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Juan Pablo Paredes, especialista en administración de la seguridad y que ha trabajado con diferentes multinacionales, tiene como reto en la Secretaría de Seguridad combatir el atraco callejero. | Foto: Especial para El País

ROBO

"No creo que a la mayoría de los caleños los hayan robado": Consejero de Seguridad

Juan Pablo Paredes responde a los cuestionamientos sobre la nueva Consejería de Seguridad de Cali.

17 de septiembre de 2017 Por: Ana María Saavedra y José Luis Carrillo / El País

Para Juan Pablo Paredes, hasta hace pocos días secretario de Seguridad y hoy Alto Consejero en la materia para la Alcaldía, Cali tiene un problema de seguridad serio y es que a sus habitantes se les robaron el optimismo.
“Estamos adueñándonos de problemas que no son nuestros, que no nos han pasado, la mayoría no sale a contar la historia positiva de la ciudad. Del pesimismo solo se nutre el delincuente”, sostiene.

Más allá de este punto de vista, a Paredes se le acusa de dejar el cargo como Secretario de Seguridad porque le quedó pequeño, de ejercer funciones de un comandante de la Policía, de estar en desacuerdo con el Alcalde. El funcionario resolvió estos y otros cuestionamientos.

¿A usted alguna vez lo han robado en Cali?

Jamás en mi vida.

Usted es el primer caleño que conozco que dice que no lo han robado...

Yo le puedo presentar a muchas personas que jamás las han robado en Cali, a mi esposa, en mi círculo de amigos a muchos no los han robado.

Entonces se considera de una minoría afortunada de caleños que no han sido robados…

No me siento que sea de una minoría afortunada. Es cierto que tenemos muchos líos de seguridad. El hurto es un problema grave, pero no creo que a la mayoría de los caleños los hayan robado. Creo que muchos de nosotros, hacemos nuestras las situaciones de inseguridad que le ocurren a terceros y por eso se ve impactada nuestra percepción de inseguridad. Haga el ejercicio, pregúntese ¿cuándo fue la última vez que me robaron? y mucha gente cuenta historias de terceras personas.

¿Aún siente que los caleños dan papaya cuando los roban?

Estoy de acuerdo con el concepto. Lo que pasa es que cuando la frase “no dar papaya” viene del Alcalde la gente se indigna. Pero la teoría de la seguridad sí contempla el triángulo del delito y para que suceda tienen que confluir tres variables: Primero, la intención de alguien para cometerlo; segundo, la capacidad de llevarlo a cabo y tercero, el delincuente tiene que tener la oportunidad, que en otras palabras es dar papaya.

¿Cuál es el punto de Cali en el que usted se siente más inseguro, vulnerable?

Para una persona entrenada la percepción de seguridad y vulnerabilidad cambia. Pero creo que la Carrera 10 con Calle 15 es uno de los puntos más complicados de la ciudad en términos de robo. De hecho es el punto más caliente y donde más frecuencia de hurto hay en la ciudad, en todas sus modalidades.

Cambiemos de tema. Explíquenos ¿cómo es que Juan Pablo Paredes sí sirve para alto Consejero de Seguridad de Cali y no sirve para Secretario de Seguridad?

La Secretaría de Seguridad tiene tres subsecretarias: Acceso a la Justicia; Inspección, Vigilancia y Control y Política de Seguridad. De las tres patas que tiene la mesa solo una es de seguridad. No es que Paredes no sirve para la Secretaría, lo que pasa es que Paredes sirve más si se enfoca 100 % en el tema que conoce.

Eso quiere decir que cuando a usted le ofrecieron el cargo le prometieron algo y al llegar se encontró con otra realidad…

No. Cuando llegué me presentaron el manual de funciones del cargo. Puedo decir que, como desconocía el sector público, pensé que esta Secretaría tenía más ‘ancho de banda’ y flexibilidad en la calle, más contacto con la gente articulando el ejercicio de la seguridad, pero tiene una alta complejidad administrativa. Por ejemplo, el Secretario de Seguridad está sentado en 33 comités y más de la mitad son indelegables por ley.

¿Por qué no delegó en los subsecretarios esas otras funciones?

Esa era una opción y se contempló. Pero implementamos unas estrategias que nos mostraron buenos resultados y nos dimos cuenta que si queríamos impactar más teníamos que redoblar esfuerzos. Por eso creamos la oficina de la Alta Consejería.

¿Y ahora los procesos pueden ser más rápidos siendo asesor en lugar de Secretario de Seguridad?

No es que se hagan más rápido sino que hay una persona pensando en resolver esas barreras. Además, es una persona que puede pasar tiempo completo escuchando a los caleños y haciendo planeación estratégica.

¿La Alta Consejería tiene recursos?

Claro. La oficina no tiene ordenación del gasto pero la orden de la Alcaldía es que trabajemos en llave y de esa manera los recursos de la Secretaría de Seguridad siguen estando a disposición de la Consejería.

Entonces usted puede tomar una decisión por encima de la Secretaria de Seguridad...

Nunca pasaré por encima de nada. Yo tengo el compromiso de trabajar articuladamente con María Ximena Román -actual secretaria de Seguridad- para ejecutar (…) aquí no hay una competencia entre quién o no toma las decisiones.

Eso suena bien, pero en la práctica pesan los egos. ¿No cree que en algún momento puede haber un choque entre ustedes?

Siempre hay el riesgo que se dé un conflicto de intereses, pero hay la voluntad para resolver cualquier situación. Yo no soy una piedra en el zapato para nadie. Yo no le debo mi puesto a nadie.

Pero dicen que su nombre surgió desde el sector privado de Cali, específicamente de Alejandro Eder...

A Alejandro Eder lo conocí un mes después de llegar a la Alcaldía.

Y entonces ¿cómo llegó su nombre a oídos del Alcalde?

Un grupo de personas que conozco desde el colegio, vinculadas al sector privado, en una reunión le dijeron al Alcalde que tenían la persona y era de apellido Paredes (Juan Pablo).

Uno de los rumores que circula es que usted salió de la Secretaría de Seguridad porque no se llevaba bien con el comandante de la Policía, que había tenido encontrones, que usted ‘se metió al rancho’ de la Policía…

Si yo no tuviera una buena relación con la Policía no hubiera aceptado un cargo en el que tengo que estar trabajando con ellos (...) ¿Que hemos tenido momentos donde tenemos que confrontar ideas? Por supuesto, y no solo con la Policía sino también con el Alcalde y otros secretarios. Yo tengo una visión particular de lo que debe ser la seguridad y soy firme defendiendo eso.

Sí, dicen que usted se inmiscuye más de la cuenta en las labores de la Policía, inclusive, que iba a las estaciones a verificar los recursos de inversión…

Yo no sé si eso molesta a la Policía, el Ejército o la Fuerza Aérea, donde los recursos de la Alcaldía se invierten. Pero eso lo estoy haciendo desde el primer día y lo seguiré haciendo.

¿Y qué es lo que usted hace cuándo va a las estaciones?

Yo saludo al policía. He llegado a las estaciones a la media noche o a las 2 o 3 de la mañana y les digo tomémonos un café y no hay ni una cafetera. Entonces la compramos para tener condiciones dignas de trabajo. Pero eso no significa que me genere conflictos con la Policía. Eso sí, tengo cero tolerancia con la corrupción y la negligencia.

¿Ha encontrado negligencia en la Policía?

En la Policía, como en otras instituciones, hay personas que no merecen llevar el uniforme. Pero es una absoluta minoría. He elevado casos tanto en la Policía como en el Ejército de funcionarios ineficientes.

Cuando dice que visita estaciones queda la impresión que usted cumple más las funciones de un general de la Policía que de un Alto Consejero o Secretario de Seguridad...

Si estar cerca del hombre que presta el servicio, si velar por las condiciones de trabajo de los policías, si fortalecerle el honor por el porte del uniforme es meterme al rancho, pues sí, me meto al rancho. Pero soy absolutamente respetuoso de las líneas de mando y tengo clarísimo que no soy el comandante de Policía de Cali.

Cuando cuenta que llega a las 2 o 3 de la mañana a las estaciones de Policía se viene a la mente la imagen de esos técnicos de fútbol que vigilan a los jugadores para garantizar que se porten bien...

Nunca he tenido un mal recibimiento en una estación de Policía. Yo no voy a auditar nada.

Entonces les seguirá cayendo de sorpresa en la madrugada…

Por supuesto. Y no quiero que el policía piense que le voy a caer de sorpresa sino que somos coequiperos.

Una de sus estrategias es el Plan Atarraya contra el hurto a personas, ¿por qué en vez de reducir este delito ha aumentado?

El objetivo no es resolver el problema del hurto sino por lo menos reducir la tendencia, que en el año no hemos logrado. Es una estrategia que lleva solo dos meses, pero según Cali Cómo Vamos tenemos un cambio de tendencia en el mes de junio, una reducción del 32 % al hurto de personas. Entiendo que julio presentó un incremento y estamos analizando el porqué.

¿Qué va a implementar desde la Alta Consejería?

Vamos a seguir con la intervención mixta entre Policía y Ejército en ciertas zonas de ladera, por supuesto la Policía lleva la carga fundamental. Los planes atarraya los vamos a llevar a otros sectores y no serán solo los puntos calientes de hurtos sino también en rutas por donde se mueve el delincuente. Vamos a lanzar un plan que se llama ‘Domingo Seguro’, que es intervenir los sitios donde se presentan más homicidios los fines de semana. Especialmente en el Oriente y la ladera. Esto será interinstitucional (Policía, Ejército, etc). Ya estamos haciendo un piloto que lanzaríamos esta semana. Si controlamos los homicidios los domingos y los lunes en la mañana, bajamos la estadística.

¿Con o sin armas?

¿Usted piensa que es bueno que la ciudadanía tenga armas?

Hay casos excepcionales en que las personas pueden hacer uso de las armas de fuego para su defensa, en los esquemas de defensa privada y seguridad pública.

¿Cree que un comerciante, debe estar armado?

Para que se le autorice a una persona el uso de porte de un arma debe pasar por un escrutinio donde se le verifiquen los antecedentes, donde se le valore la condición de riesgo y donde se certifique un entrenamiento mínimo.

En Cali se siente que están matando a los caleños de los estratos bajos y a los de estrato alto los roban....

Los sectores deprimidos de la ciudad son los que tienen mayor tendencia a la violencia local, en su territorio. Estos por las situaciones sociales (...) son familias con una cantidad de complejidades y esa problemática se traduce en violencia y eso en homicidios. ¿Y a quién se le va a robar? Al que tiene, y normalmente eso va dirigido a quienes tienen teléfonos inteligentes, etcétera. Pero estamos percibiendo un cambio en esa tendencia y es un síntoma que los que estamos implementando nos está dando resultados.

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