Gobierno estudia salvavidas para el MÍO y otros sistemas de transporte

Ante la aguda crisis financiera que enfrentan los sistemas de transporte masivo (entre ellos el MÍO de Cali), el Gobierno estudia la posibilidad de crear apoyos —vía tributos o sobretasas— para garantizar su sostenibilidad.

Esas alternativas que pasan también por contribuciones por valorización, uso del espacio público, cobros por congestión o impuestos de rodamiento mayores para los carros más antiguos, entre otras, se consignarían en el Plan de Desarrollo de la administración Duque, dijo ayer en Cali, la ministra del Transporte, Ángela María Orozco.

En el marco del foro Cali Epicentro Desarrollo y Paz, organizado por la Fundación para el Desarrollo Integral, FDI Pacífico, la funcionaria señaló que “que los problemas de los sistemas se acumularon porque cuando fueron diseñados se presumió que iban a sobrevivir solo del tráfico de pasajeros”.

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Recalcó que “encontré unos sistemas de transporte masivo en crisis, porque nadie había adoptado el concepto de cómo hacerlos sostenibles en lo económico y su operación”.

Lo cierto aquí, subrayó la Ministra, es que “las realidades locales son distintas y lo segundo es que (los sistemas) tienen un componente de subsidios por parte de sus autoridades”.

En el Plan de Desarrollo (del Gobierno Duque), añadió, “queremos dar unos lineamientos y alternativas para que las regiones tengan de dónde obtener los recursos y el reto es que funcionen bien, y ante todo que haya calidad en el servicio”.

Pese a los problemas, la señora Orozco destacó que el MÍO de Cali “es un ejemplo de las iniciativas que se han venido desarrollando y de las negociaciones con los operadores” para seguir funcionando.

Cabe recordar que el Municipio entrega ayudas al sistema por alrededor de $100.000 millones al año, pero aún así enfrenta inconvenientes financieros en su operación.

Otros de los sistemas que enfrentan problemas económicos son Megabus, Transmilenio, TransCaribe, Metrolínea, Transmetro y Metroplus. Todos tienen elevadas deudas.

Durante el panel, la experta francesa Priscille de Coninck, recordó que en París el 50% del sistema público está subsidiado y el otro 50% corresponde a tarifas. Allí el empresariado aporta el 2% de las nóminas de los sistemas públicos.

Por su parte, Felipe Targa, especialista senior de Transporte Público del Banco Mundial, se mostró partidario de esos apoyos especiales para fortalecer los sistemas de transporte masivo en Colombia.

La conclusión del foro fue: Las personas deben tener un mayor sentido de pertenencia de estos sistemas para que puedan sobrevivir.

El excandidato presidencial y exalcalde de Medellín Sergio Fajardo afirmó en un panel sobre la planificación de las ciudades que “en Colombia somos muy débiles para lograr consensos dirigidos a impulsar proyectos de desarrollo urbano”.

Por ello, subrayó, “en las ciudades no se han podido implementar las áreas metropolitanas como un medio para que los municipios puedan compartir no solo sus problemas, sino las soluciones ambientales, de transporte, vivienda y desarrollo sostenible”.

Sostuvo que “en eso hemos sido primitivos, ya que en cada municipio se manejan intereses particulares, pero poco a poco la sociedad impondrá la forma de trabajar de forma articulada en las ciudades”.

Por su parte, el exalcalde de Cali Rodrigo Guerrero puso como ejemplo el llamado G-11 que agrupó a once municipios del Valle para la búsqueda programas conjuntos de desarrollo social, pero el modelo de integración está hoy en el limbo.

El alcalde de Cali, Maurice Armitage, aseguró que “el desarrollo y la paz son dos conceptos que no se deben separar jamás para beneficiar a los ciudadanos”.

Recordó que durante sus dos años de gestión, han sido múltiples los problemas a solucionar, sobre todo en las comunidades más vulnerables que tiene Cali.

“Esto se vive en todo el país, pero acá es desesperante. Lo difícil es poder darle trabajo e ingresos a miles de personas”.

En ese sentido, Armitage recalcó que “por ello es necesario trabajar en una mayor competitividad en la ciudad para poder brindarle oportunidades a la gente y un desarrollo justo en el marco de una ciudad más incluyente”.

Eso, anotó, “no es otra cosa que distribuir mejor los ingresos y el apoyo a los más pobres. Cuando llegué a la alcaldía se daban almuerzos a 4000 personas, y hoy alimentamos a 25.000 y nos faltan 75.000 más”.