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Informe exclusivo: cuando ser modelo se convierte en una profesión de riesgo

El mundo de las pasarelas pueden conducir al éxito o dañar la carrera de modelos incautas. Expertos dicen cómo rechazar propuestas indecentes para no caer en el camino a la cumbre.

24 de febrero de 2013 Por: Alda Mera, periodista de El País.

El mundo de las pasarelas pueden conducir al éxito o dañar la carrera de modelos incautas. Expertos dicen cómo rechazar propuestas indecentes para no caer en el camino a la cumbre.

Caminar derechito. Ese es el primer requisito para ser modelo. Y no se refiere justo al desempeño en pasarela, sino a andar en buenos pasos y no dejarse desviar del camino hasta perderse en laberintos peligrosos. Es que ser modelo es como desfilar sobre el filo de un abismo: todos los pasos bien dados la pueden conducir a ser la top model admirada por todos. Pero un solo paso en falso le puede provocar una caída de la cual difícilmente podrá levantarse jamás. Aunque son muchas más las modelos que hacen una buena carrera, triunfan y logran un buen posicionamiento de su nombre, unos pocos casos de modelos involucradas en hechos turbios tienden a dañar la imagen de esta profesión cuya esencia, paradójicamente, es proyectar una visión rosa de la realidad. Ángela Villalobos Cano, una modelo exitosa en México pero asesinada mientras conducía un lujoso auto en Cali, es una de esas historias rosa que terminó en crónica roja. La vida de Angie Sanclemente, la modelo y ex reina condenada a más de seis años en Argentina por tráfico de cocaína hacia Europa, vía México, puso en el catálogo los viajes fachada de modelos, reales o supuestas, para sacar drogas del país o ingresar dólares, en una modalidad de blanqueo de dineros provenientes de la venta de estupefacientes en el exterior.Estas historias hacen que todos los reflectores se enfoquen en ese ángulo del escenario. “Eso existe” –admite un manejador de modelos– “pero no solo con modelos, eso lo hacen con músicos, con actores, con futbolistas... de ahí la importancia de saber con quién y para quién se trabaja”.Diana Arbeláez, ex reina del Valle y ex virreina nacional 2004 y modelo en México, acepta que el del modelaje “es un medio pesado porque se ve drogas, extorsión, enfermedades como la bulimia y la anorexia, propuestas indecentes, explotación, en fin; pero no se puede generalizar porque depende de la ética y los valores, la educación de una persona para que no responda a esas tentaciones de la vida y encuentre más motivación en el modelaje”. La premisa con la que los directores de agencias y escuelas de modelaje serias tratan a las chicas es que tengan unas metas claras con relación a su profesión. Algo difícil de lograr cuando se trata de niñas muy jóvenes, incluidas menores de edad.William Vélez, director de la agencia y escuela de modelaje Top Class, con 26 años de trayectoria en Cali y la región, lo primero que les recomienda es que se cuiden mucho de “enamorarse del que es y cuando es”.Y cita casos fallidos: “Tuve una niña de 14 años, 1,74 metros de estatura, ojos verdes, muy linda. En el Cali Exposhow conoció a un alto ejecutivo de 28 años. Empezamos a tramitarle un contrato con una agencia de Nueva York y cuando llegó la aprobación para viajar, la niña estaba embarazada. Él se casó con ella, pero la joven hoy se siente frustrada”, cuenta.Y otra pupila suya, cuando le consiguió agencia en Nueva York, ella ya había firmado un contrato insulso con una empresa desconocida. Ese es solo uno de los problemas. “Las jóvenes le dicen que sí a lo primero que les ofrezcan y con el primero que aparezca porque son ingenuas y, muchas, necesitadas. Lo más difícil es cambiarles esa mentalidad, más cuando la misma mamá les dice ‘vaya mijita, vaya’, porque si la niña trae platica a la casa, mejor”, dice Mariluz Pineda, directora de la Academia de Modelaje y Actuación Perfil Class, en la cual les da la oportunidad a niñas de estrato 1 y 2.“Trabajamos con niñas lindas y talentosas, pero sin los recursos para pagar las mensualidades de otras academias, y las formamos enfatizando en que el modelaje no es ofrecerse sino proyectar una imagen, una marca, un producto”, explica Claudia Ruiz, administradora de la misma agencia.Ellas aceptan que hay riesgos. Como el que vivieron al término de un desfile, en el que “un hombre raro” les dijo: ‘Mi patrón dice que hay $800.000 por dos niñas, pero ya’. “Se le dijo que no, que las modelos no estaban en venta. Ese es nuestro trabajo, mantenerlas al margen de esos personajes y por eso pedimos siempre el acompañamiento de los padres o mínimo de la mamá”, dice Mariluz señalando a Thalía Martínez, su pupila revelación de 17 años y 1,72 metros de estatura, que asistía al casting de Expobordados de Cartago acompañada de Liliana, su mamá.Pero esas ofertas surgen en todos los estratos. El director de otra agencia de modelaje recuerda la terrible experiencia hace unos años cuando al término de un desfile en un importante club social de Cali, apareció en el camerino un escolta: ‘Esto es para las niñas que vengan con nosotros’, dijo mientras abría un maletín lleno de dinero. “El susto fue horrible –recuerda–, pero ‘diplomáticamente’ se le dijo al señor que no, que su propuesta no era aceptada porque ese no era el objetivo ni del desfile ni de la agencia”. Sin embargo, el hombre les trató de obstaculizar la salida, hubo que llamar a seguridad del centro social y salir, modelos y organizadores, escoltados. Vea la continuación de este informe aquí.

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