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Esta es la Terminal Paso del Comercio, ubicada en la salida de Cali hacia Palmira. Este proyecto se denominaba Terminal Calima, y por ella Metrocali tiene perdidos $6825 millones de un anticipo a un contratista extranjero. | Foto: José L. Guzmán / El País

¿Por qué los sobrecostos son la constante en las obras del MÍO?

El caso de la Terminal Calima pone un manto de duda sobre la capacidad de Metrocali para gestionar proyectos del masivo. ¿Cuál es la realidad?

23 de abril de 2017 Por: Zulma Lucía Cuervo / reportera de El País 

Si las cosas hubieran ido bien, la terminal del MÍO ubicada en la salida hacia Palmira (conocida como Terminal Calima), debió haber entrado en operación a finales del año 2008, con un costo para el Estado de $22.750 millones. Pero la realidad fue totalmente diferente: esta infraestructura que hoy se llama Terminal Paso del Comercio entró en servicio el 10 de septiembre de 2016 (ocho años después) y costó $68.989 millones.

El Estado gastó en este proyecto $75.814 millones, si se tiene en cuenta que en la primera adjudicación de la obra con la firma israelí Hafira Ve Hatziva Ltda. se perdieron $6825 millones que Metrocali entregó como anticipo, tal como quedó expresado en el fallo de responsabilidad fiscal que condena a tres personas, entre ellas al expresidente de Metrocali, Luis Eduardo Barrera Vergara.

Este fallo obliga a pagar a Barrera Vergara, al representante legal de Hafira Ve Hatziva Ltda., Gui Chen, y a la firma como tal $8529 millones, que corresponden al monto de la pérdida de estos recursos, más la indexación a precios de hoy. El dinero se trata de recuperar cobrando el seguro que respaldan a los funcionarios ordenadores del gasto.

Pero a juicio del concejal Fernando Tamayo, si bien el caso de la Terminal Calima ha sido el más sonoro debido a que “se esfumaron $6825 millones que fueron a dar a cuentas al exterior”, sostiene que en Metrocali se ha configurado una especie de “cartel” que hace que todas las obras adjudicadas por el ente gestor del MÍO cuesten más de lo inicialmente contratado.

Según el concejal Carlos Andrés Arias, los sobrecostos suman $224.000 millones para los constructores y $25.000 millones en el pago de interventorías. “Hay deficiencias en la planeación”, afirma.

Para dimensionar este monto, con estos recursos que de acuerdo con el concejal Arias obedecen a sobrecostos, se podría construir la solución vial y conexión de rutas del MÍO de la Avenida de las Américas con la Avenida 3N (frente a la antigua estación del tren) y la Terminal Guadalupe, y sobraría plata porque el costo estimado de estos dos proyectos suma $110.000 millones.

La cifra reportada por el concejal hace parte de un informe rendido por el Instituto de Tecnología de la Construcción de Cataluña, ITeC, en el Cabildo caleño, firma que fue contratada durante la presidencia de Armando Garrido para acompañamiento técnico a los procesos licitatorios, con el objetivo de dar más transparencia y reducir los costos de las obras de ingeniería contratadas por Metrocali.

Lea también: Los otros hallazgos que tienen a Metrocali 'en la mira' de la Contraloría

La directora de Control Interno de Metrocali, Alba Lucero Urrea, explica que el valor del que habla ITeC salió de Metrocali y cual corresponde a las mayores cantidades de obra y las obras adicionales que se han pagado en los proyectos de infraestructura del MÍO, no sobrecostos. “Con esa cifra fue que justificaron la llegada de ITeC como asesor técnico el año pasado”, argumenta.

¿Se planea mal?

El tema de las deficiencias en la planeación de los proyectos hacen parte de los llamados recurrentes que hace la Contraloría de Cali en las auditorías que realiza al ente gestor del MÍO.

En un seguimiento que el organismo de control le hizo a Metrocali sobre la construcción de la Troncal de Aguablanca, se encontró que el proyecto tuvo doce prórrogas de tiempo y tres adiciones presupuestales.

Este corredor, que se adjudicó el 8 de enero de 2010 con un costo de $129.944 millones y que debía hacerse en un año y siete meses, culminó después de cuatro años, siete meses y siete días (15 de agosto de 2014) y significó una inversión final de $194.008 millones, $64.064 millones adicionales a lo presupuestado, es decir el 49,3 % más.
La interventoría de esta troncal, informa la Contraloría local en la auditoría, también subió de costo: de $5333 millones pasó a $10.970 millones.


Otros ejemplos que se encuentran en las auditorías del ente de control fiscal local son la Terminal Julio Rincón, cuya obra estuvo suspendida siete meses (entre los años 2012 y 2013) por no contar con los diseños definitivos de las redes de servicios públicos y el MÍO Cable (año 2010), “que aperturó el proceso licitatorio sin contar con los estudios geotécnicos precisos de los predios para determinar el valor de las obras civiles de las estaciones y las pilonas”.

Polémica presidencia

Además del sonado caso de la Terminal Calima, en la presidencia de Luis Eduardo Barrera Vergara se adjudicó el contrato del MÍO Cable a la Unión Temporal Miocable, conformada entre otras empresas por Conalvías.

En la época en que se firmó este contrato, el presidente era Andrés Jaramillo López, que hoy está involucrado en el carrusel de la contratación de Bogotá durante la administración de Samuel Moreno Rojas.

De acuerdo con datos de la Contraloría y la Personería de Cali, este proyecto tuvo muchas inconsistencias: el estudio de factibilidad de la firma I&D Proyectos calculó que el MÍO Cable tendría un costo de $6891 millones, se sacó a licitación con un valor mínimo de $12.000 millones, se adjudicó por $66.000 millones y finalmente costó $96.143 millones, cuyo valor fue tasado en un tribunal de arbitramento.

En esta misma presidencia se hizo un acuerdo de voluntades con la Unión Temporal de Recaudo y Tecnología, UTR&T, para que hiciera la explotación económica de las estaciones y terminales del MÍO a través de la venta de publicidad y de alimentos, lo que se hizo efectivo desde noviembre de 2010. En su momento, el Ministerio de Transporte y varios miembros de la junta directiva de Metrocali cuestionaron que no se hubiese hecho concurso y que se le adjudicara ‘a dedo’ estas actividades a la concesión de recaudo.

De acuerdo con Metrocali, la UTR&T le debe por la explotación económica de las estaciones cerca de $2000 millones, pero el representante legal de la concesión, Arturo Villarreal, negó que tengan cuentas pendientes con Metrocali sobre este aspecto.

¿Un problema recurrente?

El concejal Roberto Rodríguez dice que los problemas contractuales de Metrocali han permanecido en el tiempo y recuerda el caso del consultor ITeC, con el que se celebró un convenio a cero costo en junio de 2016, pero que hoy reclama pagos a Metrocali por $10.153 millones por haber participado en la estructuración de las licitaciones para la construcción de la Terminal del Sur y los patio-talleres del Sur y Aguablanca.

La situación fue advertida por el Ministerio de Transporte, que en cartas fechadas en octubre del año pasado indicó que en las licitaciones se incorporaban pagos dentro de los costos administrativos a los contratos de obra que iban a sufragar el uso del software TCQ2000, que aportó ITeC para la asesoría a Metrocali.

“El convenio de ITeC buscaba reducir los costos de las obras, pero hoy la ejecución de estos proyectos está suspendida porque no se estimó que los lotes no estaban a nombre de Metrocali. El tenerlas suspendidas generará seguramente mayores costos”, asevera Rodríguez.

El no tener los predios también fue una observación que hizo el Ministerio de Transporte, que consideró “de alto riesgo” seguir adelante con una licitación que no tenía asegurada la disponibilidad de los terrenos para poder hacer las obras dentro del cronograma.

El director de Infraestructura de Metrocali, Jaime Quesada, explica que la entidad está evaluando los riesgos económicos que se generaron por tener suspendidas las obras debido a que los predios no estaban disponibles.

“Se planea, pero hay imprevistos”: Metrocali

El director de Infraestructura del ente gestor del MÍO, Jaime Quesada, explica que la mayoría de los proyectos que involucran la intervención de redes de servicios públicos, tienen imprevistos porque el catastro de redes no es confiable. “A veces pensamos que hay solo una tubería y cuando se destapa la calle nos encontramos con dos o tres tubos”, dice.

Las obras de redes deben ser pagadas por Emcali. Quesada informa que a esta entidad le reclaman el pago de $133.739 millones. “Las Empresas Municipales nos reconocieron $54.483 millones de redes de acueducto y alcantarillado y $17.830 millones de redes de energía y telecomunicaciones”.

Amparo Meléndez, jefe del Departamento de Interventoría de la Gerencia de Acueducto de Emcali, dice que están conciliando los pagos. “Hay reposiciones de redes, como la de la Carrera 1, cuya reclamación de los recursos deberá hacerse en un tribunal de arbitramento”, agrega Meléndez.

Quesada explica que en algunos proyectos del MÍO se adicionan obras solicitadas por la comunidad, lo que hace que se aumente el costo de los proyectos.

Reclamos


  • De las 33 obras ejecutadas por Metrocali, 12 tienen demandas por desequilibrio económico, es decir, que el contratista reclama un mayor valor al pagado por el ente gestor del MÍO.
  • Las aspiraciones de estos demandantes suman $27.482 millones.
  • Metrocali ha perdido dos demandas en primera instancia, que le cuestan $3600 millones, pero el recurso no se ha desembolsado porque están en segunda instancia en el Consejo de Estado.
  • Ha ganado dos demandas, que suman $6200 millones, pero también están en segunda instancia ante el Consejo de Estado.

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