Bloqueo a la Secretaría de Movilidad de Cali se levantó luego de emergencia por atentado terrorista

La Secretaría de Movilidad informó, en la tarde de este jueves, 21 de agosto, sobre un bloqueo en sus instalaciones en el barrio Salomia, al norte de Cali. Según la entidad, la protesta fue liderada por transportadores informales que se quejan de no poder trabajar y exigen más medidas para desarrollar su actividad.

“En este momento tenemos un bloqueo en la parte externa de la Secretaría de Movilidad por parte de presuntos veedores y transporte informal. Les estaremos contando cómo se desarrolla la situación”, indicó la entidad, hacia las 2:45 p.m.

Los manifestantes, que se identificaron como veedores ciudadanos y conductores de transporte informal, exigieron mayores garantías para ejercer su actividad, denunciando lo que consideran una persecución institucional y falta de alternativas legales para formalizarse.

“No somos delincuentes, somos padres de familia que trabajamos porque el sistema no nos da otra opción”, expresó uno de los voceros del plantón.

El bloqueo provocó desvíos en rutas del MIO y retrasos en el tránsito vehicular, afectando a cientos de ciudadanos que se dirigían a sus lugares de trabajo. La Secretaría de Movilidad informó que se mantiene el monitoreo de la situación y que se activaron protocolos de contingencia para mitigar el impacto.

El País consultó sobre la situación y hacia las 5:00 p.m. Movilidad indicó que se tuvo un espacio de diálogo con los voceros de las protesta, pero debido al atentado ocurrido en inmediaciones de la Base Aérea Marco Fidel Suárez se dio por terminada la conversación, levantándose el bloqueo.

Este tipo de bloqueos, aunque puntuales, evidencian una tensión estructural en el modelo de movilidad urbana de Cali, donde el sistema formal de transporte no logra absorber la demanda total, especialmente en zonas periféricas.

El transporte informal mototaxis, colectivos no autorizados, y plataformas digitales sin regulación ha crecido como respuesta a esa brecha, generando un ecosistema paralelo que, aunque funcional para muchos usuarios, opera fuera del marco legal.

Según cifras del Observatorio de Movilidad de Cali, cerca del 30% de los desplazamientos diarios en la ciudad se realizan en medios informales. La falta de cobertura del MIO, los costos del transporte legal y la flexibilidad de los servicios informales han consolidado esta alternativa como una necesidad para miles de caleños.

Sin embargo, la informalidad también plantea riesgos: ausencia de seguros, falta de control técnico, y vulnerabilidad jurídica tanto para conductores como para pasajeros. Las autoridades han intentado implementar estrategias de formalización, pero los avances han sido limitados por la falta de incentivos reales y la desconfianza entre las partes.

El bloqueo en Salomia no es un hecho aislado, sino un síntoma de una problemática más profunda. La ciudad enfrenta el reto de repensar su modelo de movilidad, integrando soluciones que reconozcan la realidad del transporte informal.