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Adiós a Carlos Muñoz, maestro de la televisión colombiana

El actor estuvo vinculado con la Radiodifusora Nacional desde los 9 años e incursionó en la televisión desde su aparición en el país.

11 de enero de 2016 Por: Redacción de El País y Colprensa

El actor estuvo vinculado con la Radiodifusora Nacional desde los 9 años e incursionó en la televisión desde su aparición en el país.

Hablar de Carlos Muñoz, es hablar de la historia de la televisión en Colombia; es oír a nuestros padres y abuelos recordar esos grandes actores de época. Por eso Muñoz se merece el crédito de estar entre los fundadores de la televisión nacional. 

Carlos Muñoz nació en Puente Nacional y a sus 10 años comenzó su carrera actoral en el grupo escénico infantil de la entonces Radiodifusora Nacional de Colombia, donde creció hasta llegar al grupo de mayores, interpretando varias obras en el Teatro de Colón al lado de su padre José Antonio Muñoz. 

Es por esto que también fue recordado en la reciente celebración de los 75 años de la radio pública nacional, al lado de importantes figuras como el presidente Juan Manuel Santos, Antonio Pardo García, Juan Gossaín y Carlos Julio Guzmán, entre otros. 

Con su muerte este lunes en Bogotá, Carlos Muñoz deja un gran legado en la historia de la televisión nacional y de la producción de novelas y películas.

El 13 de junio de 1954 se inauguró la televisión colombiana y tres días después, el rostro de Carlos Muñoz estaba en las pantallas de todo el país, y desde esa fecha no paró de acompañar a todos los colombianos. A través de miles de rostros y personajes,   llegó a los hogares generando profundos sentimientos, momentos de alegría y de llanto, generando un conjunto de emociones que solo Carlos lograba despertar. 

Su primera aparición en televisión fue el 15 de junio de 1954. Carlos recordaba: “juntos con Guillermo Rubiano, Gonzalo Vera Quintana, Miguel Vanegas y Fabio Camero  compañeros de la Radio Nacional, le hicimos marco a un actor español que por la época vivía en Colombia llamado Alberto Catalá a quien cariñosamente le decíamos el Papi.  En esa improvisada puesta en escena, Alberto recitaba un monólogo que si mal no recuerdo, era ¿Por qué se quitó Juan de la Bebida? sentados en una mesa, los actores simulando tomar vino y fumando puros, oíamos el relato de Alcalá, y hacíamos  las exclamaciones pertinente cada vez que el terminaba una estrofa. ¡Ah! ¡Salud, ¡Vamos! etc.”.

Se destacó en el mundo de la actuación, interpretando obras de grandes autores de la literatura universal, e incluso tragedias griegas que Bernardo Romero Lozano había adaptado inicialmente para la radio y luego para la televisión.

En  1959 viajó a México donde trabajó por cinco años en teatro y  televisión. Al regreso a Colombia, fue recibido con honores por los éxitos logrados allí. Y nuevamente comenzó a trabajar en la televisión y se vinculó al programa Yo y tú, creado, dirigido y protagonizado por Alicia del Carpio. Esta obra permaneció 23 años al aire. Y luego comenzó  a hacer cine de largo metraje, registrando más de 20 películas, colombianas, mexicanas, venezolanas y coproducciones con Francia, Italia, y España.

Como no recordar al sobrino de Alicia del Carpio en Yo y tu, que divirtió a toda Colombia durante una década; o al personaje de Pedro Camacho en La tía Julia y el escribidor, que logró cautivar al mismo Vargas Llosa. Quién no recuerda las ocurrencias del padre Pío Quinto en San Tropel o a Epifanio del Cristo en Caballo Viejo, “porque cuando el amor cuando llega así de esa manera uno no se da ni cuenta”.

Después de su paso por la política que lo llevó al Congreso de la Republica y a la Comisión Nacional de Televisión, volvió al medio y participó en otras telenovelas como Merlina Mujer Divina,  Chepe Fortuna y Dónde Carajo está Umaña. Son muchos personajes que marcaron la historia de la televisión y que serán recordados por siempre.

Durante siete décadas de trabajo profesional, recibió múltiples premios, distinciones y condecoraciones que año tras año lo ratificaron como uno de los mejores actores del país, fue así como en el año 2000 fue declarado, en una encuesta del periódico El Tiempo, como el Actor del Siglo.

“Carlos estuvo con nosotros desde los inicios y a lo largo de su trayectoria artística fue un ejemplo de profesionalismo y compromiso por entregar lo mejor de él en cada proyecto que realizó. Tanto la televisión como la radio en Colombia han perdido a un gran Maestro”, comentó John Jairo Ocampo, gerente de Rtvc.

 

La actuación de hoy vista por Muñoz

(Respuestas dadas en su última entrevista a Colprensa en el 2015)Tanto para las viejas como para las nuevas generaciones, es evidente que los temas actorales han cambiado. Según cuentan los historiadores y en esas charlas familiares los abuelos, los actores antiguamente lo hacían todo en vivo y en directo, es decir, sin cortes y sin parar. Los mejores estaban en escena. “La diferencia está en que hoy en día está la academia, en nuestra época todo fue empírico, con la escuela que era ver a mi papá trabajando en la radio, siempre lo veía, lo acompañaba y a veces, a los seis años, hacía voces”, señala Carlos Muñoz, quien además agrega que en esos años habían pocos actores por lo que debían hacer de todo: comedia, drama, tragedia griego, zarzuela y Shakespeare. “Hoy en día todo es diferente, depende de la persona, porque hay muchos que llegan a la televisión porque tienen buena pinta y la chocolatina y sólo quieren tener fama, ganar dinero y lograr conquistar muchas nenas, y es sólo su objetivo, dejan de lado todo lo que tiene que ver con la actuación. Ellos son los que pasan de moda”, opina el veterano, quien aconseja a las nuevas generaciones que tengan conciencia de los sacrificios que deberá realizar para dedicarse el resto de su vida a la actuación, más allá de llegar a un concurso de belleza o un reality. 

 

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