Tradiciones decembrinas en Cali: las historias ocultas de cómo nacieron estas costumbres

Cali es la ciudad más rumbera de Colombia, no en vano fue declarada por Johnny Pacheco como La Capital Mundial de la Salsa, quien incluso firmó un acta para dejarlo como un decreto popular. Pero, la época del año que deja en evidencia esta vocación fiestera, sin duda, es diciembre, cuando se celebra la Navidad y la Feria de Cali.

Desde que inicia este mes, los caleños reviven una serie de tradiciones decembrinas que ya son parte de su identidad, como la decoración de las calles, Los Diablitos y las novenas bailables, entre otras.

Los Diablitos son un grupo de personajes que recorren las calles de la ciudad pidiendo dinero, por lo general son niños o jóvenes disfrazados del diablo, la muerte y la culona, también los acompaña uno que toca el redoblante y otro el bombo.

El grupo lleva una bolsa de tela que, según la tradición, en un principio era un colador de café, donde las personas depositan una moneda, porque, de lo contrario, el diablo le devuelve un fuetazo con su látigo. Por eso, caleño que se respete fue correteado por un diablito.

La historia de esta tradición popular, según algunos relatos orales, se remonta al año 1916, cuando a un grupo de jóvenes del barrio Siloé, que estaban enfiestados, se les acabó el libro y tuvieron que bajar de la loma para comprar más. Pero, como también tocaban instrumentos, mientras caminaban hacia el estanco, iban interpretando música de fiesta, y esto motivó a la gente del barrio para salir a darles monedas.

Otra versión lo remonta a los primeros carnavales de Cali, a principios del siglo XX, cuando salían grupos de actores disfrazados acompañados de una banda o una chirimía.

Previo al día de las velitas, en los barrios populares de Cali, los vecinos se reúnen para decorar las calles y las fachadas de las casas: pintan los cordones de los andenes con los colores de Navidad, hacen dibujos de Papá Noel, árboles y botas en el pavimento, cuelgan banderines y cadenetas de un lado a otro de las calles.

Todo ello, en medio de una celebración, porque cierran las calles y no falta el vecino que prende el equipo de sonido y comienza a repartir aguardiente Blanco del Valle. Algunos testimonios sostienen que la costumbre nació cuando se crearon estas urbanizaciones y las primeras familias en poblarlas trabajaron juntas para abrir calles, llevar la electricidad y los servicios básicos, dado que solo eran lotes.

De modo que los vecinos se unían también para celebrar, así fue el origen de las primeras verbenas populares.

El 7 de diciembre se celebra el día de las velitas, que en la tradición católica es el momento de la Inmaculada Concepción, un día consagrado a la Virgen María y la luz que trae al mundo, que dejó como dogma el Papa Pío IX desde 1854. Durante esta celebración los caleños encienden faroles con velas y agradecen a la Virgen María por las bendiciones recibidas.

Entre el 16 y 24 de diciembre se realiza la Novena de Aguinaldos, una tradición religiosa típica de los países latinoamericanos. En Colombia se practica desde la Colonia, cuando Fray Fernando de Jesús Larrea, un franciscano ecuatoriano, escribió un novenario que narra los episodios relativos al nacimiento de Jesús.

Durante los nueve días, la novena se reza ante un pesebre y es acompañada por villancicos, pero en Cali es normal que después de las oraciones llegue la comida y el baile, por eso las llaman novenas bailables, donde suenan temas clásicos de la salsa con temática navideña, como ‘Bomba en Navidad’ de Richie Ray y Bobby Cruz, ‘Aires de Navidad’ de Willie Colón y Héctor Lavoe, entre otros.

Y, cuando llega el 25 de diciembre se prende la Feria de Cali, el evento más grande del año, con sus verbenas, casetas y desfiles, y más recientemente con el Salsódromo. Vale recordar que esta fiesta nació en el año 1957, como una forma de levantar el ánimo colectivo de los caleños, después de la tragedia del 7 de agosto de 1956, cuando siete camiones cargados de dinamita explotaron, dejando más de 4000 muertos y gran parte del centro de Cali devastado.