado un laboratorio para el procesamiento de cocaína, al parecer perteneciente al grupo armado organizado residual Estructura Carlos Patiño”, aseguró el Ejército.
En el lugar, la tropa del Ejército pretendía realizar la destrucción controlada de un laboratorio con aproximadamente cuatro toneladas de clorhidrato de cocaína; sin embargo, durante el procedimiento, las personas ahí presentes se negaron a abandonar el sitio y fueron rodeadas por 400 personas más, quienes ocultaron su rostro y trataron de frustrar el operativo. Así entonces, estas mismas comunidades secuestraron a 26 soldados y dos policías, uno de ellos, el jefe de la unidad básica de investigación criminal Diran Regional 4.
“Este comando rechaza enérgicamente estos hechos y procederá a interponer ante las autoridades competentes las denuncias respectivas por secuestro y asonada, entre otras conductas punibles que pudiesen configurarse”, manifestó el Ejército.
“Los soldados cumplen con la misión constitucional asignada en la ley. Las operaciones militares son legítimas y coadyuvan a generar condiciones de seguridad y a propender por el goce de los derechos de la población civil. Se insta a la comunidad a no obstruir las operaciones militares, ya que esto puede constituir delitos, como lo consagra el Código Penal Colombiano”, agregó la fuerza pública.
Por último, indicaron que este Comando adelanta esfuerzos en un trabajo articulado con la Defensoría del Pueblo, la Personería Municipal, la Alcaldía Municipal y demás autoridades civiles para la liberación de los militares y policías, que aún están retenidos.