Mujeres que aportan a la construcción del tejido social

En el trasfondo de la migración hay miles de historias de resiliencia, valentía y fortaleza que han sido encarnadas por mujeres venezolanas que han dejado su país para buscar una mejor calidad de vida. Por eso, en el marco del Día Internacional de la Mujer, se reconoce y reflexiona sobre el papel que las mujeres venezolanas desempeñan en la construcción del tejido social en Cali, pues no solo aportan con sus saberes, sino también desde su pasión por servir a los demás.

Algunas de estas mujeres se encuentran en el Distrito, pues de acuerdo con Lina Buchelly, directora del Observatorio para la Equidad de las Mujeres en Cali, OEM, el 85% de la población migrante venezolana corresponde a mujeres. La experta indicó que algunas de estas se caracterizan por ser las proveedoras únicas en sus familias y por tener alta demanda de cuidado, sobre todo en la primera infancia.

A pesar de esta situación, hay mujeres venezolanas que se destacan por su liderazgo y tenacidad en la sociedad. En ese sentido, Steffany Escobar, subsecretaria de Equidad de Género en Cali, resalta el rol de la mujer en el marco de la conmemoración del 8M. “Junto con la Alcaldía de Cali, la Secretaría de Bienestar Social queremos exaltar a la mujer trabajadora y como a partir de los diferentes escenarios en los que están se genera tejido social, justamente, resaltando la labor de las mujeres que construyen desde la familia, lo comunitario, el cuidado del medio ambiente y del territorio. Reconociendo su participación y transformación en cada uno de los espacios”, afirmó.

Ejemplo de estas fortalezas son tres mujeres migrantes venezolanas que desde su talento, conocimiento y liderazgo aportan a la construcción del tejido social en la ciudad. Estas son sus historias:

La Gitana: arte y empoderamiento

La Gitana es el nombre como se le reconoce a Mayra Mejía, una ‘bailaora’ de flamenco venezolana que llegó en el 2017 a Cali a impartir su arte y su pasión por el baile. A través de su academía promueve la integración y el empoderamiento de las personas que llegan a su escuela de formación.

Mayra migró del vecino país con sus dos hijas y ex pareja por la vulneración de derechos que vivían. Una vez en Colombia, empezó a dar clases de flamenco. “Cali me ha recibido con mucho amor, admiración y respeto”, aseguró.

La bailaora, como ella misma se nombra, destacó que en cada una de sus clases siempre trata de aportar algo a sus estudiantes. Por ejemplo, desde que llegan a su salón promueve acciones como el reconocimiento en el espejo para que las personas se observen como mujer, hombre y seres humanos valiosos que son. “Yo me siento muy feliz porque he visto proceso en alumnas mías que están desde hace tiempo y han tenido un crecimiento a nivel personal y artístico”, dijo.

Asimismo, resaltó que se siente feliz de ser venezolana y del papel que las mujeres migrantes tienen en la ciudad. “Yo me siento orgullosa de las mujeres venezolanas porque veo que son constantes y echadas para adelante. En estos siete años que llevo en Cali me encuentro con mujeres seguras y optimistas que salen a la calle a trabajar con una buena disposición”, expresó. La Gitana Academía se ha convertido en un espacio de empoderamiento. El lugar está ubicado en el barrio la Flora y tiene abiertas sus puertas para todas las personas.

Formando a los jóvenes del mañana

La educación es un factor fundamental para construir una sociedad más justa y equitativa. Esto lo sabe Yesica Carolina Ventura Aular, una mujer migrante venezolana que decidió emprender en su gran pasión: la enseñanza de los más pequeños. Fue así como en 2022, tras atravesar un sinnúmero de situaciones propias de la migración desde su llegada a la capital del Valle en 2018, creó, junto a una compañera, el taller pedagógico infantil ‘mis pequeños exploradores’ en la ciudad de Jamundí.

Aunque en un principio tenía miedo del recibimiento del público, la realidad era otra. “Fue totalmente lo contrario. Iniciamos con 20 niños, a los tres meses ya teníamos 30 y cerramos el primer año con 47″, recordó Yesica, quien se graduó como licenciada en educación a nivel preescolar en el año 2013.

Hoy, el jardín tiene 70 niños, 15 de ellos procedentes de Venezuela y un total de 5 ‘profes’, entre las cuales hay 1 profesional del país vecino. De esta manera, los niños están inmersos a una interculturalidad que les permite crecer lejos de estigmas sociales. “Cuando hacemos proyectos lúdicos, incluimos costumbres venezolanas y colombianas, así, los niños conocen la cultura de ambos países. Además, hacemos énfasis en los derechos y deberes de los niños. Transmitimos el mensaje que todos somos iguales y que todos tenemos las mismas oportunidades y, por supuesto, les enseñamos a que no debe haber discriminación”, destacó la profesional y líder del jardín infantil ‘mis pequeños exploradores’.

La integración desde espacios académicos a temprana edad es vital para construir una sociedad más justa, empática y diversa.

Las redes de apoyo, un aliado

Las redes de apoyo fueron fundamentales para el proceso que vivió Nelsy López, una líder social, emprendedora y voluntaria de la Fundación Alianzas Solidarias que en su momento, fue víctima de violencia basada en género.

Nelsy nació en Venezuela, pero luego de migrar a Perú con su hijo llegó a Cali en el 2022 porque su expareja la violentaba. López arrivó en estado gestante.

Un día y con el ánimo de salir adelante por su bienestar y el de sus hijos, se encontró a una persona que le habló sobre la Fundación Alianzas Solidarias y su vida cambió. “Realmente eso marcó en mi vida un antes y un después, la ayuda no fue tanto económica, pero el apoyo emocional que yo necesitaba en ese momento me lo dieron. Ya que uno en el periodo de gestación tiene muchos sentimientos encontrados. Acababa de regresar a Colombia, no sabía qué hacer, ni donde vivir y la Fundación Alianzas Solidarias me ayudó. Ellos se convirtieron en mi familia”, reveló Nelsy.

Esta Fundación tiene como objetivo promover la integración social entre las familias migrantes y la comunidad caleña. ”Trabajamos mucho el tema de las mujeres, a través de la construcción de redes de apoyo, la equidad de género, la prevención múltiple de violencia para aportar a una ciudad más equitativa e incluyente. Además, también hacemos actividades que fomenten el empoderamiento femenino”, explicó.

Motivada por ayudar a más mujeres y retribuir lo que la Fundación hizo en ella, Nelsy es voluntaria de esta organización que día a día ayuda a las personas. De esta manera, las redes de apoyo son un aliado para las mujeres y personas en general.

Ahora, Nelsy también es emprendedora de ‘Dulce Rosita’, un negocio de postres venezolanos y colombianos que fue creado con el apoyo de la Fundación y sus aliados.