Ana María Busquets, viuda de Guillermo Cano, recordó al periodista asesinado y envió sentido mensaje a la esposa de Miguel Uribe

El pasado 12 de agosto Don Guillermo Cano Isaza, director de El Espectador, asesinado en 1986, habría cumplido cien años de vida. Su esposa, Ana María Busquets de Cano, con quien conformó una extensa familia de cinco hijos -Luis Guillermo, Fernando, Ana María, María José y Camilo- habló con El País sobre el legado del periodista que luchó con valentía y fiereza contra el narcotráfico -que ordenó su crimen-, y en favor de la libertad de expresión y los derechos humanos.

• El 12 de agosto se conmemoraron los 100 años del nacimiento de don Guillermo Cano Isaza y el próximo 17 de diciembre se cumplen 39 años de su asesinato, ¿cómo recuerda a su esposo?

He querido recordarlo con buen ánimo, con alegría, como en los buenos tiempos cuando pasábamos tantos ratos bonitos con él, con sus hijos y con sus nietos que empezaban a llegar.

Desde luego que es muy difícil no recordar los momentos de más tragedia. Pero prefiero hacerlo con alegría, pensando en todo lo bueno y en la esperanza que nos dejó a pesar de todas las cosas difíciles que estaban pasando en este país. Pero creo que con optimismo es más bonito recordarlo.

• La conmemoración del centenario de don Guillermo coincide con un momento muy duro, de nuevo, para Colombia, el magnicidio de Miguel Uribe Turbay. ¿No ha cambiado nada en esos 39 años? ¿No hemos avanzado nada como sociedad?

Hoy volvemos otra vez a tantos recuerdos, como cada vez que desgraciadamente ha habido algún asesinato después de Guillermo. Precisamente hoy la hija de mi hijo Camilo nos decía que ella cuando supo del atentado contra Miguel estuvo pensando mucho en el de su abuelo y en todo lo que habíamos pasado nosotros.

Quiero pensar, como lo hice en ese momento, que tal vez estos revolcones de sentimientos que le llegan a uno con estas circunstancias puedan servir para tener un país mejor, para que la gente reaccione, para que las cosas cambien. Por ahora no lo hemos visto, pero de pronto sucede el milagro.

• ¿Qué le diría a María Claudia Tarazona, la esposa de Miguel Uribe, desde su experiencia, sobre cómo afrontar lo que viene ahora, con unos hijos tan pequeños?

Es tan difícil dar un consejo… yo sé que no hay nada que lo consuele a uno en estas circunstancias. Ella ha demostrado ser una mujer fuerte, valiente e inteligente y pensando en sus hijos y en él sabrá seguir y encontrará las fortalezas para salir adelante.

• Uno recuerda a don Guillermo Cano como el periodista que enfrentó con mayor valor y fiereza al narcotráfico desde las páginas de El Espectador. ¿Él sentía miedo por lo que podía pasarle, por su familia y preveía que sus días iban a terminar así?

Él no demostró miedo nunca. Solo supimos lo que pensaba cuando en una última entrevista que le hicieron dice que él sale de su casa o del periódico y no sabe lo que le pueda suceder. Ahí me enteré que él sabía lo que le podía pasar. Tal vez no quiso infundirnos miedo, quiso que pudiéramos vivir tranquilos.

• ¿Siente que la de don Guillermo fue en su momento una lucha solitaria en contra del narcotráfico? ¿Siente que después de su asesinato, el país dejó solo a El Espectador?

Al comienzo sentimos mucha solidaridad. Hubo una unión de medios de comunicación para contar lo que hacía el narcotráfico, porque entonces así era más difícil atacar o vengarse de todos los medios de comunicación. Pero luego se fue aminorando el apoyo al periódico.

• Don Guillermo fue un gran defensor de los derechos humanos. ¿Cómo cree que su esposo vería el proceso de paz total del actual Gobierno?

A veces se olvida que la primera lucha de Guillermo fue contra la gente que pretendía acabar con la libertad de expresión en el país. Así lo recuerdo en los primeros años de nuestro matrimonio. Después fue su lucha por la defensa de los derechos humanos.

Yo pienso que él estaría hoy decepcionado porque el Presidente actual pudo haber tenido la mejor oportunidad para hacer de este país un lugar para encontrarnos todos, para unirnos todos contra la violencia. Y sin embargo, ha sido todo lo contrario.

A veces uno lo oye y no entiende por qué tiene tanta antipatía, tanto odio contra la empresa. Él hubiera podido juntarnos a unos y a otros, a los de la derecha, a los de la izquierda, a los del centro, porque era la persona que parecía ser la indicada y la que faltaba para hacer ese ensayo.

Sin embargo, perdió la oportunidad. Yo creo que Guillermo estaría decepcionado.

• Usted preside el premio Unesco Guillermo Cano, precisamente a la libertad de prensa, que como usted lo dijo fue la primera lucha de su esposo. ¿Cree que hay libertad de prensa hoy en Colombia?

El periodismo es una profesión de riesgo y siempre habrá motivos de miedo o de que por ese temor los periodistas guarden prudencia. Pero pienso que aquí todavía tenemos libertad de prensa, a pesar de esos riesgos, a pesar de todo lo que estamos viviendo.

No es una libertad de prensa total, pero creo que todavía se puede ejercer y tenemos que luchar para que así sea, para que los periodistas puedan hablar y escribir con plena libertad.

• ¿Cuál es el legado más importante que le dejó Don Guillermo a sus hijos, a sus nietos, a su familia?

El legado de Guillermo fue muy sencillo, muy humano, muy amoroso. Es un legado de honestidad y es un legado de amor hacia su país. No dejar nunca de trabajar por Colombia y no perder la esperanza de lograr una nación mejor, como él lo dijo tantas veces. Es ese legado de búsqueda de la paz. Sin hacerlo público, ese es el trabajo de mis hijos, de mis nietos que están empezando a ejercer distintas profesiones.

• ¿Cómo definiría usted la impronta que le dejó don Guillermo Cano Isaza a Colombia?

Demostró que por encima de todos los riesgos que pudiera tener su profesión, cuando se quiere al país, cuando se es un buen patriota, no hay nada que detenga la lucha por conservar la libertad, por hacerlo grande.