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En los hechos, dos personas fallecieron y siete más resultaron heridas, tres de ellas de gravedad, que están siendo atendidas en centros asistenciales de Palmira. | Foto: Especial para El País

VALLE DEL CAUA

Pasajeros del bus que se accidentó en la vía Rozo - El Cerrito relatan el trágico momento

Dos personas fallecieron en un accidente de un bus que transportaba venezolanos de Cali hacia Cúcuta. Un microsueño es la principal hipótesis del siniestro.

28 de abril de 2020 Por: Redacción El País

A las 6:00 de la mañana de este martes, un aparatoso accidente estremeció a los habitantes del sector de La Acequia, vía Rozo - El Cerrito. A esa hora, un bus de placas ZAP 559 que transportaba un grupo de migrantes venezolanos de Cali hacia Cúcuta, se salió de la vía y colisionó contra un árbol y un poste de energía. El vehículo, que llevaba 36 personas en total (11 de ellas menores de edad) hacía parte de una caravana de 7 buses que había organizado Migración Colombia, con apoyo de la Alcaldía de Cali, en el marco de una nueva jornada de repatriación humanitaria por la emergencia del Covid-19. “Yo venía dormido y lo que sentí fue como si hubiera traqueado una rama. Cuando desperté, estaba guindado en otro asiento que no era el mío. Terminé con la boca reventada y golpeado en un costado”, contó uno de los migrantes, que prefirió omitir su nombre.

Y es que según Norma Guevara, también migrante, el accidente “cogió durmiendo” a la mayoría de los pasajeros, quienes habían “amanecido” en el Parque de Las Banderas en Cali esperando a que llegaran los buses que los iban a retornar. “Cuando me desperté estaba con la quijada en el asiento de adelante. Revisé mi niña y, cuando fui a buscar a mi otra hija, no la encontré. Para ese momento ya todo el mundo estaba gritando despesperadamente”, relató Guevara.

En el siniestro, dos personas perdieron la vida: el conductor auxiliar del bus, de nacionalidad colombiana; y un ciudadano venezolano de 28 años. Asimismo, siete pasajeros más resultaron lesionados y fueron traslados a centros asistenciales en la ciudad de Palmira.

Según informó Migración Colombia, los venezolanos que resultaron ilesos en el accidente, fueron reembarcados en otro vehículo y prosiguieron su viaje hacia Cúcuta.

Roberto Lugo, habitante del sector de La Acequia, fue una de las primeras personas que llegó al lugar del accidente. “Íbamos a prestar los primeros auxilios y a meterle barra al bus para sacar las personas que quedaron atrapadas, pero la Policía no dejó que nadie ayudara. Me impactó que uno de los pasajeros quedó totalmente aprisionado con unas latas del bus y fue uno de los que más se demoraron en sacar”, aseguró Lugo. El rescate de todos los heridos duró alrededor de cuatro horas y, para esto, los bomberos tuvieron que utilizar maquinaria hidráulica.

“En el sitio quedaron cuatro personas atrapadas. El impacto del bus contra el árbol fue muy fuerte, por lo que fue un rescate muy complejo”, aseguró Hugo Valencia, comandante del cuerpo de bomberos de Rozo y quien añadió que tres de los siete heridos “están muy graves”, mientras que el resto “están estables y presentan lesiones muy breves”.

Cabe decir que en el lugar de los hechos falleció el ciudadano venezolano, mientras que el copiloto del bus murió luego de ser llevado a un centro asistencial. “Los siete buses arrancaron a las 5:00 a.m. desde Cali y se tenía pronosticado que en 20 horas llegaran a Cúcuta, ciudad hacia donde el resto de vehículos de la caravana continuaron su trayecto”, dijo Diego Sánchez, jefe de la unidad de apoyo a la gestión de la secretaría de Seguridad de Cali.

Una repatriación truncada La mayoría de los pasajeros del bus accidentado eran familias venezolanas con niños. Una de ellas, la familia Saavedra-Cayama, es oriunda del estado de Carabobo, en Venezuela.

“Mi esposo y mis dos niños llevábamos viviendo en Cali un año y cuatro meses, pero desde hace unos días estábamos durmiendo afuera de la Alcaldía porque no teníamos dónde vivir. Entonces, este era un viaje que esperábamos con mucha ilusión porque por fin íbamos a poder volver a nuestro país en medio de toda esta crisis”, contó Yusleidi Cayama.

Esta es la tercera repatriación de venezolanos que se realiza desde Cali durante la emergencia del Covid-19. Hasta el momento, más de 600 migrantes han sido trasladados este mes en ‘puentes humanitarios’.

Por su parte, Norma Guevara, quien tenía como destino el estado venezolano de Aragua, también manifestó que llevaba cuatro días durmiendo a las afueras de la Alcaldía con su familia, ya que no pudieron seguir pagando el arriendo porque su esposo perdió el empleo que por la pandemia del Covid. “Nos emocionamos mucho cuando nos dijeron que podíamos retornar a Venezuela. Pero ahora, con todo esto, no sabemos qué hacer porque a mi esposo y a mis dos niñas, que están bien, les ofrecieron continuar el viaje a Cúcuta; pero a mí, que resulté con una herida en la quijada, me ofrecieron llevarme a un centro asistencial para hacerme una sutura. Entonces, lo que estamos pidiendo, es que nos habiliten otro bus para que podamos continuar el viaje juntos”, dijo Guevara.

Un microsueño, principal hipótesis del accidente Si bien las causas del siniestro vial están siendo investigadas, el coronel Hernán Carvajal, comandante de la Policía de Carreteras en el Valle del Cauca, aseguró que este incidente pudo haber obedecido a un microsueño que tuvo el conductor del bus.

“En el video que revisamos se ve claramente cómo el bus va a baja velocidad y se va desviando poco a poco hasta impactar contra el árbol. El vehículo no iba a más de 60 km/h”, aseveró Carvajal.

La hipótesis fue ratificada por Nelson Saavedra, uno de los migrantes que viajaba en el vehículo. “Escuché cuando el auxiliar de conducción le dijo al chofer: ‘cómete una galleta para que te despiertes y estés activo”, dijo, y añadió que los motoristas habían llegado al Parque de Las Banderas desde la madrugada, por lo que podían estar somnolientos. Entre tanto, William Vallejo, secretario de Movilidad de Cali, señaló que los siete buses de la caravana de venezolanos “fueron revisados minuciosamente para establecer que eran idóneos para viajar”.

“Lo primero que se hizo fue revisar todos los formatos relacionados con el viaje, entre ellos, la planilla de viaje debidamente diligenciada por la empresa prestadora del servicio. Al vehículo (accidentado) también se le realizó la revisión técnico mecánica y verificamos que el seguro obligatorio estuviera vigente. Igualmente, revisamos que la licencia del conductor estuviera al día y que lo autorizara para conducir ese tipo de vehículos”, precisó Vallejo.

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