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El hombre tierno que hay detrás del exigente Daniel Coronell

¿Cómo es en su intimidad como esposo y padre el implacable periodista que revela los hilos que mueven el poder en Colombia?

3 de noviembre de 2013 Por: Claudia Liliana Bedoya S. | Reportera de El País

¿Cómo es en su intimidad como esposo y padre el implacable periodista que revela los hilos que mueven el poder en Colombia?

Dice que su infancia fue un poco solitaria y que gracias a su mamá, la bióloga y profesora Noemí Castañeda, en él nació el gusto por la lectura. “Ella me regaló una colección de libros llamada Ariel Juvenil Ilustrada, que cada semana traía un libro clásico y en la página impar traía dibujos. Eso me aficionó a la lectura y de la mano de ella llegó la escritura”, le contó Daniel Coronell a El País.Hijo del periodista, diplomático y profesor Álvaro Coronell, Daniel reconoce que por cuenta de la separación de sus padres, cuando él tenía 5 años, “no tuve el privilegio de poder crecer al lado de mi papá. Tenemos una buena relación y tengo el mayor cariño por él, pero mi mamá fue la persona más presente en mi vida”.Su crianza estuvo a cargo de su mamá y de una tía abuela de ella, Carmen Burgos, a quien él considera como “un ángel en mi niñez y adolescencia”. Daniel Coronell Castañeda se graduó como bachiller del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario de Bogotá, intentó estudiar medicina en la Universidad El Bosque para complacer a su papá, pero un compañero de clases le hizo ver que eso no era lo suyo. Así que probó un semestre de comunicación en la Universidad Externado de Colombia y concluyó de manera exitosa su carrera. Ignacio Greiffenstein, quien lo llevó al Noticiero de las Siete, fue la primera persona quien le habló “de una presentadora talentosa, en Teleantioquia”. Luego, su trabajo lo haría cruzarse con ella. “A María Cristina la conocí en 1992. Por esa época hubo una gira del presidente Gaviria por Estados Unidos y fui a hacer el cubrimiento por el noticiero NTC y CM&; ella por QAP. Recuerdo que llegó tarde a la única noticia que dio la gira, en compañía de un camarógrafo árabe que hablaba poquito inglés y nada de español”. Fueron amigos seis meses, se hicieron novios y a los seis meses se casaron. Hoy llevan 20 años juntos. “María Cristina Uribe ha sido la mujer más importante en mi vida, la quiero, la adoro, admiro su inteligencia”.Y eso fue lo que empleó para conquistarla. “Para mí siempre fue difícil, primero, porque soy feo; y segundo, porque soy tímido. Y eso nos pone siempre en desventaja, pero todo lo que no recibimos los feos como gracias o dones de la naturaleza nos lo tenemos que ganar a punta de inteligencia”, dice el comunicador. Él, además cursó estudios de Especialización en Suiza y España, fue profesor de las Universidades Javeriana y Externado de Colombia, es Senior Research Fellow de la Universidad de Stanford e investigador y profesor visitante (Senior Visiting Scholar) de la Universidad de California, en Berkeley.Además de pareja, con ‘La Tata’ fueron compañeros de trabajo en Noticias Uno, en donde Daniel era el director y María Cristina, la presentadora. “En el trabajo María Cristina era María Cristina, era increíble ver esa relación estrictamente laboral, que luego cuando terminaba el noticiero volvía a ser una relación de pareja. Era admirable la forma como ambos manejaban tan profesionalmente la situación”, cuenta Germán Arango, presentador de deportes del informativo. De esa unión hay dos hijos: Raquel, que hace unas semanas cumplió 15 años y Rafael, de 7 años, por quienes, según Arango, Daniel se desbarata. “Es increíblemente tierno”. Si hay algo que lo caracteriza es que “tiene un estilo único para que hagas lo que hay que hacer. Es un jefe ideal porque nunca te va a tratar mal ni gritar, es justo. En su trato es muy suave, pero tiene tal autoridad que sientes respeto por él”, señala la periodista Olga Behar, quien en sus años como corresponsal de Univisión editaba sus materiales los fines de semana en el centro de producción de CM& y coincidía con Coronell. Cuenta que no era raro escucharle decir a sus periodistas, de manera sutil y cálida: “Me gustaría que entrevistaras hoy a este personaje”. Pero si después de unas horas el intento del periodista era fallido, no tenía reparos en decirle “¿Cómo fallaste si eres tan bueno?”. “Eso a cualquiera le arrugaba el corazón y por eso era mejor cumplir”, dice.Germán Arango dice además de ser exigente, “Daniel siempre se ofrece él como ejemplo de lo que es capaz de hacer, no espera que los demás hagan las cosas por él”.Agrega que si hay algo que lo podría sacar de casillas era “el cinismo de los personajes que son objeto de sus denuncias y que buscan descalificar su trabajo con trivialidades y argumentos banales, desviando el foco de la atención”.Con su vida en Miami, hoy Daniel Coronell se siente más tranquilo, pues no tiene la zozobra de las amenazas de muerte que en Colombia lo obligan a movilizarse en carro blindado y con escolta. Pese a que su cargo trae incluido en el paquete compromisos tanto periodísticos como administrativos, él dice que le queda tiempo libre para disfrutar con los suyos.“Ahora estoy pasando todo el tiempo libre que puedo con mi familia, tengo la posibilidad de enseñar cosas y también aprender, me gusta mucho ver películas con ellos y últimamente me estoy aficionando a pasear por el mar. Cuando podemos alquilamos un bote y hacemos pequeños paseos aprovechando que vivimos junto al mar”. Acaba de cumplir 49 años (el pasado 25 de octubre) y llegar a los 50 no le atemoriza. “Tengo buena salud, he tenido una bendición es que no necesito gafas. Además como mi trabajo consiste en leer mucha letra chiquita es un don tener los ojos intactos”.

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