¿Qué tan seguros son el alcantarillado y el acueducto de Cali? Conozca el estado actual de los ductos en la ciudad

Además de cientos de damnificados por inundaciones y pérdida de enseres, las lluvias que azotaron la ciudad durante la última temporada invernal trajeron consigo serias dudas con respecto a los sistemas de alcantarillado y de acueducto con que cuentan los caleños.

Para Roberto Rodríguez, quien hizo parte de las Empresas Municipales de Cali, Emcali, entre el 2002 y el 2006, la ciudadanía ya realizó el pago correspondiente a la actualización de ambas redes.

Según explica el también exconcejal, el costo del mantenimiento y de los cambios de infraestructura relacionados con estos sistemas viene incluido en el recibo de los servicios públicos que cada ciudadano paga mes a mes.

“Con nuestro pago, nosotros, los usuarios, ya pagamos la reposición de todas las redes. No tendríamos que tener ese atraso tan grande”, reitera y agrega que las redes con las que cuenta Emcali datan del mismo momento en que esta empezó a funcionar, es decir, de 1931.

Sin embargo, Marco León Villegas, gerente encargado de Acueducto y Alcantarillado, tiene una versión distinta: “Según el promedio ponderado, la red de alcantarillado lleva 32 años de servicio en la ciudad”. Pero aclara que, en algunos casos, la instalación de esta infraestructura se remonta a 50 o 70 años atrás.

De otro lado, desde las Empresas Municipales de Cali se manifestó que actualmente existen dos contratos que se encuentran en supervisión y que allí está incluido el de la reposición de los sistemas de acueducto y alcantarillado en tramos críticos de la zona de ladera la ciudad, por un valor de $ 5.230.438.139.

Lo que llama la atención es que, aunque la fecha de entrega de esos trabajos está prevista para el próximo 14 de septiembre, los mismos presentan un avance físico de solamente el 44 %.

Además, lo que las fuentes aseguran es que hay seis contratos vigentes para la reposición de redes de ambos sistemas en distintos sectores de la ciudad, por un valor total de $ 9.512.105.052, las cuales tienen por fecha prevista de terminación diciembre de este mismo año.

Dichas intervenciones, asegura Emcali, están contempladas en las vigencias presupuestales de 2026 y 2027.

Ahora bien, más allá de estos contratos, el retraso en la implementación de obras de actualización del acueducto y el alcantarillado de la capital vallecaucana tiene directa relación con la difícil situación económica que aqueja a las Empresas Municipales y a los procesos de intervención que ha atravesado.

Rodríguez explica cómo ello ha agravado el margen de maniobra de Emcali de cara a nuevas inversiones: según él, para el 2013, por cada peso proveniente de la venta de servicios públicos, se gastaban 83 centavos en costos y gastos, una situación que aumentó con los años, hasta llegar a un escenario por completo desfavorable: se gastaban 1,14 pesos por cada peso que entraba por ventas. Es decir: se empezaba a trabajar con pérdidas.

“¿Qué ha hecho el alcalde Eder y el Gerente de Emcali? Bajar costos”, añade.

Este año, según el excabildante, por cada peso que entra a Emcali se destina la misma cantidad por concepto de costos y gastos, lo que supone una nula posibilidad de inversión.

Mientras tanto, las consecuencias de unas redes de acueducto y alcantarillado deterioradas con los años se manifiestan en las calles y no solo cuando arrecian las lluvias. Debido a filtraciones subterráneas, existen lugares de Cali en donde cubrir huecos en las vías se vuelve una tarea infructuosa, pues el problema de fondo persiste.

Para Marco León Villegas, la falta de una hoja de ruta para atender las afectaciones viales ha contribuido a aumentar esta problemática: “Esta situación ha generado que el problema haya crecido y que, a través de los huecos, se generen filtraciones de las aguas lluvias a la base y la subbase de las calles que pueden afectar incluso a las redes de acueducto y alcantarillado a lo largo de la ciudad”.

Una amenaza latente

Según datos suministrados por un ingeniero de Emcali, con corte a diciembre del 2024, en la ciudad había 762 kilómetros de ductos de acueducto y alcantarillado fabricados en fibrocemento, lo que representa el 24 % de la red total de la empresa.

Ese dato responde a la no actualización de dichas redes, lo que trae consigo una amenaza latente: la presencia de asbestos en ellas y su probable absorción por parte de las personas, lo que podría desencadenar graves problemas para la salud de los usuarios.

De hecho, varios organismos de salud han alertado del alto riesgo de contraer cáncer de pulmón como resultado de la absorción de esos compuestos, razón por la cual desde el 2019 el Ministerio de Ambiente prohibió su comercialización en Colombia.

Este tipo de tuberías se encuentran en barrios de Cali como Petecuy y San Luis, así en como la zona de ladera -probablemente en aquellos sectores en donde Emcali acepta que la infraestructura tiene más de medio siglo de uso-.

En respuesta a esta información, desde Emcali aseguraron que “el uso de tuberías de asbesto-cemento fue común en todo el mundo durante gran parte del siglo XX, por su durabilidad y resistencia química. En Cali, estas redes aún representan el 24.3 % del sistema de distribución de agua potable de EMCALI (762 km instalados entre 1956 y 1992)”, tal y como lo indica el ingeniero consultado.

Sin embargo, precisan que, pese al peligro que trae consigo el asbesto para la salud humana, “cuando está en una matriz sólida (como el cemento), las fibras no se liberan fácilmente (...) Estudios internacionales y nacionales coinciden: el agua transportada por tuberías de asbesto-cemento no representa un riesgo significativo para la salud por ingestión”, dicen desde las Empresas Púbicas Municipales.

Las nuevas redes de alcantarillado y de acueducto que se planean instalar son fabricadas en PVC O PEAD (polietileno de alta densidad), cuya vida útil se estima en 75 años, y en concreto reforzado, que cuentan con una duración promedio de entre 50 y 60 años.

Si bien como parte de ese plan de reposición de ductos se estima desembolsar un valor cercano a los trece mil millones de pesos para el 2026 y de 26 mil millones para el 2027, el gerente encargado de Acueducto y Alcantarillado reconoce que a la fecha “Emcali no cuenta con un diagnóstico integral de toda la red de acueducto y alcantarillado de la ciudad”.

Para Roberto Rodríguez, el estado de esos sistemas son el síntoma de un problema estructural dentro de las Empresas Municipales, que afecta su competitividad frente a otros sectores a nivel nacional.

“En el sector de las comunicaciones, a Claro vender un servicio de internet le cuesta $ 150.000, mientras que a Emcali le cuesta $ 2.400.000. No voy a competir nunca con eso. Lo mismo está ocurriendo con la energía, con Celsia (...) La empresa tiene un problema llamado la unidad de caja. Significa que toda la plata entra a una sola bolsa y el que la necesite va disponiendo. Yo le quito la plata a Alcantarillado para meterla a Telecomunicaciones y Energía. Entonces, no tengo plata para reposiciones”, explica el funcionario.